EL PUENTE DE TRIANA Y SU ENTORNO
En anteriores entradas hemos
venido denunciando el abandono y maltrato que está sufriendo el Puente de
Triana desde la administración local. Lo último e incomprensible ha sido no
incluirlo entre los principales
monumentos de la ciudad, ni tan siquiera mencionarlo como lugar de interés en
los puntos informativos que han instalado en diversos puntos de la ciudad. En 1974, cuando el puente estaba sentenciado
a muerte y su derribo parecía inminente, aparecieron muchas voces a favor de la
conservación del mismo. Una de las voces más cualificadas fue la del Colegio de
Arquitectos que, el 22 de septiembre de
1974, publicaron en diversos medios la carta-informe de la que vamos a reproducir algunos párrafos:
“El Colegio oficial de
Arquitectos de Andalucía Occidental y Badajoz, preocupado por las informaciones
publicadas en la Prensa local en los días pasados acerca del incierto destino
del Puente de Isabel II y los proyectos de construcción de un nuevo puente que
lo sustituya, consciente de la gravedad que el tema tiene, y en su calidad de
instituto responsable del patrimonio de
la ciudad, hace pública la siguiente nota:
Teniendo en cuenta que desde hace
varios años se conocían las condiciones
del puente, así como la necesidad de adoptar soluciones para preservar la vida
del mismo, a la vez que cubrir las exigencias funcionales que la vida de la
ciudad demanda, consideramos muy negativa la actuación de los organismos
oficiales, Ministerio de Obras Públicas y Ayuntamiento de Sevilla, que ante una
difícil situación, de la cual son responsables, adoptan la solución más
primaria y mas destructiva: el derribo del puente de Isabel II.
El Puente de Triana constituye
uno de los casos más claro de elemento
urbano singular, cuyas características
principales son:
Es una
obra de ingeniería civil de alta
cualificación, tanto por la racionalidad
de su trazado y su bello diseño,
como por el empleo de técnicas que innovaron los procedimientos constructivos al uso.
Constituye
uno de los pocos ejemplos europeos del diseño y la tecnología del siglo XIX y
testimonia las realizaciones del momento en nuestra ciudad , dentro de las
tendencias más progresivas de la arquitectura y la ingeniería.
Forma
parte de uno de los más cualificados paisajes urbanos de Sevilla: el formado
por las márgenes del río, el Paseo de Colón, con la Torre del Oro y la
Maestranza, la calle Betis, el Altozano, La Capilla del Carmen y la Asociación
Sevillana de Caridad, obras ambas de Aníbal González ; los Almacenes Reales de
Madera y el Mercado del Barranco, actualmente en restauración.
Dentro de este conjunto
arquitectónico, el puente de Isabel II constituye el nexo fundamental y la pieza indiscutible del mismo, cuya
desaparición supondría destruir arquitectónicamente un importante fragmente de
la ciudad.
Por otra parte, no puede
descartarse la existencia de soluciones técnicas al problema de la solidez del
puente, que resolverían la situación en menor tiempo que uno nuevo, cuya
construcción dejaría por más de un año totalmente interrumpido el paso.
Finalmente, existen dos aspectos
dignos de tener en cuenta. El primero el colapso circulatorio provocado en
Triana al no modificar provisionalmente el tráfico del sector, desde que se
clausuró el puente, y que está llevando al barrio al límite de su capacidad económica.
Y el segundo, la muestra de incoherencia en la planificación que supone la
redacción de un proyecto de embellecimiento de las márgenes del río, junto con
la destrucción del puente, sin duda uno de los elementos de mayor interés
estético situados en el Guadalquivir”
La carta termina entre otras
cosas con la petición de la paralización del
trámite de derribo que felizmente llegó a conseguirse, gracias entre
otros a este colectivo que firmó la citada petición.
Mercado del Barranco. Próximamente se transformará en un centro especializado en bares. |
Pues a la vista de la escasa
importancia turística que le dan en la actualidad al Puente de Triana, y dado que
no hemos escuchado ni una sola voz en contra desde el Distrito de Triana, nos
tememos lo peor y no resultaría nada extraño que, tras la próxima reconversión
del edificio del Barranco en un nuevo mercado de bares, prolonguen los veladores
desde la calle San Jacinto al citado mercado pasando por el Puente. Hace tiempo que el entorno del puente es un
punto de interés para los establecimientos de hostelería, sin embargo los responsables de turismos de nuestro
ayuntamiento no lo han considerado ni tan siquiera como un elemento de interés. Para ellos un chuzazo.
Los veladores acosan al Puente de Triana. Ya veremos qué pasará cuando abran el "barodromo" del Barranco |
Sería muy curioso hacer un montaje con el puente plagado de veladores, parecería como una pesadilla de película de Hitchcock.
ResponderEliminarNo hará falta el montaje,Ángel, En cuanto abran eso que llaman Mercado Gourmet los veladores terminarán en el Puente. Tienen previsto instalar terrazas de veladores en torno al edificio del Barranco, además de una cosa que definen como "instalaciones provisionales". Es cuestión de tiempo.
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