domingo, 12 de diciembre de 2010

LA EXPOSICIÓN CARRANZA EN EL ALCÁZAR


El pasado día 2 se inauguró la exposición de las piezas de cerámica de don Vicente Carranza, poniendo así fin a once años de desencuentros, en los cuales el ayuntamiento ha ido dando largas al acuerdo de cesión y poniendo a prueba la paciencia del señor Carranza.

La cantidad de piezas expuestas es de 171 de las cerca de mil con que cuenta la colección. Están expuestas en tres salas y cada una de ellas lleva una denominación en relación con su contenido.

La primera sala se denomina "Azulejos de la Sevilla mudéjar". En ella se da una explicación de cómo los mosaicos de Roma, los tejidos murales de Bizancio y la costumbre de los pueblos nómadas de revestir sus jaimas con esteras, tejidos y alfombras, son viejas tradiciones heredadas por Al-Andalus que están en el origen del hábito de la arquitectura de cubrir pavimentos, paredes y techos con cerámicas llenas de brillo y color. Los alicatados, los azulejos de cuerda seca, los de relieve o los llamados de aristas, heredan del Islam el amor por la geometría, pero también adoptan del estilo gótico y del renacentista un rico repertorio figurativo. Sirvieron estos azulejos para llenar de color suelos, paredes y techos de la arquitectura andaluza del primer renacimiento durante los reinados de los Reyes Católicos y del emperador Carlos V.

En la sala denominada "Dorados de Triana", podemos observar cómo la tradición musulmana se percibe en su técnica decorativa del procedimiento de esta cerámica, en el carácter geométrico de muchos de sus motivos y en la persistencia del procedimiento de la loza dorada.

La raíz gótica es evidente en los temas figurativos de origen textil, y la influencia renacentista se identifica en numerosos patrones estéticos romanos traidos a Sevilla desde Italia por Francisco Niculoso Pisano hacia 1500. El oro, por ser metal incorruptible, siempre fue asociado a la divinidad y estuvo cargado de valores simbólicos. Los metales preciosos sirvieron en el pasado para hacer vajillas para los poderosos y enseres para el culto divino. La posibilidad de lograr reflejos dorados en simples objetos de barro fue fascinante descubrimiento de la alquimia. Esta tradición llega de Oriente a España hacia el siglo XII y se desarrolla, entre otros lugares, en Murcia, Málaga, Granada, Cataluña y Sevilla.

En la tercera sala, cuyo título es "Un mundo devoto y galante", se nos muestra cómo durante el barroco se producen cambios importantes. Los tejidos, como fuente de inspiración, son paulatinamente sustituidos por la pintura religiosa y también por la profana. Un espíritu narrativo invade azulejos y vajillas que dejan de ser productos de lujo y se convierten en objetos populares, tanto en su clientela como en el estilo de su decoración.

Fachadas de iglesias, conventos, casas y hospitales, pero también retablos murales, situados en los más variados puntos de la ciudad, cumplieron la función de extender lo sagrado a los espacios exteriores y de servir de apoyo a los rituales fomentados por la iglesia católica. El XVIII es también el gran siglo de las lozas sevillanas. Pasadas de moda las cerámicas italianas que dominaron los siglos XVI y XVII, imponen ahora sus modelos otros centros productivos como Talavera de la Reina y Alcora (Castellón). Todos pretenden seguir el ejemplo de las prestigiosas y refinadas porcelanas de Oriente.

En fin, estamos de enhorabuena. Ya podemos disfrutar de parte de la mejor y más completa colección de cerámica de origen trianero. Como reza el refrán: Nunca es tarde si la dicha es buena.


Ángel Bautista Guerrero




sábado, 11 de diciembre de 2010

TRIANA EN EL OBJETIVO DE HOLGADO BRENES (2)


La niebla pone una manto de gasa sobre el arrabal y apenas si puede divisarse la veleta alfonsina de su fe. Casi se desdibuja su paisaje, tal como si hubiese sido un político quien hubiese apretado el obturador para borrarla de un golpe certero. Triana duerme, o sestea, o espera que el sol cuaje sus oros sobre el caserío. El río, como una lámina quieta, apenas si acierta a duplicarla en su espejo, vahído en su pereza.

