sábado, 29 de junio de 2013

EL DEDO DE RODRIGO


Para un libro recién nacido


   Con la edad uno llega a plantearse muchas cosas; casi todo ha quedado atrás y el porvenir se estrecha tanto que el tiempo se convierte en un urgente compromiso, compromiso con los demás y, muy especialmente, con uno mismo. Y en esta tesitura vital se encuentra mi amigo Esteban. Y lo entiendo porque ambos vamos en la misma dirección y a la misma altura.

            Si, con Esteban me une parecidas experiencias: ese afán cariñoso por ceder la memoria a quienes no vivieron aquellos años que enmarcaron nuestra niñez y juventud y, de una manera muy entrañable, nos une Triana, el barrio del que estamos orgullosos como sevillanos.

            “Triana en la Memoria (1940-1960)” es el testamento palpitante de un niño “del año de la hambre” y de un muchacho de una interminable posguerra, tiempos de un agresivo gris del que había que salvarse de alguna manera, y esta manera solía ser impulsada por el ingenio. Pero vayamos por partes.

       Comienza  Esteban su legado literario con un meticuloso planteamiento histórico de su barrio, basándose en estudios de escritores locales antiguos y modernos, detallando el valor de cada uno de los soportes físicos y espirituales que conformaron la existencia de los trianeros del pasado: el río con su risa y sus malas bromas, el puente de barcas, el Castillo, los conventos e iglesias, las maneras de ganarse la vida de nuestros antepasados, todo hasta completar el panorama que nos haga tener un conocimiento más que elemental de lo que fuimos a esta orilla de la ciudad.

            Cronológicamente va descendiendo las centurias hasta llegar a la Triana de sus primeros recuerdos; la Triana vacía de casi todo lo material, pero colmada de familiaridad, de amor por el prójimo como evangelio para una supervivencia necesaria: “si nos unimos no nos hundimos”, parecía el lema de aquellos vecinos de los humildes patios de las calles trianeras, especialmente de Chapina (a la que Esteban nombra como “arrabal”), de la vieja calle Rosario, que es el último tramo de Castilla, y del desaparecido barrio del Patrocinio, escenario de sus correrías infantiles con los incansables camaradas. Y al hilo de estas historias, incomprensibles para las nuevas generaciones, los juegos callejeros, las mil y una invenciones para que los chiquillos no se aburrieran nunca en su ancho y despejado escenario de juegos que eran los descampados, los mantillos de los tejares y la calle misma por donde apenas circulaba algún carro de perezoso paso.

            Estas memorias adobadas de anécdotas, de personajes populares, de pregones que cruzaban las aceras, del ambiente tabernario, de los atrayentes cines de verano –y los de invierno-, de la música de la radio que salía de los cuartos por la ventana de las cocinillas; de los domingos y días de fiesta tan llenos de luz… Así, Esteban quiere depositar en el corazón de sus hijos y nietos su experiencia de vida, el ambiente de la Triana que vivió, del tiempo que tuvo que vencer, a veces como a un ciego enemigo, o a abrazarse a él por lo que le dio.

            Misión cumplida, amigo Esteban. Ahora a repartir este cofre de sabiduría y buenas intenciones, este testamento que guarda la risa y las lágrimas de aquel que fuiste y que, como un tesoro, ha de quedar reposando por siempre en el corazón de los tuyos como una lección inolvidable.   


Ángel Vela Nieto


jueves, 27 de junio de 2013

V FESTIVAL FLAMENCO "PASANDO EL PUENTE"



El próximo viernes 28 de junio, a las 22 horas se repetirá una nueva edición del festival Flamenco “Pasando el Puente”; el último celebrado, la 4ª edición, ocurrió el 26 de junio de 1981 y a pesar de los muchos años que han pasado, son también muchos los puntos en común. Para empezar, Juan Valdés repite cartel y de nuevo lo borda y lo regala, esta vez un corral trianero, totalmente ambientado y sin faltarle un detalle, que bien pudiera servir como homenaje al escenario de esta V edición: El Hotel Triana, sustituto obligado de nuestro querido cine Avenida de Verano donde se celebraron las cuatro ediciones anteriores.

“Chiquetete” ha querido brindar el Festival a Manuel Molina reuniendo para ello  a un nutrido grupo de artistas, mucho de los cuales repitieron en la anterior edición, que  representan dos generaciones flamencas distintas.  Si importante es la participación de las veteranos maestros no lo es menos el concurso de la nueva savia flamenca.

Consideramos imprescindible que este festival flamenco se consolide definitivamente y siga los pasos de aquellos otros que tienen su cita veraniega en las vecinas localidades flamencas de  Utrera, Morón, La Puebla, Lebrija, etc. No se puede concebir la Cuna del Flamenco sin un referente veraniego que reúna a los mejores aficionados. Sólo la voluntad y el esfuerzo de todos hará posible que este evento perdure y sea una fecha a marcar en el, cada vez más mermado, calendario flamenco.

A buen seguro que los artistas que participen darán la talla;  esperemos que los vecinos del Hotel Triana sepan ser unos anfitriones de altura, los representantes políticos del distrito ejerzan , al menos con su presencia en el acto, de auténticos embajadores del barrio y que la mayoría de los trianeros pasemos por taquilla para hacer nuestro este festival flamenco. Para los organizadores ,una última petición: en la medida de lo posible y para futuras ediciones sería de agradecer una mayor participación de artistas trianeros que los hay muchos y buenos.

