sábado, 17 de marzo de 2012

EL DEDO DE RODRIGO: "TRIANERÍAS"




  Me quiero referir a la interesante noticia que Rafael Martín Holgado nos regala en este blog trayendo a nuestros oídos, por vía de su sobrino y la banda de música “Las Cigarreras”, la marcha que compusiera Amadeo Vives para la  obra teatral “Trianerías” que firmaron los dos Pedros de la escena española de las primeras décadas del pasado siglo: Muñoz Seca y Pérez Fernández, que tanto crearon al alimón en forma de sainetes para alegrar las tablas de los escenarios y la vida de la gente. Nunca había oído esta pieza semanasantera, sin embargo sé de la obra desde que un afortunado día, ya lejano, la adquirí en forma de libro; mi amigo Luis, el del “Desván”, me la tenía reservada sabiendo de mi interés por todo lo que sonara a Triana.

   La llevé a casa como un tesoro y la leí de un tirón, como si estuviera en el más cómodo lugar disfrutando de la representación... “Sainete en dos actos original...”. Y dentro: “...divididos en seis cuadros, estrenado en el Teatro de Apolo el día 23 de enero de 1919”. Los autores dedican la obra a Torcuato Luca de Tena, “hijo predilecto de Sevilla y honra y orgullo de la prensa española”. En el reparto conté nada menos que 29 actores para 59 personajes, amén de nazarenos, municipales, monaguillos, vecinos, coro general, etcétera.

   Y comienza el acto primero en su primer cuadro. Se abre el telón: “Un alfar de Triana. Al fondo amplias ventanas por donde se ve la calle; una típica calle de aquel siempre alegre barrio...”. Y en escena la Señá O, “una vieja rabiosilla y nerviosa que, sentada a la derecha con cinco trianeras, se ocupan de vidriar una tarea de lebrillos...”. La obra, desde luego, no puede ser más nuestra y está sobrada de gracia. Fue un éxito en su estreno y hasta llamó la atención de Alfonso XIII que disfrutó de ella en una función celebrada justo un mes después.

   En seguida me puse en contacto con el ya tristemente desaparecido Juan Rodríguez Recio, director del grupo “Giraldillo de Comedias”; Juan, un auténtico loco por el teatro andaluz al que consagró su vida, se entusiasmó con la obra y con la idea de que sería idónea para que fuera representada en Triana  al amparo de lo que se estaba gestando en un costado del barrio, la llamada Expo, porque entonces creíamos que los organizadores le prestarían atención a Triana sirviéndose de su universalidad como una atracción añadida (si, si..., qué ingenuos).

   Pero eran demasiado personajes y demasiados actores, además preveía Juan unos decorados complicados y costosos para las posibilidades del grupo. Entonces le dije que la volvería a leer para ver la forma de “rebajar” las dificultades sin tocar, claro está, el texto de la obra. Lo hice dándole más trabajo a los actores, reduciendo también el número de ellos, sin que se apreciara demasiado en el escenario. Le entregué una copia con la  nueva distribución de los papeles y le pareció tan bien que comenzó a pensar en los primeros ensayos. Pero a lo más que se llegó fue a representar algunos cuadros sueltos dentro de su anual programación en la plaza de San Francisco y en la propia Triana. Nunca halló el apoyo necesario y mucho menos en el tiempo de la famosa Expo; quizás era un proyecto “excesivamente modesto” para los lujosos planes del recinto de la Cartuja y, por demás, los políticos de la ciudad no estaban por “entorpecer”, con actos paralelos, la magnanimidad de los espectáculos -de sustanciosas cifras en cachés y comisiones- dispuestos por los extraños Pellones, Casinellos y cía.
   Juan, como digo, mostró sólo retazos para ver si enganchaba, pero no fue suficiente; no se encontró la ayuda, como decimos, que salvara lo que para “Giraldillo de Comedias” era un costoso proyecto. Así que lo que en otro lugar hubiera sido un acontecimiento aquí quedó en las ganas de un hombre del teatro que perdió esas ganas, en este caso, por el desinterés oficial.

   El último capítulo de esta historia es reciente. Resulta que el subdirector de nuestro distrito es descendiente de Pedro Muñoz Seca, así que en la primera ocasión le comenté, apelando a su sangre, que si ahora no se estrenaba en Triana la obra que con más gracia la retrata no se hará nunca. Y las puertas han quedado entreabiertas. Ya veremos. Y lo bueno sería que se viera y escuchara como en Madrid, hace casi un siglo, con cantes y música; esa hermosa marcha que ahora conozco gracias a Rafael y a la banda de “Las Cigarreras”.


Ángel Vela Nieto     

3 comentarios:

  1. Rafael M.H.18/3/12, 15:08

    Tengo ganas de leer este sainete, por eso estoy indagando por las bibliotecas. He leído comentarios de que la obra es flojita, no sé, lo buen es comprobarlo uno mismo, aunque lo mejor es verla representada, una pena que sea una obra tan compleja.

    ResponderEliminar
  2. Tendremos que leer "Trianerías"; en librerías de viejos hay algunos ejemplares y es fácil de encontrar.
    Con respecto a la representación de la obra en Triana parece difícil ya que los primeros recortes del PP están siendo para temas culturales; dichos recortes parecen incluso que afectarán al "Miserere" que viene celebrándose desde el año 1835.
    Durante la Expo había dinero y no había ganas y ahora parece que no hay ni ganas ni dinero.

    ResponderEliminar
  3. La obra es como casi todas las de su género y época; distrae al personal con una historia nada original, pero se sitúa en Triana, los personajes son trianeros, hay cante y música. Con este título lo de menos, quizás, es calibrar su calidad. Y el hecho de que no se haya representado aquí no es más que un motivo añadido para reafirmarnos en la frase con la que este blog saluda a los amigos.
    Si, no parece que la economía ayude, pero no creo que alteraría demasiado, por ejemplo, el presupuesto de la Velá...

    ResponderEliminar

*/