sábado, 2 de febrero de 2013

NUESTRO BÁLSAMO: TRIANA



Milagrosamente llegamos al final de la temida cuesta de enero del año innombrable.  Las nutridas cuentas suizas del tesorero del P.P., la corrupción que entra de lleno en la alcoba del rey y los “sobrazos” extraordinarios de la cúpula del P.P. –el que la hace la paga-, contrasta con el crecimiento exponencial de las cifras del paro, las empresas que siguen cerrando y la epidemia de los desahucios. Ni la radio ni la televisión son buenos antídotos para evadirse de esta tremenda presión que nos martillea permanentemente y, por eso, lo mejor y más eficaz siempre es pasear por Triana y entrar en sus  santuarios donde se guardan los mejores tesoros: buenos caldos, buenas tapas y mejores amigos.

Una muestra de los artefactos de la calle San Jacinto y la Casa de los Mensaques que cualquier día la convierten en otro bar.
No había tenido tiempo en toda la semana de perderme por las calles de nuestro arrabal y mi visión no había  pasado del Altozanos  y la “peatonal” calle de San Jacinto. El Puente, cada vez más deteriorado, y el murallón de la calle Betis, siguen a la espera de que alguno de los que nos gobiernan dejen de pensar en enriquecerse a base  de sobres ocultos. En la calle San Jacinto, además del estado cada vez más ruinoso de la Casa de los Mensaque, ya no caben más  artefactos extraños; el riesgo que te atropelle un ciclista o un coche de la policía; que tropieces con un velador o que te achicharres con un calentador de los que ponen para que los fumadores soporten las bajas temperaturas, es cada vez mayor. Sin embargo esta semana no hemos padecido la plaga de  los múltiples coches de Lipasam; no he visto una empresa con una parque de coches más variados y más ruidosos y, lo peor, todos los que prestan el servicio en Triana atraviesan por San Jacinto. Para la Empresa Municipal de Limpieza no hay calles peatonales. El motivo de la mencionada ausencia es debido a la huelga que mantienen los hombres de naranja.

La basura "flota" en la calle.
Como siempre, las temidas consecuencias de una huelga de este calibre la soportamos los ciudadanos de a pie;. los que tenemos los montones de basura próximos a nuestras casas y a los colegios de nuestros hijos. El paso por las calles Flota, Rodrigo de Triana y Victoria es esperpéntico. Lo que le faltaba a nuestro sufrido y mancillado Barrio. No es suficiente con tener que soportar el azote del paro, el abandono del caserío o las promesas incumplidas de quienes nos gobiernan; ahora tenemos que soportar las montañas de basura, el olor nauseabundo cerca de nuestras ventanas y la corrupción generalizada de estas castas que viven a costa de los ciudadanos.

Rodrigo se tapa la nariz con "los dedos".
Mi paseo de hoy estaba siendo tan agobiante como la escucha de las noticias en la radio o la televisión, sin embargo al llegar a la altura del Colegio Reina Victoria- orgullo arquitectónico y cultural de Triana- pude comprobar como la montaña de basura era coronada con el rótulo de la calle y me llené de una repentina tranquilidad. Era la Victoria de Triana ante tanta basura que nos rodea. Un momento de paz y reflexión ante tanta mierda y la esperanza que en un día no muy lejano consigamos vencer a estas lacras que nos oprimen.

LA VICTORIA DE TRIANA SOBRE TANTA BASURA.

Ya en La Cava, a la altura del Corral Herrera, me di cuenta que el paseo nocturno por Triana había merecido la pena y de cara al blanco e inmaculado edificio de Aníbal González pude gritar: ¡VIVA TRIANA!

José Luis Jiménez

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