José Luis Jiménez

martes, 25 de junio de 2013

EL DEDO DE RODRIGO


Campito y la plaza de abastos


            Dentro de diez años se cumplirá el tricentenario de nuestra plaza de abastos o lo que queda de ella, que es casi nada como se sabe desde que se levantó sobre el histórico solar el nuevo centro comercial en que la quisieron convertir. Nada de carnes, pescados, verduras y frutas; bueno, esto también, pero más cosas, tantas como caben en un Hiper. Así que renació bastarda, renunciando a sus raíces por aquello de la modernidad que nos gobernaba. Nada, por tanto, hay que celebrar dentro de una década, si acaso recordar el hecho por la importancia que tuvo para los vecinos que, por fin, veían higienizados los puestos antes (des)organizados por el Sitio de las Esparterías y la plaza del Altozano.

            Nada nos gustó que ahuecaran la plaza del sol de Triana para construir el aparcamiento que, decían, demandaba el nuevo centro comercial. Adiós al Puesto de las Flores y a la posibilidad de que el parking sirviera al conjunto del comercio del barrio situándolo, precisamente, bajo el solar que ocupara provisionalmente la plaza, esto es, entre las calles Alfarería y Pagés del Corro. Y ahí nos quedó, en todo el corazón del barrio y rompiendo el clásico paisaje, la oscura y maloliente boca del averno.

            Los años transcurridos y especialmente en estos recientes, aquella plaza de abastos ascendida a centro comercial ha sido, a su vez, reconvertida en… ¿qué nombre le ponemos? Si Campito, sujeto arquetipo, levantara la cabeza nos gustaría ver la cara que pone. Hablamos del abuelo de la actriz Paz Vega, un popular vendedor de plátanos -junto a su esposa- por el centro del antiguo recinto. Campito entraría por Callao, la calle de la Peña Trianera, y lo haría andando a su manera, haciendo el paseíllo, porque no hubo un torero más torero sin serlo.

            Ya lo tenemos dentro. La primera sorpresa será cuando vea que se abre la puerta sin que nadie le dé paso, después todo le parecerá un sueño; una pesadilla más bien. Bares y más bares, cada uno de un estilo, güisquises por doquier, hasta una ostrería… ¿qué…?; tiendas de camisetas, de artículos de regalos ¡y un teatro! ¿Pero qué falta le hacía a la plaza de mis tiempos un teatro, acaso no era suficiente comedia la que se representaba en cada puesto? ¿Es que no había arte entre los placistas de cuando Triana era Triana y las marías amas de casa como Dios manda? Si, de aquellas a las que veíamos todos los días, que éramos como de la familia; se pregonaba cantando y parecíamos actores de un feliz musical. Pobres, si, pero sabíamos lo que era reírse sin pagar una entrada.

            ¿Y estas piedras descarnadas? ¿Un Museo ahí abajo? ¿De qué? ¿De la Inquisición, dice? ¡Madre mía, lo que ha cambiao esto! Yo no entro desde luego, conmigo que no cuenten, que ya llevo bastantes sustos. ¿Y estos puestazos de frutas? Esto sí que es un museo; hacen por cuatro o cinco del que yo tenía… Mejor será que salga porque no me fío de algunas caras que reconozco, y es que las veo en nebulosa, como en una pesadilla de cine; son fantasmas deformados de falsas sonrisas que sólo pretenden encerrarme en uno de los calabozos de los inquisidores.

            Ya de vuelta en la Peña nuestro amigo respirará resoplando sin darse cuenta de que está solo; no es que no vea a ningún conocido, es que no queda nadie; es otra Peña. Así que lo mejor es que dejemos que regrese a esa Chipiona eterna que le acogió y por donde sigue haciendo el paseíllo sin sobresaltos.

Ángel Vela Nieto   

            

domingo, 23 de junio de 2013

EL SANTO JOB AL MUSEO DE LA CERÁMICA



Hoy estamos de enhorabuena en Triana ya que fuentes municipales nos han asegurado que el Museo de la Cerámica inaugurará antes que termine el siglo XXI, y lo que es más importante todavía: su blanca fachada  lucirá con un retablo cerámico del santo Job. Ha costado trabajo explicarle a la corporación municipal que en Triana hace muchos años que se viene usando la referida técnica artística para decorar paramentos; lógicamente le hablamos de Niculoso Pisano y que incluso allí mismo, en el edificio que albergará al futuro  Museo, se llegaron a construir números retablos similares. Tras un  intenso intercambio de cartas y comunicados con los distintos representantes y responsables de las áreas de turismo del Ayuntamiento, de la Junta de Andalucía y de la Diputación, incluso el mismo delegado del Distrito de Triana - de momento  distrito único del Barrio- llegó a dar su opinión, quedaron convencidos que la imagen del Santo Job no estaba relacionada con la paciencia que el pueblo de Triana estaba ofreciendo ante las continuas agresiones y dificultades a las que lo estaban sometiendo los gobernantes. Tampoco guardaba relación con las  continuas e incumplidas fechas de inauguración que, desde el año 2004, vienen anunciado los distintos alcaldes y responsables de área; este hecho habría que representarlo mediante una alegoría del santo del cachondeo que, de momento, no logramos adivinar.

