martes, 30 de julio de 2013

TRIANA, LA CUNA DEL FLAMENCO


Han pasado casi dos semanas desde  que se presentó el libro “Triana, la otra orilla del Flamenco” y tras un repaso reposado del mismo  tengo que  felicitar efusivamente a Ángel Vela por tan excelente trabajo, aparte de la cuidada y lujosa edición dirigida por Paco Sosa.   

Los trianeros siempre hemos echado de menos la escasez de libros dedicados a esta orilla  a la vez que no hemos entendido como otras comarcas o territorios flamencos han forjado su historia con  muy pocos cimientos y mucha literatura. Este libro, ante todo,  hay que considerarlo como un regalo de un trianero para Triana y desde luego  es de bien nacido ser agradecido, así que muchas gracias, amigo Ángel.

Nos descubre el autor documentos, lugares de reunión, una síntesis de la geografía física, económica y cultural del arrabal  e innumerables escenarios y artistas relacionados con Triana, todo ello en la etapa más hermética y oculta de la historia del  Flamenco. Nada fácil como podrán entender.  Todo perfectamente ordenado con unas ilustraciones muy acertadas.

Lo primero que Ángel Vela nos advierte en el libro, también lo hizo en su presentación, es  que este trabajo es una recopilación y posterior ordenación de todo aquello que pueda enriquecer  a Triana. A modo de ejemplo,  escribe  textualmente sobre Francisco La Perla lo siguiente: “Cantaor gitano, hijo de fragüero, nacido en La Cava en 1850, según la magna obra “Historia del Flamenco”. Queda claro que el autor no se erige como investigador, ni flamencólogo, dejando siempre referenciadas   las fuentes, siendo la más citada precisamente la de un gacetillero del “Correo de Andalucía”, periódico que incomprensiblemente le ha dedicado, en una semana, tres duras críticas a este libro, la primera de la cual tuvo contestación en este blog –de barrio, pero decente- a través de una entrada que Ángel Vela le dedico al crítico que “desvaría”.

La última crítica del flamencólogo comarcal constituye todo un desprecio a Triana, sólo hay que pararse en el título de la misma para darse cuenta el odio que siente por nuestro barrio, según él un “simple barrio”.  Algunas de las conclusiones a las que hace referencia el privilegiado escritor –mucho mejor lector, ya que en menos de 10 horas pudo leer  320 páginas- es que este libro no aporta nada nuevo o  destacar el gran “error” que supone ocultar deliberadamente que Fernando el de Triana no era trianero, aunque el propio artista lo ocultara pese a la de oportunidades que tuvo  él mismo de proclamar su lugar de nacimiento. Tampoco queremos dejar de recordarle a este crítico que los trianeros somos tan sevillanos como los del resto de los barrios de Sevilla y nada tenemos que criticar a la otra orilla, de la que nunca renegamos a la vez que nos sentimos muy orgullosos que entre sus hijos tenga artistas del más alto nivel en el mundo del Flamenco; nada tiene esto que ver con el amor que sentimos por Triana ni de la importancia capital que este barrio, cuna del Flamenco,  ha tenido en la historia del arte.

Queda claro que este libro no es para los amantes de las esquelas mortuorias ni de las partidas de nacimiento. “Triana, la otra orilla del Flamenco” quiere reivindicar la importancia capital que este arrabal ha tenido y tiene sobre la historia del Flamenco, y por supuesto que lo ha conseguido.

Y que nuestro cronista del "El Correo de Andalucía" no desespere, le quedan dos libros más que soportar y si a la presentación del primero  ha venido el alcalde de Sevilla, al segundo tal vez venga hasta el  presidente de la Junta de Andalucía.



José Luis Jiménez


jueves, 25 de julio de 2013

EL DEDO DE RODRIGO

     

 Manolo Pacheco


            Ahora que contemplar una foto puede causarte daño; ahora que hay más ausencia que presencia en un grupo sonriente y joven; ahora que es mejor dejar el blanco y negro idealizado en la memoria estando, como estamos, ante el resplandor de la Velá cuando toda Triana se reviste de pueblo contento de serlo, cateto y sabio, de camisa blanca y falda ilusionada relucientes como el mismo puente ya engalanado, como la lámina quieta del río a la espera de los héroes de la cucaña… ahora que pesa la nostalgia como pesan los dulces sueños que no podemos retener al despertar… recordamos a los amigos que alcanzaron el Mar y nos dejaron aquí navegando a contracorriente apenas sin fuerzas ya.

            La Velá de hace veinte años fue la última que disfrutó el inolvidable Manolo Pacheco, compañero en aquella “redacción” de mármol de Casa Cuesta sobre la que se componía, página a página, las revista “Triana”, último destello romántico de un barrio que se deshacía en cada trianero viejo. Cuánto echamos de menos a Manolo Pacheco, y cuánto necesita Triana su mirada enamorada contemplándola en los atardeceres desde la otra orilla hasta que el Padre Creador, en el que depositó tanta fe, lo cubría en una ceremonia de luces bajo la misma capa de arrebol… “Va la tarde perdiéndose en el juego/ de la luz y la sombra. Ya se asoma/ por el pretil del patio una paloma/ fugitiva del sol y de su fuego…”. Sólo Emilio Jiménez pudo cantar como él a Triana sirviéndose de la ajustada armonía del soneto, su instrumento preferido.

