jueves, 31 de marzo de 2011

CON PALABRA PRESTADA: LA ORDEN DE LAS MONJAS MÍNIMAS EN TRIANA


Esta orden se fundó en la villa de Fuente de León (Badajoz) el año 1545, por un clérigo llamado Juan Rodríguez, quien donó unas casas y corrales de su propiedad para la instauración de la clausura.

Consta documentalmente que, en 1564, las monjas solicitan permiso para trasladar su convento a Triana ante las dificultades que le plantea continuar en Fuente de León por el estado ruinoso de sus dependencias, y apoyándose en el de no existir en dicho barrio ningún convento de monjas. Una vez obtenida la correspondiente licencia, se efectúa el traslado al nuevo emplazamiento que se lleva a cabo en 1566. El nuevo convento es puesto bajo la advocación de "Nuestra Señora de Consolación" y se sitúa en la calle de La Cava (actual Pagés del Corro). 

En Triana permanecen por espacio de 30 años, hasta que el Guadalquivir inundó el convento en el año 1595 dejándolo inhabitable, lo que obliga a la Orden a trasladarse  a un nuevo convento situado en la calle Sierpes. 
Pero Triana no se resignaba a quedarse sin sus monjas, y dirigió  un escrito al General de la Orden para pedirle el regreso de las monjas a su antiguo convento, ofreciendo costear la reparación del mismo y que sus hijas profesasen en dicho convento. Obtenida la licencia del arzobispo de Sevilla, Fernando Niño de Guevara, doce monjas del convento de la calle Sierpes vuelven al convento de Triana, ahora bajo la advocación de Nuestra Señora de la Salud, lo que sucedió el 26 de Abril de 1602.

El terremoto de 1755 causó importantes daños al convento, que a punto estuvo de costarle la ruina total. Las obras de restauración se concluyeron en   1760 y fueron costeadas por el canónigo Miguel de Cossio ante la escasez de recursos que padecian las monjas. El decreto de desamortización de Mendizábal del año 1836 les obligó a cerrar de nuevo y trasladarse otra vez al convento de la calle Sierpes, traslado que se efectuó el 7 de Mayo de 1837, siendo la superiora sor Francisca Javiera de la Purificación. 

El convento de la calle Sierpes acogió a sus hermanas de Triana, y allí vivieron todas las mínimas de Sevilla hasta la revolución de 1868, que supuso también el cierre de este convento. Las monjas tuvieron que ser acogidas en el convento de clarisas de la calle Águila, donde permanecieron hasta el 30 de Mayo de 1879, fecha en que salen a tomar posesión de su convento en Triana. La comunidad estaba compuesta por 7 religiosas.

El edificio conventual durante la ausencia de las religiosas fue dedicado a casa de vecinos y almacén de orozuz. Fue declarado en ruinas y, en 1875, se puso a disposición del arzobispado de Sevilla que el día 1 de Julio de 1876 se lo entrega a la Hermandad de la Victoria. Las obras de restauración del edificio comienzan el 29 de Octubre de 1877.

El convento vuelve a sufrir las iras del Guadalquivir en los años 1892, 1897 y 1912, aunque no causaron tanto daño. Trás la proclamación de la II República, en abril de 1931, las monjas tuvieron que abandonar el monasterio, yéndose a vivir a casa de familiares y amigos. Pero esta situación no duró mucho, pues en abril de 1932 ya estaban las monjas otra vez reunidas en su convento, donde permanecen hasta en día de hoy.


Recopilación de textos: Ángel Bautista Guerrero

1 comentario:

  1. Me ha resultado muy interesante este texto. El convento es una verdadera delicia.

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