Con el retablo en cuestión hemos querido homenajear a este santo que entendemos es el  patrón del empleo; no en vano Job es el término que se emplea hoy en día para hablar de colocaciones: minijob, infojob, etc. Y qué mejor lugar que la fachada del futuro Museo de la Cerámica de Triana – o Centro de Interpretación-, que a tanta gente tiene colocados, para acordarnos de este santo del empleo.  Nos basta repasar un poco las hemerotecas para darnos cuenta el tiempo que llevamos con este proyecto y la de personal, pagado  con dinero público, que intervienen:

Desde el año 2004, siendo alcalde de nuestra ciudad Alfredo Sánchez Monteseirín, estamos escuchando la idea del proyecto para  un museo de la cerámica en Triana. Ya en verano del 2006, Monteseirín vaticinó su apertura para el verano del 2008, sin embargo, al año siguiente el mismo alcalde prevé la apertura  para 2010.
Durante la Velá de 2008 - en una visita a Triana para vender humo-  Juan Ignacio Zoido, actual alcalde la ciudad, le recordaba a Monteseirín, en relación con el proyecto del  museo, lo siguiente: “Los proyectos no pueden dilatarse en el tiempo y que pasen los años y las legislaturas sin que se haga nada” y de paso le proponía que “ la idea es que el museo, además de ser un centro de formación sea una escuela taller….”
El 25 de mayo de 2010, en la Peña Trianera, Monteseirín, acompañada de la última delegada de distrito trianera  junto con el delegado provincial de  la consejería de Turismo, presentó el proyecto para la construcción del Museo, estimando su  inauguración para febrero de 2011.
El 27 de marzo de 2012, el gerente de la empresa Plan Turístico de Sevilla Sotero Martín aseguró que las obras terminarían en abril de 2012 y se inauguraría para otoño del mismo año.
En Septiembre de 2012 son recepcionadas  (¿?) las obras del edificio y se promete su apertura a fínales del 2012 o a principios  del 2013. El acto de recepción se realiza en el Día Mundial del Turismo con, al menos los siguientes responsables:
Curro Pérez como Delegado del Distrito Triana.
Gregorio Serrano  como Delegado de turismo del Ayuntamiento de Sevilla.
Amador Sánchez: como gerente de la empresa Prodetur, una sociedad instrumental de la Diputación de Sevilla con fines de promoción del turismo.
Granada Santos como delegada territorial de la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucia.
Otros responsables del Plan Turístico, del Consorcio de Turismo y de la Confederación de empresarios.
En enero de 2013, durante la celebración de la Junta Municipal del Distrito Triana, el delegado Curro Pérez asegura que el museo abrirá en breve.
El 21 de mayo de 2013 el consejero de turismo de la Junta de Andalucía, Rafael Rodriguez, dice que el Museo abrirá a finales de junio o principios de Julio de 2013.

Supongo que podrán entender que esté más que justificado el retablo del  Santo  Job,  santo del empleo, en la fachada del futuro museo de la cerámica. Tendremos que convenir que sin la ayuda de este mártir difícilmente hubieran encontrado empleo tanta gente, al menos como adivinadores del futuro lo tendrían difícil.

Ahora me marcho para la calle San Jacinto a ver si encuentro algún bar abierto para celebrar la inauguración del Museo de la Cerámica, de paso me enteraré quién es el patrón del cachondeo para proponer un retablo suyo en algún lugar de Triana. Me han dicho que se ha formado una comisión de expertos para decidir dónde  colocar los azulejos con el nombre de Triana, aquellos de la zapata, y seguro que dicho foro será el lugar adecuado para el estudio de la ubicación del santo cachondo.


José Luis Jiménez

viernes, 21 de junio de 2013

EL DEDO DE RODRIGO


San Jacinto, pase (o) de temporada


            Vaya por delante: A medida que pasa el tiempo cada vez estoy más convencido de la locura que fue peatonalizar este tramo crucial de la principal vía de Triana. No me gusta hacer masa, pero estuve en la primera manifestación que protestaba contra la dislocada idea que se sabía iba a provocar graves dilemas. San Jacinto, con o sin coche, fue siempre la calle comercial –con Castilla- y la preferente para el paseo –con Pureza y Betis-, así que si ahora se ve a todo el mundo por ahí no hay que extrañarse porque es lo que los trianeros hicieron desde la edad más temprana.

            José Luis Jiménez, sufridor en primera línea de la nueva calle San Jacinto, la llama “la calle de los veladores”. Si, y de muchas cosas más que la identifica hoy. Cosas como las bicicletas asusta-viejos, los artículos en venta –germen de mercadillo, lo que faltaba-, los coches que de pronto irrumpen, unos por tunantes, otros por despistados y otros para coger esa vía increíble que permite enlazar Alfarería con Rodrigo de Triana, Lipasam y sus “monstruos amarillos”, la pareja de motoristas... Todo esto amén de las paradas habituales de grupos que tienen aquí sosiego y recreo visual y que a veces recuerda aquella película de José Isbert, “El cochecito”. No pueden faltar los números de circo, los vendedores y músicos ambulantes, los pedigüeños organizados y por cuenta propia… todo un mundo que hace de la calle peatonal la menos indicada para un paseo.

            Pero como hay que llenar los bares, antiguos y modernos, y hacerlos rentables pues para eso está “la terraza”, si no hubiera sido imposible la apertura de tantos en ambas aceras. Y ahí tenemos los veladores rebosante de forasterío copando lo mejor del espacio quedando lo justo para que los aborígenes transiten en fila india si no quieren invadir el prohibitivo carril bici con su latente peligro. Peatonal sería si las bicicletas y los veladores hicieran mutis por el Altozano arriba, pero mientras no sea así, de peatonal, nada, un engaño que era lo que nos temíamos todos aquellos de la inútil protesta de la que huyó el delegado, dejando el barco de la Tenencia a la deriva (las elecciones lo acabarían de hundir). Y no digo nada de un alcalde que decían que vivía en Triana...