                Tengo delante una carta de Manolo escrita en 1983 (treinta años, ya), corrían entonces malos vientos ante la Cruz de San Jacinto y él nos daba ánimos… “Triana se muere, desaparece. Será pronto un recuerdo. Es la manifestación fatalista de muchos trianeros, de muchos sevillanos. Y yo, trianero hasta más allá de la muerte, física y psíquicamente trianero, una gran herencia que recibí de mis padres, puedo asegurar a todos los pesimistas, a los pasivos, a los apocalípticos, a los tristes conformistas que Triana, el barrio más famoso del mundo, no morirá, no desaparecerá jamás…”. Era así de apasionado, así su entrega. Y puede resumirse en este párrafo el legado espiritual de Manolo Pacheco. Leyéndolo, resuena poderoso en mi mente el eco de su voz rotunda, que hasta en eso me recordaba a Fernando Fernán Gómez, y lo veo, siempre sonriente, como un D´Artagnan entre aquellos mosqueteros que en Triana eran muchos más que tres o cuatro, esos amigos tan importantes, tan maestros, con los que me juntaba –joven y recién estrenado como padre- las tardes de los viernes con una copita de “Canasta” entre un mar de papeles, semillas del siguiente número de nuestra revista.

            Tuve la suerte de acercarlo al ilusionado grupo y de eso salimos todos ganando, porque ante el papel no sólo sabía puntuar las íes, sino que pasaba del verso más sentido y perfecto a la prosa con chispa e ingenio. Rimaba lo profundo, resumían trascendencia sus versos; se destornillaba el engranaje de su gramática cuando por versatilidad y guasa socarrona, jugaba a ser el cómico de la “redacción” con artículos que parecían destinados a “La Codorniz”. Así era su sal y así era su sangre. Y este es el valor que perdimos.

            Estará con nosotros en el Hotel Triana, la noche mágica del pregón, cuando vuelven todos los que conformaron el mapa de pureza de un lugar eterno.


Ángel Vela Nieto.     

martes, 23 de julio de 2013

UNA NOCHE DE PREGÓN




Tras el oportuno reposo y dos jornadas de Velá por medio - con un gran ambiente y una buena organización, al menos hasta donde he podido disfrutar- es momento de reflexionar sobre la mágica noche del pregón.



No pudo comenzar mejor el evento: recital magistral y oportuno de la Banda Sinfónica de Sevilla, dirigida por el profesor Francisco Javier Gutierrez Juan, dedicado a los 200 años de Rocío en Triana con momentos muy originales y emocionantes, adornados incluso con el estruendo de cohetes. Si hace dos años criticamos la elección musical de apertura del pregón este año no podemos dejar de felicitar al joven director de la Sinfónica, tanto por la elección como por la ejecución.


Reseñar también la contribución de Isabel Fayos con su bella voz y presencia, incluso desde fuera del escenario.


Y el punto negativo, otro año más, la poca participación de los vecinos del Hotel Triana; no se sintió la presencia de los mismos durante el acto. Ellos se lo pierden.


 Y el pregón,  de gran nivel poético, nos mostró las vivencias de su autora, la poeta Rosa Diaz, desde esta y la otra orilla. Especial mención a sus padres,  a Ana Ruiz, madre de los Machado y a Matilde Coral, a quienes incluyó entre sus trianeros de honor.



Y ya rozando la medianoche  la entrega de los títulos honoríficos. No podemos dejar de felicitar a nuestro amigo Emilio Jiménez Díaz, padre de este blog, por su título de trianero de honor; un mar de tinta podría llenar con lo escrito  sobre Triana.


 Justo y merecido el galardón para Angelita Vargas como así lo refrendó con sus aplausos el multitudinario público que abarrotaba el Hotel Triana. 


 Tampoco queremos dejar pasar por alto la mención a la “Casa de los Artesanos”, sobre todo por el seguimiento y apoyo que desde este blog le hemos realizado a este emblemático Rincón Trianero. Andrés Dominguez, Paco Vega y Augusto fueron los encargados de recoger el título. Esperemos que su lucha por este lugar sea una realidad y, en breve, este corral trianero sea un lugar de encuentros de artesanos y amantes de Triana.


Momento mágico el que protagonizaron Javier Traverso y Matilde Coral. Siempre generosa la maestra con su barrio ya que casi nunca falta a una cita importante. Mucho tenemos que agradecerle a la trianera que ostenta  más título y galardones, pese a que todavía no dispone del de trianera de honor.





Caras de felicidad y satisfacción en el resto de los galardonados a quienes felicitamos como se merecen.



Y para terminar la noche paseíto por la calle Betis para contemplar lo bien organizadas que están las casetas, luciendo su nuevo exorno y su hilo musical que esperemos sea respetado por el bien de esta fiesta.