Triana es una Florencia rediviva a la que hoy ahoga el vapor de la atmósfera. Sólo la forja de su puente isabelino nos señala que es ella, el frente a frente de la Ciudad, su guarda y collación, su orilla esplendorosa.

Y es que hay paisajes que, hasta velados por la bruma, son inconfundibles.


José Manuel Holgado Brenes

Texto: Emilio Jiménez Díaz 

viernes, 10 de diciembre de 2010

BREVES APUNTES PARA LA HISTORIA DE LA CERÁMICA (5)


BREVE DICCIONARIO DE TÉRMINOS ALFAREROS


ALAMINA.- Impuesto o multa que pagaban los olleros por lo que excedían en la carga de los hornos al cocer sus vasijas quebrantando lo dispuesto en las Ordenanzas de la Ciudad.

ALCARRAZA.- Vasija de mediano tamaño realizada en barro blanco ensalistrado, de boca ancha y doble asa, con decoración incisa o de bullones.

ALCOHOL DE ALFARERO.- Mineral de color gris compuesto de azufre y plomo, utilizado para la obtención del vidrio.

ALFAR.- Dependencia donde se elaboran los productos de alfarería y cerámica.

ALICERES.- Pieza vidriada de pequeño tamaño, empleadas para formar alicatados.

ALIZARES.- Pieza rectangular cúbica con un canal interior a lo largo, que sirve para colocar en los ángulos de los muros o en las aristas de las fuentes, asientos y alfeizares.

ARRABÁ.- Hace referencia a los corrales de las ollerías y por extensión a las tareas que se realizaban: trituración de terrones, limpieza del barro, amasado, etc.

ARROBA.- Peso equivalente a 11 kilogramos y medio. También se usa como medida de capacidad: cántaros de arroba, botijos de media arroba, etc.

ATIFLE.- También llamado trébedes. Utensilio de tres pies, realizado en barro basto, que se coloca entre dos objetos evitando que se pegue durante la cocción.

AZACÁN.- Aguador que suministraba el agua portada en borricos.

AZULEJOS DE ARISTAS.- Debido a lo complejo de la realización del azulejo de cuerda seca, al azulejo fresco se le hacían unas hendiduras con un molde de metal y los canales se rellenaban con grasa y manganeso. El nombre le viene dado por las aristas o bordes que dejaban en el azulejo los canales hechos por el molde.

AZULEJOS DE CUERDA SECA.- Se llaman así porque los diferentes colores del dibujo eran separados por una cuerda untada con grasa y maganeso. Era una labor árdua que tenía que realizarse azulejo tras azulejo.

AZULEJOS PLANOS O PISANOS.- Planos por no tener aristas y pisanos por ser el italiano Francisco Niculoso su introductor. Esta nueva técnica revolucionó la industria cerámica, pues el azulejo se pinta como si se tratara de un cuadro, donde primero se silueteaba el dibujo y luego se pintaba directamente. Con la segunda cochura proporcionaba un fino y transparente vidriado que preservaba las fundidas tintas.

BADANA.- Pedazo de tela fina para afinar las piezas.

BASAMENTO.- Hilera inferior de azulejos con motivos diferenciados que sirven de bases a los paños azulejeros.

BARRERO.- Lugar de donde se extrae la arcilla.

BOTIJA PERULERA.- Envase de labor áspera con capacidad de una arroba. Es de forma oval alargada o redonda, con boca estrecha o ancha según el carácter de la mercancía sólida o líquida, dotada de un potente labio para facilitar el sellado y transporte.

CABEZA.- Rueda superior del torno donde se moldea la pieza aprovechando el movimiento centrífugo.

CAÑA.- Instrumento para decorarlas piezas con su punta.

CHAMIZA.- Leña menuda usada como combustible en los hornos.

COBIJAS.- Cajas refractarias cilíndricas en cuyas paredes hay unas perforaciones para introducir unas cuñas y que las piezas queden sujetas por sus bordes y separadas entre sí.