            Así que como es camino obligado, como siempre fue, la gente local pasa de un lado a otro mientras los forasteros se acomodan a las primeras de cambio en su callejero y gastronómico sitial. En invierno son los veladores de los nones los más apetecidos, en verano los de enfrente hasta que el sol se despide a la hora del café e iguala el panorama. Y todo este abigarrado ambiente, esta extraña conjunción de personal y vehículos, ha creado lo que se puede titular “el espectáculo de San Jacinto” que adquiere visos Berlanguianos cuando la capilla de la Estrella atrae a los encopetados asistentes a una boda; entonces se convierte en pase de moda femenina. Y así, todo se mezcla componiendo un vibrante y dislocado escenario al que sólo le falta la taquilla y un cartel que avise: “Aún quedan abonos para la temporada de verano.


Ángel Vela Nieto.   

miércoles, 19 de junio de 2013

LA "CALLE DE LOS BARES" O EL "PUERTO DE LOS MULOS"

Puerto Camaronero de García Ramos

 Desde tiempo inmemorial, la orilla trianera del río ha sido  lugar frecuentado por pescadores, carpinteros, barqueros, calafates y rederos, entre otros oficios artesanos vinculados a la  ribera fluvial. La construcción del puente de barcas diferenció dos tramos de distinta actividad en esta orilla derecha del Gualdalquivir. El primero, y de mayor actividad, lo constituía el tramo que iba desde las Bandurrias al Altozano y el segundo, desde este a la Cartuja, marcado más por el servicio del río hacia las casas de la calle Castilla y, durante el tiempo de las almonas, como entrada y salida de la materia prima y jabones.

La “Calle del Río”,  “Vera del Río”, “Orilla del Río”, o “Acera del Río”, son los  nombres con los que se ha nombrado a la actual “Betis”, sin dejar de mencionar el  más antiguo conocido que, según M. Macías, fue el de “Calle del Rey”.  La importancia y relevancia del enclave lo demuestra la gran cantidad de inmuebles de interés que se han establecido en el mismo, destacando el Castillo de la Inquisición,  La Universidad y Hospital  de Mareantes, El Convento del Espíritu Santo, La Casa de Socorro,  y diversas casas señoriales. La pérdida del comercio con las Indias en favor de Cádiz supuso el inicio de la decadencia de esta calle que se vio sometida al azote del río y al de la propia  crisis económica. Con objeto de salvar el caserío más expuesto a las grandes avenidas del Guadalquivir se construyó el gran murallón que nuestro actual alcalde estaba dispuesto a alicatar y que  los “salvadores de Triana” - amigos de la cal de Morón- no permitieron; pese al empeño del delegado que lo presentó como un  “proyecto impactante”.

Pero nuestro paseo fluvial, testigo y protagonista de tantísimas Velás de Sant’ Ana, ha seguido soportando crisis, riadas y alcaldes forasteros, sin perder nunca ese carácter especial que le han marcado sus corrales, tabernas y personajes que la han habitado. Y si el paseo por esta orilla es todo un placer que permite conocer gran parte de la historia de Triana, no lo es menos la perspectiva que, desde aquí,  nos ofrece la otra orilla  donde la Maestranza adquiere su mejor perfil artístico y la Giralda hermosea como la más bella sevillana.

Pero tanta esencia de este enclave no ha despertado la imaginación e interés de los últimos alcaldes sevillanos. Zoido y su predecesor han sido los grandes impulsores de los bares y restaurantes, algunos envueltos en grandes adefesios que asoman al río en clara competencia con la Torre del Oro. Pese a que la zona se catalogó como acústicamente saturada - desde Plaza de Cuba hasta Plaza de Armas, incluyendo una  parte de la peatonal  San Jacinto- a nuestro alcalde no se le ocurre otra cosa que proponer un plan para abrir terrazas en el mismo río. No le basta con convertir al Mercado del Altozano en el “Museo de la Tapa”  o a la calle San Jacinto en el “Paseo de los Veladores”, no, ahora pretende bautizar con manzanilla a los mismísimos barbos, en una zona a la que llamarán “Muelle Camaronero” y que suponemos se referirán, por error, al Puerto de Camaroneros.

Desde la zona conocida como las Bandurrias, cercana al Convento de Los Remedios, y en la dirección del Puente de Triana, nos encontramos con los puertos de Triana. El primero el de Las Muelas; por estar repleto de muelas de molinos que permitían la reparación de los barcos a modo de dique de astillero. A continuación se encontraba el Puerto de las Mulas por ser la zona donde existían concentraciones de estos animales que servían como medio de descarga y transporte de la flota fluvial. Y por último el Puerto de Camaroneros, lugar de amarre de los pescadores del típico crustáceo, donde, hasta la construcción del Puente de San Telmo, existió un embarcadero que permitía a las falúas realizar el servicio de transporte desde Triana  a la escalerilla de la Torre del Oro y cuyas clientas principales eran las cigarreras que trabajaban en la Fábrica de Tabacos.

La Falúa

Ante la  falta de cigarreras, de falueros, de pescadores, de carpinteros y demás oficios de  ribera, unido a la  falta de imaginación y excesivos  perisodáctilos nacidos de caballo y burra, terminarán nombrando a la calle Betis como “Calle de los Bares” o “Puerto de los Mulos”.

José Luis Jiménez








lunes, 17 de junio de 2013

EL DEDO DE RODRIGO

Descubriendo a Twitter



            ¿Qué podían enseñar los hijos a los padres de entonces? Si acaso la música de Los Beatles o de Elvis que le resbalaría a éstos por el tobogán del desinterés, tan apegados por siempre a Los Panchos y Pérez Prado. La “modernidad” no iba con ellos, pero hoy todos, abuelos, hijos y nietos estamos atrapados por la misma red que obliga a estar al día. Así que tuve que recurrir a una de mis hijas para que me dijera que era lo de Twitter de lo que tanto me hablaban los amigos. Y dicho y hecho.