José Luis Jiménez

lunes, 22 de julio de 2013

VEO VEO: UNA CONVERSACIÓN ACUÁTICA





Son las siete de la tarde y en la calle todavía manda el sol, los aparatos de aire a duras penas consiguen crear un microclima en los hogares. Verano sevillano, el de siempre. Sin embargo, en la piscina de Galisport no se está mal, el remojo y el botijo son viejos inventos que todavía responden.  Hay nadadores que van de un extremo a otro sin parar, hombres y mujeres, jóvenes y maduros, cuerpos de fresa y de chirimoya que se desplazan hacia delante o hacia atrás en busca de cualquiera sabe. En la primera calle ha comenzado un curso de aquagym, una rítmica monitora se va moviendo al son de una música alegre para indicarle a las alumnas los ejercicios que deben realizar. En el otro lateral, la última calle está ocupada por dos o tres personas que se limitan a realizar simples ejercicios mientras van andando y por algunas más que reciben unos chorros de agua en la espalda. Por allí han coincidido dos hombres, ambos con anchos bañadores de cuadros, imagino que los típicos de la pasarela matalascañas, y unos gorros apretados sobre las cabezas, que esconden el poco pelo que les queda. 


Desde que han puesto la música los dos han dejado de moverse por la piscina y no le quitan ojo a la monitora. Al rato uno de ellos comenta: ¡Que forma más bonita de aprender a nadar!. El otro se ríe, lo ha entendido perfectamente. Igualito que yo, continúa, que aprendí de chico en el río, entonces me tiraba desde el puente sin saber nadar porque estaba seguro que mis hermanos mayores me sacarían, como siempre. El agua les llega al pecho y siguen con las miradas fijas hacia el otro extremo de la piscina, hipnotizados por los movimientos de la incansable sirena, aunque no sé si con la falta de gafas y las probables cataratas son capaces de ver claro a esa distancia. La de gente que se tragó el río le responde el otro, al tiempo, no tienen prisa para hablar, ni casi para nada, ha sacado los dos brazos del agua para poner más énfasis a lo que ha dicho, sus manos, como si estuvieran moviendo las fichas del dominó, giran en el aire. Sí que es verdad, con la de veces que yo me he tirado del puente y ahora me da canguelo hasta asomarme. Se callan y se miran por primera vez. Uno de ellos se dirige hacia las escaleras para salirse del agua, el otro estira brazos y piernas, pero ambos continúan echando la vista hacia el otro costado de la piscina. Lentamente los recuerdos de una vida pasada comienzan a hundirse, recuerdos en blanco y negro, alegrías y tragedias que pesan mucho para permanecer tanto tiempo a flote…
  
Rafael Martín Holgado.

sábado, 20 de julio de 2013

Un cestillo de flores para la Velaíta

Mis amigos escritores de este blog se extrañarán de encontrarme por aquí. Disculpad mi ausencia. Disculpad mi llegada improvisada. A mí también me parece milagroso. Pero la llamada de la Velá ha sido tan fuerte este año...La Velá de Santa Ana, la velaíta, como la llamaba mi amiga Carmen Suárez, que no sé por dónde anda. Desconozco el motivo por el cual, desde que llegue a Sevilla, mejor dicho, desde que llegué a Triana, porque nunca he vivido al otro lado del río, la Velá tuvo tanta fuerza, fue un motor tan potente de mis afectos y de mis días. Así ahora lo es de la nostalgia de noches en las que fui feliz, aunque no lo sabía.

Esas noches se escriben con nombres y con fechas propias. Las que compartí con María José, con Merche y con Araceli, en esas horas que nunca se acababan, que nos quitaban el sueño y que se poblaban de chicos guapos que aparecían en cualquier bar o en cualquier caseta. Las que vislumbré a Alberto Jiménez-Becerril que se dejaba caer sonriente en la barra y saludaba por doquier y todo lo contemplaba con sus ojos azules, o verdes o grises, ahora ya no lo recuerdo. Las fechas de los pregones, algunos majestuosos, maravillosos, reivindicativos, potentes, plenos de fortaleza y de civismo.
 
Las noches del flamenco, con mis hermanas, Charito y Mili, las tres solitas, sentadas en una silla cerca del Altozano, hasta las tantas, oyendo cante, riéndonos, comentando mil cosas, viendo cómo la gente disfrutaba y cómo algunos viejecitos se caían literalmente de la silla de sueño, pero seguían allí, hasta el final, aguantando el tipo. Otras noches con nombres de amigos, de conocidos, de gente que venía a Sevilla desde mi Isla natal y que se pasaba por la Velá, porque quería conocer esa fiesta que a mí me había embrujado, de forma que ya la nombraba la mejor fiesta del mundo en todos los aspectos.
 