COCHURA.- Periodo en el que permanecen las piezas en el horno a una temperatura entre 600-700 grados. Su duración suele oscilar entre las 12 y las 24 horas. Las piezas vidriadas necesitan una segunda cochura a 900.

COMBUSTIBLES.- Cuando aún no existían en su funcionamiento este tipo de hornos -hoy se usan los eléctricos-. se usaba como combustible el ramón de olivo, la retama y el borujo, que es la pula que queda de la aceituna después de extraerle el aceite.

COLORES CERÁMICOS.- Son compuestos químicos. La mayoría proceden de óxidos y sulfuros metálicos.

COMPOSICIÓN DE COLORES.- El verde se hace con óxido de cobre. El verde malaquita se hace añadiendo una porción de estaño. El verde sucio, mezclando el amarillo corona y el cobalto. El verde tinta se hace añadiendo una porción de cobalto. El azul se extrae del óxido de cobalto. El amarillo se extrae del antimonio. Los violáceos del óxido de manganeso: Y el melado con precipitados de óxido de hierro y antimonio.

CUAJADO.-  Grado de plasticidad del barro dispuesto para modelar.

DORADO.- Técnica de pintura de azulejos o losas que, empleando distintas fórmulas, en las que intervienen el cobre y la plata, proporciona a las piezas el tono para las irisaciones metálicas de oro o cobre.

ENGOBE.- Técnica decorativa consistente en el teñido de la pieza mediante un baño con otra arcilla de diferente color a la usada para el cuerpo.

ESTARCIDO.- Procedimiento de dibujar azulejos aplicando un papel agujereado por donde se fijan los puntos básicos del dibujo mediante una muñequilla con carbón.


Ángel Bautista Guerrero
Fotografías: Emilio Jiménez Díaz




TRIANA EN EL OBJETIVO DE HOLGADO BRENES (1)


Ha sido difícil convencerlo, pero aquí está dando el alma de su objetivo a Triana. José Manuel Holgado Brenes siempre va con su amante colgada del hombro. La mima y la cuida. Sabe que ella nunca lo va a abandonar en esos momentos de amor en los que sus ojos se fijan en cualquier perfil del entrañable arrabal. Él, gigante como un Goliat con corazón de niño, lleva en sus retinas cualquier suspiro mágico del barrio, como lo llevaba Manuel Pacheco en su libretilla peremne de ditero antiguo. José Manuel no pasa por las calles de Triana si no es para robarle en unos segundos parte de su corazón, el instante de una emoción que podría perderse, el halo de un momento que todos vamos a conservar en el espacio infinito de nuestras más íntimas devociones. Por eso hoy le doy las gracias, porque él, como los dos ángeles de nuestro blog: Vela y Bautista, como Caty, Rafa Martín (Holgado también), José Luís, Ricardo, Elisa, Rafael Rodríguez, y cuantos se unirán en esta aventura maravillosa, dejará siempre su pincelada amorosa, inédita, llena de una sensibilidad que a nosotros quizás se nos escapa.

Hoy llueve en Triana y se encharca la vieja puente. Siempre hemos visto el encaje de Aníbal González de pie, veleta y aduana del barrio, fielato de su fe carmelitana. Pero él la captó boca abajo, nadando con temblor en el corazón de un charco, como queriéndose embarcar en su tradición marinera y llevarnos con ella en su suspiro de agua que hoy rodea la modernidad de carriles bicis y flechas indicadoras.

La capillita del Carmen hoy se ha querido perpetuar a través de su objetivo como una sirena que siempre añora los caminos de Sanlúcar.

Tiembla la torre, pero no tembló el dedo disparador de José Manuel. Quizás ella tampoco tembló recordando aquella vieja seguiriya que le dedicó Antonio Suárez cuando la incultura quiso eliminar el puente del que es cabecera: "Al puente de Triana/ no han poío errumbarlo/ porque allí vive la Virgen del Carmen/ que jace milagros".

Este milagro de agua y fortaleza nos lo ha traído hoy al blog este hermano que es José Manuel, que sé, estoy seguro, no nos va a abandonar en esta Triana en la red que ha soltado sus amarras buscando el alma de sus diversas historias.