            Descubrí las “redes sociales”, al menos una de ellas; si antes los que querían mantener su voz y sus opiniones en Internet no tenían más camino que abrir un blog, ahora se puede telegrafiar todo lo que uno quiera en conversación o en plan soliloquio, siempre en el mejor ejercicio de síntesis gramatical, ni una letra más. ¿Y qué he visto? Muchas caras conocidas, gente importante enganchada al sistema; un racimo bien apretado de periodistas que avanzan en títulos sus próximas crónicas. Y me he reencontrado con algunos amigos que, como todos, tratan de epatar, de ser ingeniosos o certeros en las opiniones sobre cualquier asunto más o menos trascendente. Es la actualidad la que prima: en política, en deporte centrado casi exclusivamente en fútbol, pero lo que más me ha llamado la atención es la apretada y entusiasta proliferación de capillitas.

            El nuevo periodismo da la impresión, al menos en Sevilla, de que sólo tiene cuatro vías para la supervivencia: la política, el balompié, las cofradías y los sucesos escabrosos; se ve en las televisiones locales, y aquí, en twitter, es más palpable aún. Política, fútbol y cofradías copan el ochenta por ciento del contenido de la jornada. Uno se entera de lo que se cuece o se va a cocer en estos ámbitos, al par que apreciamos un cierto recreo poético-coplero que parece que se ha puesto de moda; las letras de soleares se suceden como en el cancionero de Demófilo. El definitiva, todo el mundo busca que lo suyo se retwittee o se señale como “favorito”. Y nada digo del marcador de “seguidores”; la vanidad o el triunfo en esta cosa se mide por ahí… “Pues yo tengo tropecientos seguidores…”.

Triana está más que representada, esto es, que entidades o particulares se centran en lo que ocurre en esta orilla, pero, ay amigos, lo sabemos todo de las hermandades y estamos requeté informados de los pasos que han salido y los que están por salir; todo sobre los hermanos mayores y menores… pero falta la crítica, el sentido profundo del estado del barrio, falta el compromiso formal y, por lo que se ve, el conocimiento de la historia y el presente de Triana más allá de lo banal, lo rutinario, lo intrascendente. Igual que observamos en su día que ocurría con los blogs trianeros, en twitter se repite la historia. Cofrades, periodistas, seguidores del Pepé y del Pesoe, diarios cibernéticos y similares se ocupan sólo de lo mismo que la Junta de Distrito cuando se reúne.

            Y uno hace lo que puede para cubrir el ancho hueco, y lo hace con la esperanza de que se lea, y hasta se adoba con alguna letrilla, que estamos en tierra flamenca... Y ahí andamos (anímate, José Luis Jiménez) como un “moderno” más. Antes sólo mirábamos los blogs interesantes, ahora hay que sacar tiempo para atender al clamor de este nuevo patio de corral de vecinos en noche de verano.  
    

Ángel Vela Nieto

viernes, 14 de junio de 2013

VEO VEO: PLAZA DE LA MAGDALENA-TRIANA (VIENTO SUR TEATRO)



Estoy en la cola del 40 para volver al barrio, no soy mucho de coger autobuses y la espera se me está haciendo interminable, pero voy cargado y no puedo llegar andando. Me acuerdo de los primeros años de facultad en los que tenía que coger a diario el autobús, una mañana me preguntó una mujer en la parada si estaba llegando el colorado, medio dormido como estaba, no entendí la pregunta y le contesté que era el 5, pero ello insistió: “el colorado o el azul”, entonces me fijé que el cartel donde venía el número tenía el fondo azul… Aquella mujer, que llevaba el mismo moño y se vestía con el hábito del carmen, bien podría ser mi abuela; comenzaban los ochenta y muchas personas mayores eran todavía analfabetas, otro de los amargos frutos del franquismo.

Llega el autobús y me monto, no conozco el recorrido y me sorprende gratamente que llegue hasta la barriada del Carmen. Hay una parada justo en la puerta del nuevo teatro, junto a las instalaciones deportivas del Campo del Huevo, ese espacio que mis amigos de la zona conocían como las montañas.



El teatro de Viento Sur tiene las puertas abiertas, el pasado sábado sus tablas acogieron la primera función, una comedia representada por los alumnos de segundo curso. La sala estaba a rebosar, fundamentalmente de amigos y familiares de los actores. No paré de reír y a la salida fue un placer charlar con estas jóvenes promesas, felicitarles y, por qué no, compartir con ellos ese subidón que dan los aplausos. Una de las chicas que actuaron es la autora de este hermoso mural que adorna una de las paredes exteriores, no todo es botellona, no señor.



De todo aquello poco queda en esta mañana, sobre unas tablas vacías, Jorge Cuadrelli prepara el nuevo espectáculo junto al técnico de luces y sonido, un auténtico chico para todo (perdóname, pero no recuerdo tu nombre), deben preparar un escenario y, como siempre, echan mano de la imaginación, principalmente, y de los cientos de tablas y cachivaches que guardan en el almacén. En esta escuela el teatro se aprende y se hace, nada de pamplinas, mucho trabajo y mucha disciplina, aquí todos están dispuestos a echar una mano en lo que sea,. Por ejemplo, cuando terminó el espectáculo del otro día, Jorge fue el primero que comenzó a recoger las sillas.



