Finito
En aquella Triana de la supervivencia, sólo hubo –y
hay, gracias a Dios- un Finito con
mayúsculas, un finito oficial y representante de aquellos que poblaban los
corrales de vecinos, un Finito escrito y publicado sobre el oro de los carteles
taurinos y que ocupó un sitial entre los privilegiados toreros del arrabal que
pasaron el puente flotando sobre una nube, en brazos de la gloria y alzado por
los ángeles del triunfo que lo devolvían a su barrio desde la Maestranza. Le
aguardaba una intensa presencia en el complicado mundo del toreo, primero como
figura prometedora y, luego, revestido de la plata fundamental para el
desarrollo de la Fiesta. Al fin, nuestro
Finito quedaría en los anales taurinos como uno de los banderilleros más
apreciados por matadores y aficionados, porque el arte es un don divino fijado
en el alma para siempre. Y así puede presumir de una colección de trofeos
conseguidos en las ferias más prestigiosas.
Finito de Triana carga con su castigada espalda por
las calles del barrio y tarda una eternidad en recorrer San Jacinto porque no
le dejan dar un paso; se le admira y se le quiere por su calidad humana, por la
sencillez de su trato con todos. La postrera actividad taurina que lo ocupó fue
como asesor de la presidencia de la plaza del Baratillo, con lo que se refrendaba su categoría de maestro al
que no paran de reclamar en foros y mesas de entendidos.
Y en estos días a su colmada vitrina de recuerdos ha
llegado un “dorado” más que demuestra que el público nacional no lo ha
olvidado. Ha sido en Málaga, y la transcripción
del texto de dos cartas, por su elocuencia, hace inútil cualquier párrafo más.
Fue con el recibo de la primera, fechada en octubre del pasado año:
“Señor don
Antonio Martínez Díaz. Celebrada sesión de la junta directiva de la Asociación
Malagueña de Tauromaquia, se acordó por unanimidad de sus miembros su
nombramiento de SOCIO DE HONOR y la entrega de la Medalla de Oro de la
Asociación como reconocimiento a su brillante trayectoria profesional que a lo
largo de los años ha dejado en el recuerdo de todos los aficionados a la
fiesta, y por su arte y maestría en la suerte de banderillas”.
El presidente Ignacio Mateo Mateo.
El acto se celebró el pasado 3 de diciembre en el
salón de Cajamar. Con Finito, fueron también homenajeados un periodista, Manuel
Fernández Maldonado; un pintor, José López Canito, y el fundador de la Real
Escuela Andaluza de Arte Ecuestre de Jerez, Alvaro Domecq Romero. La mesa
estuvo presidida por el alcalde de la ciudad y nuestro artista fue presentado
por un prestigioso taurino sevillano, Andrés Luque Gago. Es fácil adivinar la
calidad de la ceremonia y la brillantez de su desarrollo.
El 12 de diciembre Finito recibe otra misiva desde
Málaga… “En nombre de la Asociación
Malagueña de Tauromaquia, de su junta directiva, le agradecemos la deferencia
que nos ha otorgado al aceptar la Medalla de Oro y el nombramiento de Maestro
de la Tauromaquia…”.
Dicho está todo, o casi todo, de un acontecimiento que
estábamos obligados a publicar. Sí, casi todo porque debemos añadir que con
Finito tiene Triana contraída una deuda que sólo se puede
saldar con un título que, como en otros casos, se está retrasando demasiado, el
de Trianero de Honor.
Ángel Vela Nieto.
Emhorabuena. Es tan bueno que sobran las palabras
ResponderEliminarPreciosa reseña y merecido homenaje a quien ha llevado el nombre de Triana por bandera por toda España.
ResponderEliminarBien merecido el homenaje que tal vez por olvido de Triana se lo ha tributado Málaga. A ver si la famosa Comisión toma buena nota para este año, y de paso algunos cronistas y periodistas que olvidan a este arrabal como el verdadero Barrio de los toreros.
ResponderEliminarFinito...que grande eres y que buena persona. Enhorabuena pedazo de torero. Te queremos.
ResponderEliminarNo sé ni que decir Fino, hermano, cuando te he visto en la fotografía de arriba me he emocionado.¡VIVA TRIANA Y SUS TOREROS!.
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