Fotografía: José Manuel Holgado Brenes
Texto: Emilio Jiménez Díaz

MERCADILLO ESCOLAR SOLIDARIO EN TOMARES



Nota de prensa

El día 11 de diciembre de 2010, en la Plaza del Ayuntamiento de Tomares se celebrará un Mercadillo Escolar Solidario. Participarán en el mismo los centros educativos: Colegio El Carmen, Colegio Al-Andalus 2000, Colegio Infanta Leonor, Colegio Juan Ramón Jiménez y el Instituto Néstor Almendros.
Los beneficios obtenidos en el Mercadillo se destinarán íntegramente a la Asociación Isabel Álvarez, para la construcción de una escuela en Honduras. Esta Asociación estará presente en el Mercadillo.
En el Mercadillo habrá dieciséis puestos, en los que trabajarán alumnos, profesores y padres de los centros educativos participantes, así como otras personas. Habrá animación, música, Cuentacuentos, talleres para los niños y otras diversiones. El Ayuntamiento de Tomares presta su colaboración con el montaje de los puestos y otras tareas de infraestructura. Asimismo colabora la Asociación Tomares Comparte.
De este modo, además, la comunidad educativa de Tomares quiere rendir un homenaje de respeto y cariño a la inspectora de educación ya fallecida, Isabel Álvarez, que impulsó la construcción de escuelas en Sudamérica y que contribuyó con su trabajo en el objetivo de lograr una mejor educación para todos.

Más información: 697952407

jueves, 9 de diciembre de 2010

EL GRAN TRABAJO PARA EL BLOG DE JOSÉ LUIS JIMÉNEZ


José Luis Jiménez está el pobre que no para con el objeto de llevar al día su apartado "De tabernas por Triana", de las que nos está enseñando mucho, ya que está "em-bebido" en el tema. Le ha tocado el trabajo más difícil en el blog: el de ir visitando una taberna y otra taberna para cumplir con su cometido. Con lo aburrido que es eso, y máxime cuando se es abstemio como él. Como podrán comprobar todos los blogueros, la foto es un montaje: montaje en un coche del año de la polka, y con unas de las compañías más tristes y esaborías de Triana: las de Rafael Canela, que es más serio que un entierro en Viernes Santo, la del gran "Saboni", que es sobrio y mayestático en su porte y andares, y la de un servidor, que tengo verdadero pánico al "Gambrinus". ¡Lo que hay que hacer para que esta página siga adelante no tiene nombre!

Mientras Rafa Martín se dedica a la cosa bucólica de los árboles, a si en su corteza se pueden grabar corazones y si las adelfas son venenosas, a las tipuanas y al laurel de indias, José Luis, el pobre, tiene que andar de un lado para otro comiendo jamón en "La flor de mi viña", tan odioso para él; teniendo que probar las pringaítas de "El Ancla", aunque no le gusta la carne; probando gasterópodos y pavías en "Casa Diego", con lo poco que le gustan los caracoles...

Mientras Ángel Bautista se pega su recreo, pacientemente, viendo azulejos por el barrio, José Luis está de los nervios teniendo que probar los productos de "Paladares" o metiéndose un entrecot en "El Carbonero". ¡Nos vamos a cargar a este hombre!. Mientras Caty nos habla de las escuelas -que es un tema que domina-, el pobre de José Luis tiene que entrar a "Casa Paco" para probar un guiso de berza, con lo poquísimo que le gusta la berza...

Mientras Ángel Vela y yo mismo hablamos de los problemas del barrio, no nos acordamos del gran problema que le hemos echado encima a José Luis con llevar nuestra sección de gastronomía. Rafa habla de "El liquidámbar" porque sabe de esto y porque le gusta. ¿Pero mira que endiñarle a un hombre que ni sabe ni le gustan estas cosas tema tan difícil? ¿Hemos sido lo suficientemente conscientes sabiendo que le va a subir el colesterol y que su hígado va a parecer de plastilina de aquí a poco de más de 12 visitas?

Por eso tuve que ayudarle hace unos días, dándole ánimos y apoyándolo en su adversidad; cosa que el resto de los blogueros debería hacer con él de vez en cuando.