Las mejoras Velás han sido contigo, con la persona que comparto mi vida y que se declaró una noche de velaíta, inopinadamente, aunque quizá esto no sea cierto y yo esperaba esa declaración y poder decir que sí. Nuestro aniversario es, por eso, el 26 de julio y no el día de nuestra boda. El 26 de julio de todos los años que, dejando la playa y la buena temperatura del mar, nos escapábamos para venir a Triana, aunque chirriara el suelo con los cuarenta grados, qué importaba.
 
Las noches de Velá son un momento mágico. Y cada año trae cosas nuevas, diferentes, distintas, apetecibles. Esta Velá, que no podré vivir porque las cosas se ponen difíciles y no nos dejan disfrutar de lo que deseamos, habrá sin duda instantes especiales y tendrá nombres propios, algunos de los cuales forman parte del universo de Triana para siempre. Emilio. Ángel. Vuestros nombres. Vuestras presencias. Vuestro esfuerzo. Vuestros logros. Maestros, como dice Ana Díaz, también ella maestra.
 
 Caty León  

EL DEDO DE RODRIGO


A Manolo Bohórquez


            ¿Qué se puede responder a un amigo que ha tratado de destrozar un libro recién publicado sin saber de qué va? ¿Cómo es posible que se lo haya leído en un solo día con todo lo que hay que hacer en el día, twitter incluido? Advierto que se trata de un tomo en gran formato y de 320 páginas. El miércoles 17, día de la presentación, aún estaba con nosotros al filo de la madrugada, y es de suponer que al llegar a Mairena, donde vive, descansaría. Su artículo semanal de los viernes tendrá que enviarlo en la noche del jueves, como muy tarde… luego no estaría mal que explicara a sus lectores el prodigioso código de lectura que utiliza para conseguir leer, como tiene que hacerlo un crítico, un tomo semejante.

            Sus ansias por despreciarlo no le ha dejado esperar a su próxima entrega después de calibrado el objeto de su aversión, de su predispuesta inquina. Y es que no ha leído ni el principio. Porque es mentira (vocablo que él utiliza) que haya escrito o dicho –ni siquiera puso oídos a la presentación- que es un libro “de flamencología”, sino todo lo contrario puntualizado en mis palabras; que se trata de una “recopilación”, en lo principal, de todo lo ya asentado, pero valorado y ordenado y en muchos casos ampliado, un libro de Triana más que habla de la historia del barrio y de trianeros dedicados a una actividad concreta.

            No es el resultado de la tarea de un investigador de la vida de los cantaores, como es él y otros más, aunque hallamos rescatados datos de muchos nombres trianeros de esos que rara vez mencionan los flamencólogos, entre ellos el sereno Garfias, Cojo Pinea, Niño de Triana, Manolito León, Rafael Pareja y otros más, fruto de muchas horas ante el ordenador rebuscando entre viejos padrones. Y hemos seguido la pista de quienes creemos que son los famosos Pelaos, y sabemos algo más de los Caganchos, aunque para nosotros estos datos sean secundarios porque lo que nos interesaba era  proclamar su existencia para conocimiento de los que aman a este barrio singular y, especialmente, para ponerlo en su sitio después de que se tapen, casi por sistema, demasiados nombres con la estrategia de señalarlos como “nacidos en Sevilla” o “sevillanos”, olvidando que Triana es marca de origen o, al menos, lo que se llamó comarca cantaora. Y en tal situación era más que probable que se hubiera hecho imposible, pasado poco tiempo –ya lo estamos comprobando en los nuevos libros-, valorar el peso de Triana en la verdadera historia del flamenco.

            No era el objetivo, por tanto, descubrir a Frasco El Colorao; no es, repito -pero, claro, si no se lee-, el resultado de un investigador de la vida de los cantaores. Precisamente Bohórquez está mencionado con bastante más generosidad que la que él nos ha demostrado. Porque podíamos haber escrito que él  nunca demostró ser un trianista convencido, más bien lo contrario. Si no fuera así no hubiera subrayado en cierta ocasión que algo tan grande como el flamenco no pudo nacer en Triana, “un simple barrio”, sin saber lo necesario de ese simple barrio. Ahora parece que está cambiando de opinión. Pero si le da más valor a una partida de nacimiento que a un documento que prueba que cierto cantaor (Juan J. Niño López) ya vivía en Triana con cinco años y que aquí transcurre su vida entera, pues apañaos estamos.

            ¿Qué me he metido en un charco y no sabe cómo voy a salir? Pues nunca he estado más orgulloso de un trabajo, ni creo que haya escrito nada más necesario. ¿Le ha molestado que le haya pisado algún dato que guarda como secreto de Estado? ¿O lo lujoso del tomo? ¿O el hecho de un acto de presentación con salón abarrotado de gente singular en el flamenco, con alcalde incluido y copa y tapa?

            Con el libro en la mano me dijo que “sentía una envidia sana”. Pues eso, dejémoslo en envidia… sana. Y tan amigos.

