Triana Crónica
Por Triana han circulado periódicos de reparto
gratuito, sobre todo en los años en que se puso de moda la prensa de barrio, la
noticia más cercana, la que más nos importa. Han sido varios entre los que hay
que destacar aquel “Triana Universal” en el que no cabían más noticias que las
que surgían del puente para acá, que ya era bastante. Esta orilla genera
novedades a cada minuto por su historia, su geografía, sus devociones -no me
refiero exclusivamente a las religiosas- y, especialmente, por su gente y su
riqueza de identidad. Como digo han existido varios y de distintas empresas
amparados por la imprescindible publicidad. Y cuando todos habían desaparecido,
con más o menos luces en su estela, surgió “Triana Crónica” impulsado por una
pareja de jóvenes periodistas, Ana y Daniel, que ha pasado por una primera
época (¿podemos decirlo así?) en la que durante más de dos años nos ha
informado de lo más relevante ocurrido en esta sociedad vibrante y arrabalera.
“Triana
Crónica” se presentaba con una portada atrayente por su originalidad,
completado en una maquetación moderna e ingeniosa. Pero el número de septiembre
no ha salido después del aviso de la dirección -en julio- de que se desvanecía
su periodicidad mensual y que la aparición de cada número pasaría a ser
bimestral, pero ya digo, no ha salido en el mes que correspondía y sonó la
alarma. Hablamos del periódico que más claro, con mayor valentía, ha defendido
la causa trianera cuando había que hacerlo y divulgado sus valores en todo
momento; por ello, la importancia de su existencia, aparte la calidad del
plantel de colaboradores del que hemos de excluirnos, claro.
Así que
hace más de dos años llegó al Bar El Ancla, de la antigua Cava de los civiles,
una joven pareja en busca de gente dispuesta a escribir de su barrio y para su
barrio. De aquel sábado de tertulia surgieron dos firmas ya maduras, la de
Emilio Jiménez Díaz y la del que esto escribe, las cuales, con el polifacético
Joaquín Arbide y el no menos polivalente Manolo Melado, han ocupado el decanato
entre una nómina de periodistas de ilusiones intactas y de la misma generación
de Ana y Daniel, lo que tuvo sus ventajas en las dos reuniones de Navidad, pues
todo eran atenciones a los veteranos sentados como los brujos de la tribu en el
mejor sitio de la mesa. De esta manera comenzó su andadura de papel este
“Triana Crónica” de imposible protección oficial porque la libertad tiene un
precio, a veces demasiado caro. No obstante, hay que decir que desde afuera
hemos notado una corriente de simpatía y un cierto apoyo por parte de la
Tenencia de Alcaldía.
Y lo
último es que, alarmados, avisamos de la posible desaparición del periódico en
un atribulado twitter que, en seguida, ha contestado Ana Díaz
aclarándonos de que se trata de un simple retraso y que en octubre tendremos de
nuevo ante los ojos un “Triana Crónica” con el impulso renovado y, esperamos,
con una cobertura económica de nuevos anunciantes, la gasolina indispensable
para que tan apreciable vehículo público circule de buzón en buzón, de manos en
manos, de boca en boca. La personalidad de este barrio, su indiscutible y
particular identidad, no puede quedarse sin su voz, tan necesaria, la voz coral
de una parte sustancial de esta ciudad
que, como decimos, genera tanto interés como lo que es, un lugar
universal.
Desde
“Triana en la red” no podemos más que insuflarles ánimos a Ana y Daniel. Y aquí
estamos.
Ángel Vela Nieto
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