Milagrosamente llegamos al final de la temida cuesta de
enero del año innombrable. Las nutridas
cuentas suizas del tesorero del P.P., la corrupción que entra de lleno en la
alcoba del rey y los “sobrazos” extraordinarios de la cúpula del P.P. –el que
la hace la paga-, contrasta con el crecimiento exponencial de las cifras del
paro, las empresas que siguen cerrando y la epidemia de los desahucios. Ni la
radio ni la televisión son buenos antídotos para evadirse de esta tremenda
presión que nos martillea permanentemente y, por eso, lo mejor y más eficaz
siempre es pasear por Triana y entrar en sus
santuarios donde se guardan los mejores tesoros: buenos caldos, buenas
tapas y mejores amigos.
Una muestra de los artefactos de la calle San Jacinto y la Casa de los Mensaques que cualquier día la convierten en otro bar. |
No había tenido tiempo en toda la
semana de perderme por las calles de nuestro arrabal y mi visión no había pasado del Altozanos y la “peatonal” calle de San Jacinto. El
Puente, cada vez más deteriorado, y el murallón de la calle Betis, siguen a la
espera de que alguno de los que nos gobiernan dejen de pensar en enriquecerse a
base de sobres ocultos. En la calle San
Jacinto, además del estado cada vez más ruinoso de la Casa de los Mensaque, ya
no caben más artefactos extraños; el
riesgo que te atropelle un ciclista o un coche de la policía; que tropieces con
un velador o que te achicharres con un calentador de los que ponen para que los
fumadores soporten las bajas temperaturas, es cada vez mayor. Sin embargo esta
semana no hemos padecido la plaga de
los múltiples coches de Lipasam; no he visto una empresa con una parque
de coches más variados y más ruidosos y, lo peor, todos los que prestan el
servicio en Triana atraviesan por San Jacinto. Para la Empresa Municipal de
Limpieza no hay calles peatonales. El motivo de la mencionada ausencia es
debido a la huelga que mantienen los hombres de naranja.
La basura "flota" en la calle. |
Como siempre, las temidas
consecuencias de una huelga de este calibre la soportamos los ciudadanos de a
pie;. los que tenemos los montones de basura próximos a nuestras casas y a los
colegios de nuestros hijos. El paso por las calles Flota, Rodrigo de Triana y
Victoria es esperpéntico. Lo que le faltaba a nuestro sufrido y mancillado
Barrio. No es suficiente con tener que soportar el azote del paro, el abandono
del caserío o las promesas incumplidas de quienes nos gobiernan; ahora tenemos
que soportar las montañas de basura, el olor nauseabundo cerca de nuestras
ventanas y la corrupción generalizada de estas castas que viven a costa de los
ciudadanos.
Rodrigo se tapa la nariz con "los dedos". |
Mi paseo de hoy estaba siendo tan
agobiante como la escucha de las noticias en la radio o la televisión, sin
embargo al llegar a la altura del Colegio Reina Victoria- orgullo
arquitectónico y cultural de Triana- pude comprobar como la montaña de basura
era coronada con el rótulo de la calle y me llené de una repentina tranquilidad.
Era la Victoria de Triana ante tanta basura que nos rodea. Un momento de paz y
reflexión ante tanta mierda y la esperanza que en un día no muy lejano
consigamos vencer a estas lacras que nos oprimen.
LA VICTORIA DE TRIANA SOBRE TANTA BASURA. |
Ya en La Cava, a la altura del
Corral Herrera, me di cuenta que el paseo nocturno por Triana había merecido la
pena y de cara al blanco e inmaculado edificio de Aníbal González pude gritar:
¡VIVA TRIANA!
José Luis Jiménez
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