Ángel Vela Nieto
           
               
           

              

jueves, 18 de julio de 2013

LA VERDADERA FUENTE DE LO JONDO


 Tal y como esperábamos, el día de ayer, 17 de julio, se convirtió en uno de los días señalaítos.  Comenzaba el día con la presentación del nuevo número de la Revista Triana y el Programa de la Velá; acto este reservado sólo para trianeros ilustres, invitados especiales y autoridades municipales.  Por la no asistencia al mencionado acto, poco les puedo contar del mismo salvo que incluso algunos miembros del comité directivo de la Revista Triana tampoco asistieron por no haber estado invitados.  Una lástima, pero debe ser esta la filosofía del partido “impopular” que nos gobierna; como en la contabilidad: la oficial y la secreta, así son los actos que organizan.

Pero sin lugar a dudas el acto que congregó a mayor número de personas fue la presentación del libro “Triana, la otra Orilla del Flamenco”. Feliz y satisfecho encontramos a nuestro amigo Ángel Vela rodeado de una amplia representación del  mundo Flamenco, tanto de Triana como de fuera de sus fronteras. Tampoco faltó la representación municipal, esta vez con el alcalde a la cabeza quién por cierto no mencionó nada de la apertura del  Museo de la Cerámica ni del azulejo de la zapata; será que va todo por buen camino y antes de que termine el siglo terminará inaugurándose. 

Con respecto al libro, de cuidadísima edición y flamenquísima portada con dibujo de Juan Valdés, destacar la gran cantidad de ilustración, muchas desconocidas . Prólogo breve pero intenso  de Antonio Reina y dos ilustraciones muy destacadas de su paisano Moreno Galván,  que abren y cierran el libro. Sin lugar a dudas  “La fuente de lo Jondo” es Triana.

Ahora tomaremos el tiempo suficiente para paladear esta obra fundamental para nuestro arrabal y quedamos a la espera de la segunda parte.







José Luis Jiménez

lunes, 15 de julio de 2013

"TRIANA, LA OTRA ORILLA DEL FLAMENCO"



El próximo miércoles 17 de julio,   a las 21.00 horas, en el hotel Zenit Triana, en la Cava de los Gitanos, como preludio de los días señalaítos, tendrá lugar la presentación del libro “Triana, la otra orilla del Flamenco”. El volumen  resume la historia del Flamenco en Triana desde el año 1740 al año 1931 y es la primera parte de un trabajo minucioso con el rigor que caracteriza a Ángel Vela Nieto, su autor.

Han tenido que pasar muchos años para que en Triana, la cuna del Flamenco, tengamos esta  obra que sirva como referencia y consulta imprescindible para todos aquellos que quieran ahondar en la historia de este arte.

He seguido de cerca el trabajo de investigación del autor y doy fe de que han sido muchos años de trabajo; charlas con viejos flamencos, recortes de revistas antiguas, carteles ilegibles, padrones interminables y lo más importante de todo: el amor y la pasión que nuestro amigo Ángel siente por su Barrio.

Ediciones Giralda nos presenta este libro, con cerca de 300 fotografías a color, editado en papel de 150 g estucado y cubiertas, de tapa dura guaflex, con magnifica pintura de Juan Valdés;  un envoltorio de lujo para una auténtica joya.

La amplia familia flamenca de Triana seguro que estará presente en este acto histórico donde el  resto de trianeros y aficionados al Flamenco en general ejerceremos de notarios.


José Luis Jiménez

sábado, 13 de julio de 2013

EL DEDO DE RODRIGO

     

 Romance de la “plazabastos” (y 2)


        ...Más al fin lo están pariendo, sieteañino de embarazo, provisto de aparcamientos en planta de subterráneo, pues no faltará de nada en el anuncio preclaro de lo que quieren que adopte nuestro querido Altozano. Todo un centro comercial, nada de plaza de abastos, que no desean antiguallas aunque hayan partidarios de una forma de comprar sin etiquetas ni carros. Todo un Corte Trianero, un Cortinglés trianizado, que en verdad es todo un corte y así estamos… cortados.

            ¿Esto tiene algún remedio o ya está listo y lacrado?, pues por si valen las voces de los vecinos afectados, digo que no es de recibo eso que vienen contando. No es un centro comercial lo que necesita el barrio que ya disfruta de uno que está vivo y coleando por Castilla y San Jacinto, también Antillano Campos, sin olvidar a Pureza, Callao y San Jorge, claro; que en el barrio de Triana gusta comprar paseando. Sólo falta el corazón, una nueva plazabastos higiénica y atrayente, nada de joyas y zapatos que ya tenemos Olivas y Severinos ufanos para servirnos amistad que con amistad pagamos.

            Bien, pues vamos a suponer que ya está el centro levantado. Tienen que aclarar primero dónde se reparte el plano que indique a los conductores el camino al subterráneo para en paz dejar el coche mientras van por el pescao. Porque, amigos, es por Betis la dirección del mercado, única vía pensada, no busque ningún atajo que no es Roma esta Triana mercantil de los despachos. ¿Qué cómo se llega entonces? Busque al guardia más cercano y él dirá que me registren, yo no armé este descalabro, pero si es cosa de urgencia váyase a San Gonzalo o bien hacia Los Remedios donde sí hay plaza de abastos. Y déjese de rodeos que eso sale ganando.