Los dejo trabajando y me escabullo hasta el almacén, donde la máquina de fotos se crece y no para de mirar a un sitio y a otro, en aquella esquina un caballito sonriente de cartón descansa sobre una ventana con cortinas y macetas de flores de papel, mucha ropa, de princesa, de campesino, de alguacil, de caballero, de viejo alcahueta, es la habitación donde duermen los personajes que los alumnos tendrán que ir despertando, a los que prestarán su propia sangre para hacerlos renacer, más allá, tablones y puertas, perfiles, tacos, marcos, paneles, cajones…

Me encanta el olor de este almacén, me recuerda a una imprenta, pero también tiene algo de vieja panadería y de taller de costura, no soy capaz de descifrar estos aromas, quizás sea la fragancia del teatro que lo impregna todo. 

Jorge y Maite están empañados en que sean muchos los fines de semana que el teatro abra sus puertas, seguro que también son capaces de conseguirlo.
Rafael Martín Holgado   

miércoles, 12 de junio de 2013

LA CAPILLITA DEL CARMEN

Fotografía de la portada del libro Aníbal González de la serie Arte Hispalense.

La  fotografía de la Capillita del Carmen que encabeza esta entrada es anterior a la última remodelación del Puente ocurrida en el año 1976, tal y como lo delatan  la barandilla de piedra, a modo de baluarte, y el acceso a la Capilla que se encuentra  al mismo nivel que la calzada.

El origen de esta venerada capilla hay que buscarlo en un pequeño retablo que existía en la entrada, desde Triana, al desaparecido Puente de Barcas, donde se ubicaba el cuadro  de la Virgen del Carmen. Ante la desaparición del primitivo puente, y mientras que se construía el actual, la pintura se instaló en una capilla provisional en el trasladado puente de barcas, pero por la entrada desde Sevilla. Una vez construido el  Puente de Isabel II, se realizó otro traslado a una nueva ubicación, esta vez  junto a la Torre del Reloj del Altozano. Se trataba de una modestísima capilla con una ventana que permitía ver el retablo de la Virgen.  Sin embargo en el año 1924, debido al ensanche del Altozano, toca mudarse de  nuevo, esta vez a la Iglesia de Santa Ana.

Tras el último derribo y por aclamación popular de los trianeros    se encarga el proyecto arquitectónico de una nueva capilla a Aníbal González quién concluye el proyecto  a finales de 1924. Las obras,  que se extendieron hasta julio de 1928, fueron pagadas mediante una suscripción popular  y la donación de diversos industriales del barrio.

Revestimiento cerámico de la cúpula donado por industriales de Triana.

La construcción, ubicada en un complicado emplazamiento propiedad de la Junta de Obras del Puerto, está conformada por tres edificios con geometrías y funciones distintas: La capilla de planta circular, la torre, de planta octogonal, con una escalera interior de complicadísimo diseño y la unión de ambos edificios con un cuerpo rectangular que hace la función de sacristía.

Cupulín con las Santas Patronas y la Giralda. Donado por Manuel García Montalván

La decoración, tanto interior como exterior está resuelta delicadamente por Aníbal González empleando como elementos fundamentales el  ladrillo, la cerámica y la forja, convirtiendo a este monumento en una exposición permanente de la exquisita artesanía de Triana, pese a que en la actualidad parecen mayoría los que prefieren mirar hacia el mojón de Godzilla y su entorno.

Cruz de forja como remate de la cúpula. 

La próxima vez que lleguen al Altozano párense frente a la Capillita y contemplen detenidamente el retablo cerámico interior, los azulejos de los cúpulas, las pilastras corintias de ladrillos, el cupulín que da cobijo a las Santas trianeras en compañía de la Giralda, los jarrones cerámicos de la torre, el cancelín y la cruz de forja, a Marchena , sereno permanente de Triana posado en la  veleta, y por supuesto a la  Virgen del Carmen, culpable de esta maravilla.

Veleta que remata la torre con el sereno Marchena acompañado de  farol y chuzo.

Y por último, tras la contemplación,  un ruego:  si tienen dos minutos se dirigen a la colindante plaza de abastos y buscan un establecimiento, creo que de capital mallorquín, de nombre “Ostrería Platinum” y le piden al encargado que haga el favor de quitar la pancarta que suele colocar sobre el Puente de Triana ya que supone un insulto y falta de respeto a este entorno monumental y, si disponen de otros dos minutos más, le ponen una queja al Delegado del Distrito que reforzará las acciones que se están llevando a cabo para que, de una vez por todas, desaparezcan estos carteles.

Pancarta que de forma permanente atenta contra la Capilla y el Puente sin que actúen las autoridades eficazmente.


José Luis Jiménez

lunes, 10 de junio de 2013

EL DEDO DE RODRIGO



Jesús Heredia

            Llegó del pueblo del siete, su número de la suerte: siete “Niños”, siete torres… Allí dejó sus primeros cantes y sus sueños primeros. Y con las alforjas cargadas se hizo trianero, nacionalidad que conserva a pesar de que los vientos tormentosos de la vida se lo llevaron para Villamanrique. Jesús Heredia cumple sus primeros ochenta años y quiere celebrar su fresca juventud ganando el trofeo de los cantes de Levante, así que se ha hecho de un racimo de nuevas letras y con ellas ya fijadas en su memoria -recámara cantaora- se presta al viaje, el inicial de este tiempo que estrena.

            En una época en que nuestra juventud se atrofia las córneas y las rodillas ante las pantallitas, grandes y pequeñas, y le llega todo hecho para saciar lo que su mente, poco exigente, le demanda; en este siglo que luce sobre sus años un hormiguero de inquietantes incógnitas, todavía hay seres humanos que no desmayan, que se enganchan a los sueños siempre renovados, y ahí están dispuestos a satisfacer a Quien los creó. Porque en el caso de Jesús hay que decir que nunca está sólo en esos afanes; lo empuja una fuerza divina y él es muy agradecido, esto es, que su idea de Dios es el gimnasio que lo mantiene en forma en cuerpo y alma. Hasta ha vencido un ataque feroz de esa enfermedad del nefasto récord.