¡Qué pena me da cuando veo que le cae la pringue por la barbilla, tan odiosa para él, y que no puede rechazar una copa en nombre de nuestro blog! ¡Qué abnegado trabajador en pro de su arrabal! ¡Qué gran trabajo para el blog el que realiza José Luis Jiménez, al que hemos condenado a llevar la página más triste de nuestra historia diaria!



Emilio Jiménez Díaz (Sólo acompañante)

DE CERCA: ENSEÑAR, APRENDER, EN TRIANA (1)



Triana puede presumir de tener centros educativos de gran categoría. Esto es indudable. Los hay casi para todos los gustos, salvo en el caso de la educación de cero a tres años, porque, ya hemos dejado dicho, que no hay guarderías públicas, sino nada más que privadas, y con la faltita que hacen. Lo he vivido en primera persona cuando mi hijo era pequeño, pues todas las que había tenían la matrícula cerrada mucho antes de comenzar el curso escolar y no puede decirse que tuvieran grandes instalaciones ni mucho menos, sino cosas normalitas. En lo que se refiere a la primaria y la secundaria, no obstante, la cosa varía mucho. Hay centros concertados y centros públicos, lo que no hay es ningún centro privado. En los centros públicos de infantil y primaria podemos encontrar una circunstancia que tiene mucho que ver con la falta de planificación de los políticos con respecto al crecimiento del barrio, porque, podéis ver en un plano de Triana cómo los colegios están en la misma zona, con la sola excepción del Colegio Rico Cejudo, que está en la Dársena. Pero hay dos casos que explican claramente esto que digo: dos colegios, el San Jacinto y el José María del Campo (antiguo Reina Victoria) están en la misma calle, uno enfrente del otro, algo completamente insólito e innecesario, tanto es así que se hacen la competencia en el proceso de escolarización. Lo mismo ocurre con el Elena Canel y el Colegio San José de Calasanz.
El Colegio José María del Campo ha encontrado su forma de diferenciar la oferta educativa que presenta por medio de una sección bilingüe de francés que lleva ya unos años de trayectoria. En cuanto al Colegio San Jacinto, prefiero no opinar. Ambos como digo, están en Pagés del Corro, pegados a la calle San Jacinto, con lo que se demuestra la improvisación de las administraciones educativas y municipales, ya que la zona de expansión y las familias más jóvenes no están precisamente en esa zona, sino en el oeste. Pero, como suele ocurrir, la realidad le enmienda la plana a los políticos y las personas tienen que trasladar a sus hijos muy lejos de donde viven, por mor de una planificación defectuosa, que no prevé el crecimiento demográfico y la natalidad en determinados momentos y lugares.
En Triana hay otros colegios públicos, que están, curiosamente, como he dicho, en la misma zona, la de la calle López de Gomara. El Elena Canel era un colegio con mucha solera y cerca de él hay otro centro casi desconocido, con muchas aulas y espacios y muy pocos alumnos, el San José de Calasanz, por eso que os digo de la mala previsión. Ahí está instalado el equipo de sordos, y tienen incluso comedor y aula matinal, aunque el lugar en el que se enclava hace tiempo que dejó de tener un número de alumnos consistente para mantenerlo.
Si hablamos de colegios, para mí el mejor de todos es el Rico Cejudo. Es un colegio pequeño, familiar, con un equipo de profesionales extraordinario y unas ideas educativas muy claras, que dan lugar a que los alumnos que ahí estudian salgan con una gran preparación. Lo sé por experiencia, pues mi hijo estudió en sus aulas desde tercero de primaria y tuvo unas maestras maravillosas, que le enseñaron muchísimas cosas, cosas que antes no le habían enseñado en otro sitio.