            Varias preguntas inocentes, incógnitas de profano: Por qué ese empeño (Be)cerril? ¿Por qué no eliminamos el dañino aparcamiento y dejamos el Altozano en su clásica armonía de playa de mar urbano? ¿Por qué herir al Kiosco de las Flores, antiguo de Laureano? ¿Por qué ese desespero absurdo y descerebrado por llegar hasta las tripas del mostrador necesario sin soltarnos del volante, sin andar un par de pasos? Digo yo con osadía y que dispensen los sabios: ¿Por qué no el aparcamiento en el solar –o debajo- que habrá de quedar vacío cuando suceda el traslado? La Cava y Alfarería pusieron la plaza a salvo y ahora deben convertirse en parking comunitario. Tiendas por todas las calles si es que queremos salvarnos y no escaleras que acaben en coche que está esperando a que su dueño regrese con las bolsas y… ¡pitando!

            Los munícipes avanzan cual cangrejos coleando mientras que los comerciantes tienen el freno atascado no sé yo si por mohoso o porque están ensayando la forma de pregonar… ¡lechugas, carne, lenguadooooos…!, como finos dependientes de este corte que le han dado. Hágase el nuevo proyecto, pero que sea plazabastos de huerta, carnicería y frutos de los océanos de plateadas escamas que brillen en los canastos. Olviden lo de los muebles, los bolsos y demás trastos que ya Triana –repito- va servida. Y me callo.

            (Que nuestra Virgen del Carmen, testigo de tanto agravio, sufridora en silencio, no nos suelte de su mano, y que Belmonte desista de lo que está cavilando, que no hace más que mirar por dónde va a dar el salto, si pa la dama del cante o a la cubierta de un barco. No hay mal que cien años dure, está visto y comprobado, hasta que llegue un edil a alcanzar el centenario. Gracias a quien soportó este romance pesado digno de estar en el guines por baldío… y por lo largo).


Ángel Vela Nieto

martes, 9 de julio de 2013

EL DEDO DE RODRIGO

Romance de la “plazabastos”


          El 27 de abril de 1997 escribimos en El Correo de Andalucía, en nuestra sección “La Cruz de San Jacinto”, un artículo que entonces era para nosotros el más “pesado” -por lo largo- escrito en romance, o sea, en octosílabos, algo que se puso de moda entre los articulistas de los diarios. Estaba candente el proyecto de construcción del nuevo mercado, y era tal el lío en torno a la obra que decidimos meter baza como trianeros, porque ya estaba bien… Y por eso, “por lo largo”, lo transcribimos en dos partes y para que se vea bien claro lo que duran las obras en Triana cuando el Ayuntamiento ejerce de promotor y no nos extrañe, por tanto, la demora de la apertura del Museo de la Cerámica…

……………………….

    “La Cruz se siente rapsoda, perdón por adelantado, pero a veces un evento con razón puede dejarnos perdidos de la cordura como los iluminados. Juzguen si existen razones para descrucificarnos.

           Como sé que no veremos la maqueta del mercado es conveniente que hablemos de la nueva plazabastos por aquello que se ha escrito y por cuanto ya escuchamos, motivos para un infarto cuando estalle el entripado. Que se ahorren la maqueta, que bien nos imaginamos cómo quedará la cosa por lo que están preparando.

            Como es para Triana –quiero decir, no es el Prado- ni a Becerril ni a Moneo les interesó el trabajo. Un arquitecto de casa –tablero de funcionario- tiró de rotuladores y estuvo listo y firmado por orden, no lo olvidemos, que él aquí es un mandado. Mas ahora, ¡maravilla!, no vale lo proyectado algo que ya le dijimos al autor que han relegado, que bien cumplió su papel con liar la que ha liado. No tiene pies ni cabeza aquel supuesto Altozano, tan moderno y tan revuelto como plaza de extrarradio confundido con el río, fantasma de asfalto blando.

          Pues siguen con los regates, nuevos plazos y más plazos; mesas redondas y cuadradas, otras excusas al canto. Y se estrenan concejales que traen lavadas las manos y la lección aprendida de los muchos que pasaron prometiendo soluciones y corriendo como galgos. Porque a correr no les gana ni ese cometa anunciado cuando el suelo se rebela y se convierte en pantano. La alcaldesa escurre el bulto que ya está oliendo a quemado; tiene la vé otra señora que estrena justificandos. La penúltima ocurrencia: ahora son unos extraños los que por once millones están dispuestos a dejarnos más contentos que unas pascuas con lo que van a endosarnos con permiso del pesoe que está quejoso del gasto (como hay parné por medio todo el mundo interesado), y a ver quién se cansa antes: los liantes o los liados.

            Entretanto, quién consuela a nuestro triste Altozano que tuvo en la antigüedad un castillo de reclamo con diez poderosas torres que repiten los grabados. Sin anuncios de Mensaque ni raíles tranviarios, sin cuartelás ni escaleras donde tantos resbalaron; sin tejados de canales y blancos alicatados… ¡Ay!, sin cielo azul -alto mar- por encima del pescado prestándoles sus reflejos tal si estuvieran nadando.

