LOS ANGELES TRIANEROS
Con las ganas de usar el chuzo,
contra tanto político desconocedor que campa a sus anchas vociferando en los
mítines, se ha quedado el bueno de Marchena que
finalmente ha optado por usar su farol para arrojar un poco de luz en favor
de este barrio olvidado y tan frecuentemente ultrajado.
Tenía cien mil argumentos el
alcalde Zoido para proclamar la importancia de nuestra ciudad en la gesta del Descubrimiento
que él, sin dar demasiadas explicaciones, considera fue una
de las claves de la génesis de la Europa del futuro y para ello no se le ocurre
mejor idea que aseverar que las naves del primer viaje de Colon no salieron de
Palos sino de Sevilla. Como era lógico,
la respuesta desde tierras onubenses no se hizo esperar y fue el alcalde de la capital, el también
popular Pedro Rodríguez, el primero que le enmendó la plana a su colega sevillano
dando otra lección magistral de historia afirmando que todos los marineros eran
de Huelva llegando incluso a asegurar que Rodrigo de Triana era de Lepe.
Podemos entender que el alcalde pacense de Huelva no tenga tiempo de repasar la
historia y se permita asegurar con tal rotundidad de dónde eran quienes se
inscribieron en la tripulación con el apodo “de Triana”. Le recomendamos, para
cuando sus obligaciones se lo permitan, que repase la obra de un trianero docto
en la materia y personaje fundamental en el Descubrimiento; nos estamos
refiriendo a Bartolomé de las Casas.
Hemos titulado esta entrada “Los
Ángeles Trianeros” en referencia al monumento que se puede observar en la trianera
Plaza de Chapina desde el 26 de Julio de
1992 y que fuera realizado por Gabriel-Mozas en homenaje a los marineros
trianeros que participaron en el descubrimiento del “Nuevo Mundo” entre los que
destacan Rodrigo de Triana, Rodrigo de Bastidas, Andrés de Morales y otros muchos marineros trianeros anónimos. Nosotros
queremos añadir, para conocimiento del edil onubense, a dos que figuraban en la
lista de tripulantes de aquel viaje que partió de Palos: Juan Verde de Triana y Fernando de Triana.
Tampoco queremos pasar por alto al navegante trianero Luis de Cárdenas, pieza
fundamental en aquella conquista junto con Hernán Cortés, y a tantos lugares
trianeros como EL Convento de los Remedios, El Monasterio de la Cartuja, donde
Colón planificó su viaje y estuvo enterrado, La Casa de las Columnas, sede de
la Universidad de Mareantes, el Muelle
de las Mulas como punto de partida de la expedición de Magallanes y Juan
Sebastián el Cano. Seguro que fueron muchísimos
más esos “Ángeles Trianeros” que tuvieron en el arrabal el apoyo necesario de
calafates, carpinteros de riberas, artesanos del barro, de la industria del
bizcocho o de la pólvora.
Nadie, salvo los zoquetes,
deberían dudar de la importancia que Triana tuvo en el Descubrimiento y que no
fue reconocida ni siquiera durante la Expo 92 más allá de este monumento que
hoy en día le puede parecer al que lo visite que representa a un grupo de trianeros huyendo
despavoridos ante la amenaza de esa cercana Torre Pelli.
José Luis Jiménez
De la Torre Pelli y de los politicos, José Luis. Buena entrada, enhorabuena. José Luis Tirado.
ResponderEliminarLa historia de este monumento es larga. Era delegado de Triana el inolvidable Alberto Jiménez-Becerril y era idea de un servidor publicada en "Triana en tres tiempos". Estuvimo con el autor en varios encuentros hasta definir sus formas. El texto de la leyenda lo redacté tratando, lógicamente de sintetizar su mensaje. Fue lo único que pudimos inaugurar antes de que se acabara la dichosa Expo; luego llegarían las placas y el monumento Al Arte Flamenco. Todo -y dispensas por señalarlo- extraído del libro citado que fue publicado en 1990.
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