 


Además de estos colegios públicos de Infantil y Primaria, en Triana hay centros concertados que imparten estas enseñanzas. En la calle San Jacinto está el Protectorado de la Infancia, que tiene un edificio precioso. En la calle Conde de Bustillo están los Salesianos de Triana, un centro con mucha solera en el barrio, que ha ampliado sus instalaciones y que, como los Maristas, que está en el límite con Los Remedios, tiene muchísima demanda. También hay otro centro concertado religioso en la calle Pagés del Corro, el de Nuestra Señora del Rosario, al lado del comedor que acoge a tanto necesitado cada día. Todos los centros concertados de Triana son ahora religiosos, pues desapareció el que estaba en los pisos de los agentes comerciales y que ha sido sustituido por una guardería privada.
Según parece, el terreno que ocupa el polideportivo Antonio Álvarez, frente a mi plaza, estaba destinado a ser zona escolar. Los motivos por los que no se dedicaron a este menester no los conozco, pero puedo decir que el alumnado que habita en este entorno tiene que trasladarse para cursar la infantil y la primaria a la otra punta del barrio, cosa que no tiene mucho sentido y que he sufrido en primera persona. Que un niño de tres o cuatro años tenga que coger un autobús o andar un montón de calles todos los días, no es de recibo desde luego, pero parece que este problema de la localización no va a tener remedio, ni tampoco ha movilizado a nadie, seguramente porque hay muchos alumnos que van a los concertados o hacen rutas en el autobús. O porque la educación interesa bien poco, vaya usted a saber. Emplazo, no obstante, a cualquier persona curiosa a ubicar en un plano de Triana los centros educativos públicos que tiene el barrio, observará un desplazamiento hacia la zona centro-este que no responde al volumen de población que tiene el barrio ahora mismo y desde hace, al menos, quince años.
Para terminar esta pequeña miscelánea de los centros educativos en su primera parte (dedicaré otra a secundaria, incluida la FP), podemos decir que en ellos hay un buen ambiente de trabajo, porque los alumnos son, en su mayoría, procedentes de familias interesadas por el estudio y con un alto grado de expectativas de futuro. Esto hace que haya un nivel medio muy aceptable y que no existan, salvo en grado mínimo, esos problemas de los que los medios hablan tan a menudo: violencia escolar, acoso, fracaso, abandono o absentismo.


Caty León Benítez

DE PASEO POR TRIANA: LAS ALMONAS


Triana, sin lugar a dudas, ha sido un núcleo industrial de suma importancia. La industria cerámica, de la pólvora, aeronáutica, la relacionada con el puerto como carpinteros de rivera y calafates, la de los bizcochos, aceitunas, etc.
Una de las industrias distinguidas de Triana ha sido la fabricación de jabón. Durante más de 4 siglos, en las Reales Almonas de la trianera calle Castilla, se estuvo fabricando jabón con la denominación comercial de “Castilla”.  Este jabón llegó a superar en calidad y cantidad al de las mejores factorías europeas.
Las materias primas básicas para la fabricación del jabón son la grasa, que se obtenía a partir del aceite de oliva y  la sosa o potasa, que se obtenían a partir de las cenizas procedentes de la quema de la hierba denominada barrilla, muy abundantes en las marismas del Guadalquivir.
La situación estratégica de Triana, comunicada con el Aljarafe, de donde se recibía el aceite, y a los pies del Guadalquivir, lo que permitía recibir la barrilla y por supuesto la salida del producto terminado vía fluvial, hacían propicia la implantación de dicha industria en su término.
De las Almonas Trianeras documentalmente han quedado muchas reseñas en diversos textos, destacando la que Justino Matute en su “Aparato para  la Historia de Triana” realiza mostrando la magnitud e importancia internacional de dichas almonas.
Pero, ¿dónde están los restos de esta importante y fructífera industria de 500 años de antigüedad?
Durante el mes de junio de 1988 se derriba la edificación, construida en 1906, existente en el número 24 de la calle Castilla. Dicha edificación estaba situada dentro del complejo fabril jabonero. Al término de la demolición queda al descubierto una grandiosa bóveda de cañón de ladrillo que continúa  bajo las casas colindantes. Es la empresa propietaria de la casa, sin contar con ninguna ayuda de la administración pública, pese a la proximidad de la Expo 92 y la importancia histórica del hallazgo, la que acomete un plan de actuación para salvar e investigar sobre la bóveda descubierta. Finalmente y tras algunas actuaciones, supongo que limitadas por el aspecto económico, quedó descubierta parte de la estructura de las primitivas almonas así como dos grandes tinajas, los contrafuertes y algunos muros exteriores.