          Ya pasó la arqueología por el solar desolado y al par de enterrar millones anduvo desenterrando restos de la fortaleza y caninas de cristianos, de moros e inquisidores, huesos y piedras de antaño. Aquella jornada abierta los guías nos explicaron que debajo de la plaza había un monstruo enterrado con uñas torturadoras, colmillos ensangrentados, con vientre de calabozos para herejes y paganos. Todo el mundo boquiabierto iba muy atento escuchando historias para turistas contadas con entusiasmo. Pero por encantamiento los esqueletos volaron y el solar del abandono volvió a ser aquel cuadrado, seca piscina de olvidos, jardines de jaramagos…”.

(Aquí no queda la cosa. Continuará).


Ángel Vela Nieto 

sábado, 6 de julio de 2013

UN PLAN DE MOVILIDAD PARA TRIANA


Que la peatonalización del tramo de la calle San Jacinto próxima al Altozano ha sido una gran chapuza del  último gobierno municipal no debe ser discutible;  y nos referimos a la falta de planificación y estudio  del impacto general sobre aspectos tan importantes como los transportes públicos, aparcamientos e influencia en muchos comercios consolidados en el barrio.

Que sean  los comerciantes y vecinos de la zona los más apropiados para   valorar y proponer un rediseño de una ordenación viaria, aportando su experiencia en las necesidades para zonas de aparcamiento, carga y descarga y posibles peatonalizaciones, parece lo más lógico. Y en eso estamos.

Sin embargo ante el primer borrador del “Plan de Mejora de la Movilidad del Barrio de Triana y su área de influencia”, que en la actualidad se está discutiendo dentro de un grupo de trabajo del Distrito de Triana, ya han comenzado a aparecer las voces críticas desde el  otro lado del río; de nuevo, los salvadores de Triana, aquellos que  consiguieron derrumbar el “proyecto impactante”  del actual delegado, comienzan a movilizarse contra cualquier mejora que se proponga para nuestro arrabal. ¿Dónde estaban estos salvadores  cuándo se decidió peatonalizar “sin ton ni son” la calle San Jacinto? ¿Cuántas plataformas se han creado para que la apertura del Museo de la Cerámica sea una realidad inmediata? ¿Cuántos han reclamado una mejora de la zapata ante el estado de abandono que presenta en la actualidad? ¿Ninguno ha paseado por Antillano Campos o Fabié observando el peligro que corren los peatones? Han intentado aparcar o llegar en transporte público a Triana?

Necesitamos urgentemente paliar los efectos negativos de esa irracional peatonalización de la calle San Jacinto, organizar una ruta peatonal,  segura y tranquila, que impulse la única industria que nos queda, facilitar la llegada y salida de las personas y ,en definitiva,  estudiar una ordenación viaria coherente para este mal tratado barrio.

También necesitamos con urgencia, y ya han pasado más de dos años,  un delegado que se ponga a la cabeza, para solventar  los problemas del barrio al que representa, y que con una adecuada hoja de ruta sea capaz de poner orden ante tanto desbarajuste.

Y a los salvadores, desconocedores de Triana, decirles que confunden el Guadalquivir con el Arlanzón - ese simpático río que divide a Burgos en dos partes- y no estaría de más invitarlos a que pasen una temporada en la capital castellana, pero mejor que se vayan en invierno porque tal vez el frío les cure del odio que sienten por este Barrio.


José Luis Jiménez

jueves, 4 de julio de 2013

EL DEDO DE RODRIGO




Va de Velá


        Cuando se ha escrito tanto sobre un tema uno cree que lo que escriba de nuevo no será nada interesante, pues lo importante ya quedó  asentado. Así que para tratar de huir de la tentación del refrito o del auto plagio contaremos las sensaciones de una mañana, la reciente de la presentación del cartel de Juan Romero; del cartel y de la publicación de los afortunados que serán principales protagonistas en la edición de este año de la Velá de Sant´Ana.

Fue, como el año anterior, en las instalaciones del restaurante Abades, que si bien levantó su horrendo edificio en una calle que no se merece esas modernidades apátridas y a pesar de la seria oposición vecinal, ahora parece que está pagando su culpa poniendo al servicio de actos sociales –en cumplimiento penitencial- esa orilla del paraíso con fondo de Torre del Oro del que disfruta su selecta clientela.

      Se me viene a la memoria los años en que acto tan trianero se celebraba en el Bar-restaurante El Puerto, donde Federico atendía como el más cuidadoso anfitrión a la feliz embajada que aparecía por su puerta, sin un duro, pero con toda la calor a cuesta y todo el calor del afecto en el corazón; años de Paco Arcas y Alberto Jiménez-Becerril, especialmente. La copa y el condumio era lo propio de la época y de aquel histórico e inolvidable espacio ribereño. O sea, que nada de muestras gastronómicas de la nueva cocina, tan sabrosas como breves, sino un buen plato de arroz o de otro condumio de la clásica carta de la casa. Cosa muy de barrio. Y no es que nos quejemos del tapeo del Abades, generoso en el pase de bandejas, pero no es lo que recuerdo; no es aquel trozo de arrabal y guarda el que nos recibe y se ofrece en bocaditos gustosos; es otra Triana ya adaptada a la fría formalidad. Federico se acercaba y preguntaba cómo estaba la paella… Y tan atento, tan puro, que podía quedar como arquetipo de Trianero Adoptivo.

