jueves, 24 de enero de 2013

EL DEDO DE RODRIGO


El Gitano Poeta


            Eduardo Durán Ramírez, El Gitano Poeta, fue hasta el fin de sus días un muy inspirado poeta andaluz y como tal de gran hondura flamenca. En su trayectoria como autor dejó verdaderos éxitos que favorecieron la carrera de varias figuras del género y de la copla como, por ejemplo, La Niña de los Peines.

            Nació en 1884 quien estuviera considerado, en palabras del estudioso José Manuel Gamboa, como “uno de los autores más admirados por artistas como Pastora, Pepe Pito, Manolo Caracol y Lola Flores”. La Niña Pavón le grabó la canción “Esquilones de plata”, unas bulerías bautizadas con el nombre de “lorqueñas”, y otras como la bambera “Entre sábanas de Holanda”. Manuel Bohórquez resalta el valor de esta bambera que La Niña de los Peines graba en 1950 y que supondrá un novedoso estilo; las letras nacen de la inspiración del Gitano Poeta.

            El inolvidable maestro Naranjito de Triana nos habló de El Guapito –que es como se le nombraba en Triana a tan acertado y sensible creador- al que conoció a finales de los años cincuenta en Barcelona donde Eduardo Durán se hallaba afincado desde que, por motivos desconocidos, se alejó de Triana. Fue este personaje a ver a su paisano Naranjito al teatro donde actuaba creyendo que se trataba de su padre o de su tío. El gran cantaor de la calle Fabié calculó que tendría entonces alrededor de ochenta años y que en su conversación encontró verdaderos hallazgos, por ejemplo que la seguiriya que se dice de Curro Dulce, o la más famosa del día señalaíto, son en esencia el sermón (“Santa Ana repica llamando al sermón…”) del señor Manuel Cagancho.

Y lo cuenta así Naranjito: “Este hombre (El Guapito) había conocido a Cagancho que paraba en la plazuela de Santa Ana, que está muy cerca del Monte Pirolo y de la Cava de los gitanos; se paraba allí y se bebía el vino en una botella con un corcho y una cañita. Y cuando escuchaba las campanas de la iglesia llamando al sermón, porque había un toque especial, pues con el toque de las campanas y escuchando después al cura cantar, que le gustaba mucho, compuso Cagancho esa seguiriya”. Precisamente, Naranjito se sirvió de ella para el introito de la célebre misa flamenca de 1968: Santa Ana repica llamando al sermón,/ como predica un pare gitano/ tengo que di yo.

            El Gitano Poeta es otro artista trianero que no merece el olvido. Lástima lo poco que se ha escrito  de este genuino artista.

Ángel Vela Nieto.
Del libro “Triana, la otra orilla del flamenco”.   

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