En 1989,  el historiador Joaquín González Moreno, publica, en su libro “Descubrimiento en Triana: Las Cuevas del Jabón”, todos los datos del citado descubrimiento así como la historia de las Reales Almonas Trianeras.
La situación actual es que los restos de las almonas no pueden visitarse y permanecen ocultos y cautivos en el interior de la citada edificación; que  tan importante industria es totalmente desconocida para la gran mayoría de los ciudadanos y que en Triana ni tan siquiera se ha rotulado una calle con el nombre de jabonería o almona. Una simple placa, en la fachada de la citada casa, nos recuerda un monumento civil de más de 500 años de antigüedad.
¿En que país, ciudad o barrio del mundo, la administración abandona y termina enterrando un patrimonio de más de 500 años? ¿Tanto cuesta realizar un pequeño centro de interpretación donde se explique a los ciudadanos en qué consistían Las Reales Almonas de Triana? ¿Ninguna calle del barrio puede rotularse con el nombre de “Jabonerías” o “Almonas”?

Y mientras tanto la “Alcaldesa” de Triana se lava las manos en la palangana del paso cristo macareno y sin jabón.


José Luis Jiménez Buzón

miércoles, 8 de diciembre de 2010

DE TABERNAS POR TRIANA: TABERNA "EL CARBONERO"


En una antigua carbonería de la calle Alfarería, en el número 107, podemos encontrar una taberna con sabor y compás trianero. En 1990 se abre la Taberna “El Carbonero” y tras unos años cerrada al público, Rafael Canela, hijo del torero trianero, José Canela Rodríguez “Canelita”, la reinaugura de nuevo en 2008.
El local tiene multitud de cuadros de temas flamencos y taurinos, fundamentalmente fotografías y carteles. Botellas antiguas, útiles de la carbonería y para caballos son también elementos que conforman la decoración del local.
La carta de tapas es bastante extensa aunque destacamos el “Carbonerito”; una cazuela con patatas fritas, huevos y jamón que repetirá cuando regresen, y el chorizo picante, o dulce, al infierno; con esta tapa le proporcionan todos los útiles para que usted se prepare el chorizo en el punto que prefiera. También disponen de guisos del día, caballitos de jamón y exquisitas tortillas.
La atención y amabilidad del camarero, José Luis Vera, terminarán por cautivarlo y seguro que repite. No se os olvide, al terminar de comer, pedir un chupito de Limonchelo con el que os obsequiará el bueno de José Luis.
El local dispone de un buen número de mesas y la música flamenca está en el volumen justo para dialogar tranquilamente.
Sin lugar a dudas, por decoración, riqueza gastronómica y amabilidad, esta taberna trianera merece ser recomendada en este blog.