            Jesús es uno de los artistas flamencos más generosos, pocos le ganan en la carrera de llegar primero a la meta de los homenajes. Y siendo hombre de homenajes nunca pregunta cuándo llegará el suyo, seguramente por eso que apuntamos: se siente joven y hay tiempo. No obstante, ha llegado a nuestros oídos que el manzanillero pueblo de Umbrete, a través de su peña flamenca, le prepara una carga de abrazos refundidos en el metal de una placa… seguramente. Será un acto de justicia que algún día se repetirá en su patria adoptiva, la que él adoptó, pero como digo sólo le preocupa mantener el prodigio que es su voz, instrumento con el que ha hecho y hace feliz a la gente que gustan del buen cante sin aditivos, celosamente puros, que es el estandarte que blandea sobre los escenarios desde que eligió ese camino.

            Se trata de un maestro que ejerce la didáctica del cante, que ha rescatado del oscuro fondo de la mina flamenca estilos fuera de la memoria de quienes se dedican profesionalmente al arte más andaluz. Que se siente a gusto mandando a su voz al rescate de los sones añejos, casi desconocidos, dejados fuera de la moda del cante. Y muchas veces lo hemos escuchado en esa pequeña-gran ágora sabatina del bar El Ancla, haciéndonos receptores de sus descubrimientos, dejando en nuestros oídos los minerales sonoros arrancados de las entrañas del olvido.

            Honores a los jóvenes veteranos por su ejemplo, por abrirnos el alma a la vida plena, sin resquemores, sin tristezas, sin falsos fracasos. Jesús Heredia, norte hacia el que hay que virar nuestra dirección.

Ángel Vela Nieto


sábado, 8 de junio de 2013

CHAMIZO DEFENSOR


Pese a la cercanía física de Triana con la oficina del Defensor del Pueblo Andaluz no hemos visto con demasiada frecuencia al titular de la misma pasear por nuestro Barrio. Sin embargo, hemos sentido  su presencia y apoyo constante. Sin lugar  dudas el trabajo de José Chamizo ha calado entre los andaluces y no en vano ha sido la institución pública mejor valorada por el pueblo andaluz.

Tras  diecisiete  años en el cargo ha llegado la hora de la despedida. Por unanimidad,  los tres grupos políticos que gobiernan Andalucía –PSOE, PP e IU-, han decidido poner fin al mandato de Chamizo como Defensor del Pueblo Andaluz. Los mismos partidos que gobiernan prácticamente el 95% del estado español a nivel municipal, autonómico y nacional, los mismos que no son capaces de ponerse de acuerdo para poner fin a tanta corrupción política, con origen en la sede de sus propios partidos, los que miran para otro lado ante la infinidad de desahucios, los que ahora pretenden esconder a tantos pobres e indigentes que habitan en las calles de nuestras ciudades,  los que les importa un bledo que las cifra de parados sigan creciendo y los autónomos y los pequeños y medianos empresarios sigan arruinándose, esos mismos que con sus recortes están haciendo imposible la vida de los dependientes  y ciudadanos con escasos recursos; esos mismos son los que por unanimidad se han puesto de acuerdo para eliminar a un verdadero defensor del pueblo andaluz.

Culpa Chamizo de su destitución a una antigua conocida de nuestro barrio, a una joven trianera cuya única experiencia laboral demostrada ha sido la de acaparar cada día más poder, pese a no aportar conocimientos de nada. El perfil de esta política paisana, que pese a su corta edad y conocimientos ocupa cargos de máxima responsabilidad, es el claro ejemplo de la clase política que nos gobierna; y, claro,  así nos va.

Sólo nos queda despedir a Chamizo como se merece, deseándole salud y fuerza para que siga con esa  lucha en favor de los más desfavorecidos, a la vez de tener la suficiente confianza en su sucesor para que mantenga con dignidad a esta institución.

GRACIAS CHAMIZO, GRACIAS DEFENSOR.


José Luis Jiménez

jueves, 6 de junio de 2013

EL DEDO DE RODRIGO

Silverio por Moreno Galván
       Y el cante se hizo pan

            Mientras se inauguraba en la sevillana calle Rosario el primer café cantante de la ciudad, el de Silverio Franconetti y Manuel Burrero, en Triana la afición flamenca se extendía por todo su hemisferio geográfico, gitano y castellano, porque propios y comunes fueron también los misteriosos orígenes. El gran Silverio es buen ejemplo de la extensión andaluza del cante en sus formas gitanas sin ser de esa raza. En Triana ya existían profesionales, modo de vida honorable, en opinión de Torcuato Pérez de Guzmán, para algunas familias herreras o de otros oficios. Anticipemos, sin embargo, que sólo una minoría de los que en Triana poseían facultades se decidieron, a lo largo del tiempo, por el profesionalismo, demasiados apegados a su gente, trabajo y quehaceres naturales y enemigos de viajes y trasnoches. Esta es, precisamente, la grandeza flamenca de Triana.

            Respecto a Silverio Franconetti y su relación con Triana, hay que decir que no sólo tuvo el gran cantaor querencia de esta orilla, sino que, además, encontró aquí el amor romántico que acaba en boda; su segunda mujer vivió y falleció en Triana. La primera se le escapó por celoso; la trianera se mantuvo enamorada y solícita sin, al parecer, ser correspondida en la misma medida. Así fue el Silverio amante, según las noticias de su intimidad. Francisco Coves, el reportero periodístico del trianero Barrio León, detalla en el semanario Estampa en 1932: “En sus dos grandes amores fue desdichado. La primera mujer se le escapó. La segunda, que aún vive muy viejecita en Triana, le fue fiel y cariñosa, pero ni esto lograba hacer que aquel hombre pasional y celoso, gozara de su dicha”.

