En el cine San Jacinto, inmediato a la
plaza del Altozano, se presentó Manuel Vallejo con su compañía de variedades,
en 1933. Pero es tras la guerra cuando las embajadas artísticas son más
necesarias para levantar el ánimo de un vecindario entristecido, agobiado por
las duras jornadas de trabajo y asediado por necesidades y estrecheces de todo
tipo: transcurría pesaroso “el año del hambre”, un año que duró casi dos
décadas.
Caracol y Lola Flores visitaron el Cine
Avenida en varias ocasiones; la primera fue para animar en una fiesta el gesto
de Queipo de Llano -uno de los suyos-, que apadrinaba a tres chiquillos del
Barrio León; también actuaron aquella noche El Maní y Curro de Utrera.
Finalizando la temporada de 1941, Monserrat presenta en la terraza de la Cava
de los civiles, justo al lado del cuartel, una de sus “óperas andaluzas” en un
programa encabezado por Juanito Valderrama y El Sevillano, con El
Peluso y dos guitarristas excepcionales: Esteban Sanlúcar y Niño Ricardo.
En el cine Alfarería, el 7 de septiembre de 1949, el original flamenco-cómico Guarino,
natural de Puerto Real, actúa “en homenaje a su barrio de Triana”, con El
Sevillano y los trianeros Chiquito de la Cava y Armando Gutiérrez en
el cartel. Precisamente el rapsoda Armando Gutiérrez, junto a la que sería su esposa,
la canzonetista Lolita Arispón, encabezarían la compañía –muy trianera- que un
día de julio se presentaría en la terraza del Alfarería. También en este
escenario cantó Vallejo en 1954, y años después vimos sobre su albero a un
coplero flamenco que deslumbraba: Enrique Montoya, mientras el maestro de
locutores, Rafael Santisteban, cerca de nosotros, comentaba que era mejor que
Manolo Escobar, la otra sorpresa -entonces- de la canción andaluza. Otro de los
cines de verano que en ocasiones ofrecía espectáculos flamencos fue el Gran
Cinema San Jacinto, lugar donde la noche del 27 de junio de 1945 el empresario
Rafael Canela presenta su espectáculo “Fantasía Andaluza” con El Sevillano
–que, recordemos, vivió en Triana-, Rafael Ortega y el anunciado como Campoy
que cantaba justo frente al Barrio León donde tenía su casa.
Además de las llamadas “terrazas
cinematográficas”, los artistas se presentaron muchas veces en las salas de
invierno, el Cine Rocío, Triana Cinema (luego trasformado en el Astoria),
Emperador y Los Remedios. En el Triana Cinema, abierto en la calle Castilla en
1931, cantó La Niña de los Peines en las vísperas de las Pascuas de
1935; vino con El Pinto, Sevillanito, y Niño Ricardo. En el mismo cine
organizó la Falange varios espectáculos de variedades durante la guerra en los
que participaron artistas trianeros como Juan El Tumba y Los Gitanillos
de la Cava.
En el Rocío se presenta la bailaora
Carmen Mora con el omnipresente Antonio El Sevillano con el
espectáculo “El sentir de la copla” con la canzonetista Consuelo de Triana. En
el vetusto cine Rocío, ya en su despedida, ofreció un recital Manuel Gerena en
noviembre de 1969; toda una heroicidad. En el Astoria se celebró en 1976 el
homenaje al Sordillo de Triana y, después, al Niño de la Calzá, y
el Cine Emperador recibió en su vuelta a Triana la rabia cantaora de Manuel
Gerena un día de octubre de 1972. En junio de 1973 se celebró en esta sala
colosal, la de mayor aforo de Sevilla, un festival para recaudar fondos para la
lucha contra el cáncer actuando Abadía, Oliver, El Pintor, Peregil,
Luis Caballero, Naranjito, Curro Fernández, Matilde Coral, Rafael El
Negro, Ricardo Miño, Manolo Domínguez y Antonio Mairena. Esta sala sirvió de
escenario a la Bienal de 1986. Triana fue un arrabal de cines al servicio del
arte flamenco.
Ángel Vela Nieto. De "Triana, la otra orilla del flamenco (2)"