         En fin, otros tiempos y hay que resignarse aunque veamos con tristeza cómo van tambaleándose las columnas que soportan los perfiles únicos de este barrio impar, el que se hizo a sí mismo, el arrabal Ave Fénix tantas veces renacido. El Puerto representaba eso, la verdadera Triana, familiar, corralera y gitana-gaché; el Abades, la frialdad cortés de este siglo que no sabemos hacia dónde nos va a llevar, no ya a Triana, sino al mundo. Las tradiciones de los pueblos para que sobrevivan han de llegar envueltas en papel extraño, disfrazadas un poco, adaptadas a una sociedad que apenas tiene criterios para estas viejas celebraciones. Mas a todo no se puede aplicar el dicho de renovarse o morir; no se debe, aunque sea lo fácil.

  Ya hace tiempo que esta orilla dejó de ser un lugar alejado y autóctono; lo fue plenamente hasta el puente de hierro y parcialmente hasta muchos años después; puede decirse que hasta la era Fraga y su apertura; hasta los Beatles y el twist que vienen a animar –qué ironía- la expulsión (“apertura”) de un sangriento porcentaje del vecindario trianero de raíz y, entre ellos, casi todos los flamencos. Nos cambiaron el compás.

          Pero, como entonces, hemos visto rostros felices, veteranos que, por fin, se ven reconocidos en su hondo patriotismo, y jóvenes ilusionados que comienzan a apreciar lo que el añejo barrio los aprecia por cuanto representan. Hemos contemplado un cartel-cartel y escuchado con interés las justas palabras del delegado y de quien será la voz de la Velá; tenemos los rostros, la imagen y el eco que resonará en el Hotel Triana. Es lo importante, la ganancia de este día que adobándolo con la noche del pregón forma ese renacer que cada julio se repite como un milagro.

¡Viva Triana!

Ángel Vela Nieto
              

            

lunes, 1 de julio de 2013

CARTEL DE LA VELÁ 2013


Con la entrada del mes de Julio han comenzado los actos previos de la Velá de Señá Sant’Ana que tendrá uno de sus momentos más importantes el día 21 de julio con la celebración del tradicional pregón en el Hotel Triana, este año a cargo de la poetisa Rosa Diaz. El de hoy ha sido el acto de presentación del cartel anunciador en el que su autor, Juan Romero, ha plasmado a la perfección la clásica soleá trianera: Son los cuatro puntalitos/que sostienen a Triana:/San Jacinto, Los Remedios,/ la O y Señá Sant'Ana. El artista acompaña a los referidos puntales trianeros con un recién pintado  murallón de la calle Betis en la base y un cielo alicatado de multitud de azulejos trianeros. Tal vez sea una alegoría de aquel “proyecto impactante” del delegado en el que  los azulejos de la zapata han alcanzado la gloria eterna del cielo tras su R.I.P por parte de tantos defensores.

También han dado a conocer públicamente los galardonados de esta edición. Y desde uno de los puntalitos, La Torre Cobalto, nuestro querido amigo Emilio Jiménez Díaz estaba feliz y agradecido por su nombramiento como Trianero de Honor y aunque rápidamente he ido a celebrarlo con él, cerveza en mano, le mando desde este blog, idea y creación suya, mis más sinceras felicitaciones. El resto de los trianeros de Honor han sido: el futbolista Antonio Liz, el torero Antonio Martinez Díaz “Finito de Triana”, Angelita Vargas  y los bailaores Guadalupe Osuna y Luis León. Los trianeros del año: Javier Traverso, José Antonio Navarro Arteaga y Maria Graciani; como trianeros adoptivos: José Rodriguez “El Pio”, el grupo musical “Los H.H.”y Rafael Blanco Guillén. Como Instituciones Honoríficas la Asociación Elige la Vida y “La Casa de los Artesanos”; felicidades a todos.

Curiosa resulta la mención para “La Casa de los Artesanos”, lugar por  donde siguen merodeando los buitres; esperemos que esta decisión de la Comisión sirva para  seguir manteniendo la llama de la esperanza  y derrumbar la posibilidad de la construcción de apartamentos, objetivo único de su propietario y quién sabe si de algunos inquilinos. Para recoger el galardón, tal vez quiera subir de nuevo al escenario el que ya lo hizo hace dos años;  nos estamos refiriendo al Sr. Silverio, insigne trianero de honor.

Quedamos a la espera de la presentación oficial del Programa Oficial de la fiesta que, al parecer,  lo realizarán con la presentación del nuevo número de la Revista Triana.


José Luis Jiménez
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