miércoles, 25 de septiembre de 2013

EL DEDO DE RODRIGO


Triana  Crónica


      Por Triana han circulado periódicos de reparto gratuito, sobre todo en los años en que se puso de moda la prensa de barrio, la noticia más cercana, la que más nos importa. Han sido varios entre los que hay que destacar aquel “Triana Universal” en el que no cabían más noticias que las que surgían del puente para acá, que ya era bastante. Esta orilla genera novedades a cada minuto por su historia, su geografía, sus devociones -no me refiero exclusivamente a las religiosas- y, especialmente, por su gente y su riqueza de identidad. Como digo han existido varios y de distintas empresas amparados por la imprescindible publicidad. Y cuando todos habían desaparecido, con más o menos luces en su estela, surgió “Triana Crónica” impulsado por una pareja de jóvenes periodistas, Ana y Daniel, que ha pasado por una primera época (¿podemos decirlo así?) en la que durante más de dos años nos ha informado de lo más relevante ocurrido en esta sociedad vibrante y arrabalera.


         “Triana Crónica” se presentaba con una portada atrayente por su originalidad, completado en una maquetación moderna e ingeniosa. Pero el número de septiembre no ha salido después del aviso de la dirección -en julio- de que se desvanecía su periodicidad mensual y que la aparición de cada número pasaría a ser bimestral, pero ya digo, no ha salido en el mes que correspondía y sonó la alarma. Hablamos del periódico que más claro, con mayor valentía, ha defendido la causa trianera cuando había que hacerlo y divulgado sus valores en todo momento; por ello, la importancia de su existencia, aparte la calidad del plantel de colaboradores del que hemos de excluirnos, claro.

         Así que hace más de dos años llegó al Bar El Ancla, de la antigua Cava de los civiles, una joven pareja en busca de gente dispuesta a escribir de su barrio y para su barrio. De aquel sábado de tertulia surgieron dos firmas ya maduras, la de Emilio Jiménez Díaz y la del que esto escribe, las cuales, con el polifacético Joaquín Arbide y el no menos polivalente Manolo Melado, han ocupado el decanato entre una nómina de periodistas de ilusiones intactas y de la misma generación de Ana y Daniel, lo que tuvo sus ventajas en las dos reuniones de Navidad, pues todo eran atenciones a los veteranos sentados como los brujos de la tribu en el mejor sitio de la mesa. De esta manera comenzó su andadura de papel este “Triana Crónica” de imposible protección oficial porque la libertad tiene un precio, a veces demasiado caro. No obstante, hay que decir que desde afuera hemos notado una corriente de simpatía y un cierto apoyo por parte de la Tenencia de Alcaldía.

         Y lo último es que, alarmados, avisamos de la posible desaparición del periódico en un atribulado twitter que, en seguida, ha contestado Ana Díaz aclarándonos de que se trata de un simple retraso y que en octubre tendremos de nuevo ante los ojos un “Triana Crónica” con el impulso renovado y, esperamos, con una cobertura económica de nuevos anunciantes, la gasolina indispensable para que tan apreciable vehículo público circule de buzón en buzón, de manos en manos, de boca en boca. La personalidad de este barrio, su indiscutible y particular identidad, no puede quedarse sin su voz, tan necesaria, la voz coral de una parte sustancial de esta ciudad  que, como decimos, genera tanto interés como lo que es, un lugar universal.

         Desde “Triana en la red” no podemos más que insuflarles ánimos a Ana y Daniel. Y aquí estamos.

Ángel Vela Nieto       

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