José Luis Jiménez

martes, 7 de diciembre de 2010

DE CERCA: COMPRAR EN TRIANA





Una de las mejores cosas que tiene Triana es la gran cantidad de comercios, de todo tipo, que hay en sus calles. Bueno, de todo tipo no, porque carece de tiendas de marcas, exceptuando el Lefties de la calle San Jacinto, que, aunque es una marca, es muy barata y asequible. Pero, salvo eso, de todo lo demás hay de sobra. Como no se puede abarcar todo lo que existe, en esta crónica de las compras en Triana me fijaré solamente en aquellas que frecuento, muchas de ellas desde hace muchísimos años. Para empezar, la plaza, o sea, el mercado, porque aquí llaman mercado a lo que en Cádiz llamamos plaza. En San Fernando hay tres plazas, la Nueva, la Vieja y la de San Antonio. Aquí en Triana está el Mercado del Altozano, que está construido sobre los restos del castillo de San Jorge; el Mercado de San Gonzalo y otro pequeño en el núcleo Josefa Ramos. Mi sitio de las compras es el Mercado de San Gonzalo, al que vamos, al menos, una vez por semana. Tenemos allí el puesto fijo de carne y el de pescado, además del de aceitunas y picos. Nuestro frutero es de Bormujos, tiene varios hijos y son todos pelirrojos. Es muy agradable comprar en San Gonzalo, sobre todo en Navidad, porque te regalan papeletas de una rifa y hay muchos adornos y flores de Pascua por todo el recinto.
La ruta de las compras comienza en la plaza donde vivo, pues s en la esquina está el quiosco de periódicos de Juan Gaspar, que lleva tantos años como tiene la urbanización, quince. Luego vienen algunos sitios más modernos, como la confitería-panadería La Flor de Moguer (la nueva de la Ronda de Triana, porque antes íbamos a la de San Vicente de Paúl, que pilla más lejos), el bar el Serranito, la farmacia de Rosana León, la peluquería de Miguel Ángel, en la que trabaja mi peluquera María José que es fantástica (aunque hay tres peluquerías más en la zona), la peluquería Bernal (a la que van los chicos de la familia), la mercería Jacoba, que tiene siempre unos trajes de baño muy bonitos y con buenos precios, la tienda de decoración Tatamba, la librería Novalis (el establecimiento que más frecuento de todos), una ferretería cuyo nombre no recuerdo y una tienda de pinturas, a la que también vamos, la perfumería Aromas y la pizzería Treviso (de quienes somos clientes casi fijos todos los fines de semana, pues vamos allí a buscar nuestras pizzas prosciutto). Todos estos comercios jalonan la Ronda de Triana, que se ha convertido en una arteria muy frecuentada por paseantes, personas que vienen a tomar una copita en sus muchos bares y a comprar en sus tiendas.
Otros lugares de Triana que solemos frecuentar son el MAS del núcleo Santa Ana; La Salmantina de San Jacinto; la tienda de ropas Blanco; la de bolsos que se llama Rosmary; la de juguetes Turia (la de muñecos, juegos y juguetes que habré comprado ahí para mi hijo); la zapatería Alfonso (magníficos zapatos de las mejores marcas); la frutería Brenes, a los que conozco y frecuento desde que llegué a vivir a Triana hace más de treinta años, y la frutería Clemente (ésta última regentada por dos simpáticos hermanos que entretienen a toda la clientela a base de su charla); y algunos comercios más de la calle Santa Cecilia (como Melo, el mejor sitio para los camisones o pijamas, Rebolina, con vestidos y abrigos muy originales o Almacenes Callao, donde hay casi de todo)  y de la Calle San Jacinto (Polvillo, con esas tartas de flan tan buenísimas, Calzados San Jacinto, donde compro los Paredes con velcro de mi hijo o Keta, que es una tienda muy pequeñita con unos detalles muy bonitos), que es el camino que seguimos siempre que vamos de compras porque por allí se encuentra casi todo.
La gente que vive en otros barrios, en Nervión, en el centro, en la Palmera, no tiene la ventaja que tenemos nosotros, los que vivimos en Triana, de tanto y tanto comercio a nuestro alcance. En la mayoría de ellos se respira un ambiente muy agradable, pues la gente te conoce, te comenta cosas y hay muchas personas mayores que compran cada día, seguramente porque así tienen un ratito de charla asegurada. Las señoras cruzan las calles con los carros de la compra (a pesar de que las aceras están poco acondicionadas para ello y necesitarían mejoras importantes) y se paran en los escaparates, llenando los carros poco a poco y saludando a sus conocidos, que se sientan en los bares para desayunar o tomar el aperitivo. Los sábados por la mañana es el mejor día, da gusto ver a tanta gente yendo de un lado para otro y sumándose a las compras, incluso por la zona de San Martín de Porres y el comienzo de San Jacinto en su cruce con la Ronda, donde se colocan puestecillos de verduras y de frutas.
En esos momentos, en esas horas de la compra diaria, Triana parece un pueblo, no da la sensación de que vivimos en una gran ciudad, sino que semeja una pequeña población, un sitio hecho a la medida del hombre, sin nada de anonimato ni de deshumanización. Parece que la gente no llevara prisa al comprar (salvo excepciones, claro) y que tenemos por delante todo el tiempo del mundo para escoger el melón, las naranjas, los zapatos, cualquier cosa… Me encanta pasear por Triana y comprar en esas tiendas. Creo que es importante comprar en ellas y así apoyar al pequeño comercio, que es una de las señas de identidad del barrio.


Caty León Benitez
(Fotografías: E.J.D.)
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