            El cante en el arrabal tendrá, en principios, visos de intimidad racial, pero se hará, sin proponérselo, fuente para dar de beber, cerca y lejos de Santa Ana, a cantaores en formación o profesionales sevillanos o forasteros que, en su mayoría, acababan atravesando el puente con ánimo de escuchar y aprender. ¿Cuántos estudiosos coinciden en señalar a Triana como la universidad del cante…? En reuniones privadas o en espacios abiertos al público interesado, Triana no dejaba de ser un pueblo que miraba a sus adentros, aferrado a sus costumbres y a sus modos de vida, como un rito que se abría en reclamo, vencida –o convencida- por la necesidad y la fuerza de la demanda externa. Y todo ello sirve para que el sabio Juan Talega asevere más que convencido: “El cante bueno, tal y como nos ha llegado, tiene un par de siglos, y desde luego nació en Triana, esto está más claro que la luz del día. La toná, el martinete, la seguiriya y la soleá las hicieron los gitanos de la Cava trianera”.

            En 1853 se anunciaba en Madrid sesiones de música flamenca y se esperaba allí la presencia de El Planeta y de María la Borrica. Este año Juan de Dios, al que Estébanez Calderón le escuchó en Triana el polo tobalo, y su hija que era bailaora, actuaron en la capital de España.

            Y recordemos para cerrar el epígrafe a Preciosilla, “famosa en Triana por cantar la rondeña”, es la gitana del Duque de Rivas (“Don Álvaro o la fuerza del sino”) que llegaba al aguaducho del puente de barcas templando su guitarra.


Ángel Vela Nieto   (del libro “Triana, la otra orilla del flamenco”)

martes, 4 de junio de 2013

LIPASAM: UN ATROPELLO PARA EL CORPUS CHICO.



No es la primera vez que lo denunciamos; ya el año pasado, en estas páginas, referimos el dudoso protagonismo que tuvo  la empresa pública de limpieza, LIPASAM, durante la celebración del Corpus Chico.




Cuando todo un barrio se echa a la calle –muchísima gente joven- y participa de una fiesta que marca el verdadero carácter de puebla de nuestro arrabal; cuando infinidad de trianeros pasan toda la madrugada adornando con esmero esos bellos altares y engalanando balcones, nadie, por muy empresa municipal que sea, tiene derecho a tirar por tierra tanto esfuerzo,  dedicación y, en definitiva, amor por Triana.




Ya va siendo hora que a esta empresa sevillana anaranjada, desveladora, desafiante, amenazante con injustas huelgas, muy mal dirigida por el cargo político de turno,  y que hace de su capa un sayo, alguien le pare los pies y le cante las cuarenta. A estos que cruzan impunemente las calles peatonales, pese a tener en su haber atropellos mortales recientes, a estos que se pasan por el forro los decretos de contaminación acústica – a quién no lo han despertado a media noche los camiones de recogida de basuras o a las 6 de la mañana las grandes y ruidosas barredoras o limpiadoras- a estos, hay que decirles: ¡basta ya!




La fotografías que ilustran esta entrada demuestran cómo toda una procesión de máquinas ruidosas y espantosas, atemorizaron a la multitud que estábamos disfrutando con nuestro Corpus.



La primera avanzadilla, a modo de cruz de guía, eran un nutrido grupo de operarios, con sus túnicas naranjas y grandes cepillos para, de una manera suave, ir apartando al personal; tras ellos, un tramo, diputada incluida,  formado por  un variado grupo de estrafalarias y escandalosas máquinas y por último la gran espuerta corporativa para las zonas donde las personas ya no podía ni apartarse.




Doy fe de diversos momentos de tensión que se pudieron vivir, incluido atropellos, y todo ello a escasos metros del paso de la Custodia. Como última anécdota, a la puerta de la Iglesia de Sant’Ana,  el atasco y tremendo ruido de una de las barredoras, y lo mejor de todo: el desatascador reversible que usaron los ingeniosos operarios de Lipasam.




Y, olvidándonos de momento de estos señores anaranjados, destacar un año más la bonita mañana que pudimos vivir en Triana con gran participación de jóvenes que nos aseguran la continuidad de este gran día.  Excelente el trabajo de todos los que contribuyeron con el exorno de los balcones y calles; perfecto el sonido de las bandas e inimitable el genuino sabor de Triana en este Corpus Chico cada día  más grande.




José Luis Jiménez




domingo, 2 de junio de 2013

VEO VEO: LA TRIANA OCULTA




Hace unos días me llegó una invitación de María Paz Hidalgo Aznar de una charla que va a dar sobre María Niño el próximo miércoles, día cinco de junio. No es la primera vez, que sobre un tema trianero, esta profesora de Bellas Artes, nos va a deleitar. Os dejo la invitación que para este acto ha realizado, cuatro frases que nos incitan a estar en Las Columnas para escuchar lo que nos quiere decir esta trianera, con mayúsculas:


María Paz Hidalgo Aznar, TRIANERA de
Vocación (desde hace cuarenta y cinco
Años) tiene el gusto de INVITARLE a la
Charla que sobre el tema LA TRIANA
OCULTA: MARÏA NIÑO impartiré el próximo
Día 5 de Junio a las siete de la tarde en el
Centro cívico LAS COLUMNAS, dentro de las
reuniones que periódicamente lleva a cabo
allí la asociación literaria A.L.D.E.A.
     
                                  Sevilla Mayo de 2013 

Rafael Martín Holgado.
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