viernes, 1 de abril de 2011

BELMONTE EN EL RUEDO DE PAPEL (11)

BURLADERÍAS

Rastreando, rastreando, he podido encontrar una nueva revista taurina correspondiente a los años de emporio de nuestro paisano Juan Belmonte. La publicación semanal "Toros y toreros" nació en Madrid y era bastante más seria que las que habitualmente estamos manejando: "Palmas y pitos", "Thé Kon Leche" y "Kafé Kon Media", aunque, evidentemente, no desestima el humor en algunas de sus páginas, con caricaturas geniales y con el habitual poema mordaz, incisivo e irónico. Esta revista, nacida el 7 de marzo de 1916, logró alcanzar los 43 números, finiquitando como muchas de la época.

En esta ocasión, la caricatura está firmada por Ibañez, y del poema es autor uno de los más notables periodistas y humoristas de la época: el madrileño Juan Pérez Zúñiga, que dejó el prodigio de su verbo fácil en periódicos como ABC -del que fue redactor-, El liberal y Heraldo de Madrid, y las revistas Blanco y Negro, Nuevo Mundo, Madrid Cómico y La Esfera, entre otras. Fue un prolífico autor teatral y de novelas, entre cuyos títulos se encuentran: "Viajes morrocotudos", "Arte de hacer curas" o los dos volúmenes de "Historia cómica de España". Fue tan singular escritor en el género del humorismo que Madrid le puso una calle con su nombre.

En este poema, en el que se sigue hablando de la rivalidad entre "gallistas" y "belmontistas", Zúñiga se maravilla de la forma que tienen las mujeres sevillanas de premiar a estos toreros. Observamos tras su lectura, que el que las mujeres tiren prendas íntimas al ruedo para agasajar a "Jesulín de Ubrique" no es nada nuevo, que ya se hacía lo propio en los primeros años del siglo XX.


Como de vista creo que estamos todos cortitos, transcribo las ocurrencias jocosas de don Juan:

DESDE SEVILLA

Entre los madrileños, / según parece, / la afición a los toros / jamás decrece; pero, aún así, no pasa / de aficioncilla / junto a la que demuestran / los de Sevilla. / No es que entiendan de toros / los sevillanos / más que en Madrid entienden / los cortesanos, / ni es que Sevilla luzca / más esa fiesta / que algunos superhombres / hallan molesta; lo digo porque ahora / no es chifladura / la afición que aquí reina, / sino locura; / y lo mismo el que vende / zaragatona / que el canónigo grave, / que la patrona, / que el que labra la tierra, / que el empleado, / que el artista, el barbero/ y el magistrado, / en llegando estos días / de primavera / no sienten más que cuernos / en la mollera. / Hay aquí, sin disputa, muchos gallistas; pero es mayor el grupo / de belmontistas, / que en cuanto Juan intenta / cualquier desplante / le ovacionan de un modo / despampanante, / exigiendo a Pepito, / por lo que veo, / todas las filigranas / de su toreo / para que del marasmo / saque a las almas / y recoja el obsequio / de algunas palmas. / ¿Que esto, amigos lectores, / es lo corriente? / Pues me parece injusto / sencillamente. / Conozco dos señoras / muy distinguidas / que, estando en la primera / de las corridas, / a Joselito, en premio / de su faena, / del corsé le arrojaron / una ballena, / y, por igual motivo, / desde su puesto, / a Belmonte acrodaron / echar el resto. / Y esto, que si no tiene / gracia ninguna, / es una verdad grande / como la Luna, / es cuanto decir puedo, / lectores míos, / sin que me entren calores / ni me entren fríos / por el uno ni el otro/ de ambos toreros / por los cuales soltamos/ nuestros dineros / en la clásica fiesta / que lindamente / torpedea los sesos / a tanta gente...

Juan Pérez Zúñiga
Revista: "Toros y toreros"
Fecha: 9 de mayo 1916. Nº 10.
Comentario y selección: Emilio Jiménez Díaz

4 comentarios:

  1. Lo he leído bien aumentando el texto. Pero qué ingenio el de estos periodistas y cuánto daban de si el tema taurino y sus ídolos. Otro hallazgo interesante.

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  2. Tenían un ingenio que hoy no existe. En nuestros días, quitas -salvando las distancias- a Alfonso Ussía y al desaparecido Jaime Campmany y para de contar. No hay humoristas inteligentes en nuestro tiempo.Con Tip, también se murió lo mejor del surrealismo.
    Además, este Juan Pérez Zuñiga era un escritor de muchos quilates, tal como digo en la introducción. Espero encontrarme con más cosas de él. ¡Merece la pena!

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  3. Desde luego que agradezco la transcripción de los textos, porque merecen la pena y porque, como dice Emilio, la vista anda regular. Y sí que son ingeniosos...

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  4. Se suelen encontrar cosas muy curiosas rastreando la hemeroteca digital. Buscaré algunas cosas más.

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