viernes, 5 de noviembre de 2010

DE CERCA: CONDICIÓN DE ARRABAL


Grabado de Ambrosius Brambilla (1585)


En un libro inédito sobre Triana tengo escrito: “La organización municipal y administrativa del siglo XVIII en Sevilla, ofrece aspectos específicos relativos a Triana como ente individualizado y distinto de la urbe. Así, en 1782 se establece en un Bando el servicio quincenal de recogida de basuras. Antes de esa fecha se había promulgado otro Bando indicando que se colocaran faroles en el exterior de las casas por parte de los vecinos “de esta ciudad, barrio de Triana y sus arrabales”.

Por la Real Cédula del 13 de agosto de 1769 la ciudad se dividió administrativamente en cinco cuarteles, correspondiendo a Triana el quinto de ellos. Cada cuartel era administrado por un Alcalde Mayor, auxiliado por los Alcaldes de Barrio, ya que cada cuartel se dividía, a su vez, en ocho barrios. “

En el siglo XVII existía en Triana el cargo de Teniente de Alguacil, poniendo de relieve su carácter excepcional en el conjunto del territorio de la ciudad de Sevilla: Triana es y era una isla, con servidumbres y con ventajas, que, según el momento histórico de que se trate, se han ido manifestando en uno o en otro sentido.

Su situación geográfica entre ríos, su papel de enlace con la comarca del Aljarafe, su separación de Sevilla y su dependencia de los puentes, todo ello ha conformado, desde siempre, su esencia y no poco de su historia general tiene que ver con esta circunstancia de partida.

Cuando se planifica la Exposición Iberoamericana de 1929 se comienza a hablar de que la sede se sitúe en Triana. Esto hubiera supuesto un revulsivo para el barrio, aliviándose sus carencias y potenciándose sus fortalezas. Pero no hubo lugar para la esperanza, puesto que la Exposición, como sabemos, no ocupó los terrenos del arrabal y no fue hasta 1992, en una especie de justicia histórica, cuando la Expo llega a Triana, o, al menos, a su apéndice, la Isla de la Cartuja. En el conjunto de actuaciones que se llevaron a cabo en Sevilla con motivo de la conocida popularmente como Expo, la apertura de la Ronda de Triana es una de las que más han beneficiado a nuestro barrio. Esa gran arteria es ahora lugar transitado, plagado de comercios, y toda su fachada se ha ido urbanizando, ocupando lugares que antes estaban deshabitados o en situación de infrautilización. La urbanización de esta zona de Triana ha favorecido un hábitat de alto nivel y la construcción del puente del Cachorro ha venido a contribuir a su integración en el casco urbano de Sevilla.

Sin embargo, no se nos escapa que los efectos beneficiosos de la Expo fueron mucho menores de los deseados, en parte por una planificación cortoplacista y conservadora y también por una, cuanto menos, dudosa gestión, que salpicó de sombras el evento y que ha castigado a Sevilla desde entonces con la ausencia de inversiones que sí han recibido, con justicia desde luego, otras capitales andaluzas. Si Triana necesita remodelación y modernidad, entendida ésta como habitabilidad y sostenibilidad, también lo precisa Sevilla, sumida en un abandono que no puede entenderse a la luz de su papel en la historia de Andalucía y de España.

Triana necesita que se revitalice la figura de su “Alcalde de Triana”. Éste no debe ser un título simbólico sino una realidad. La situación geográfica de este arrabal, intermediaria siempre de Sevilla y del Aljarafe, obliga a soportar una presión demográfica y circulatoria que tiene que tener su respuesta en inversiones y en consideración hacia el barrio. Las muchas carencias que se presentan en sus infraestructuras, su caserío, sus calles y plazas, deberían ser objeto de un concienzudo y realista Plan de Mejora, que termine con la deuda que, desde antiguo, se tiene con Triana. Algunas de esas carencias son fáciles de apreciar, simplemente paseando por el barrio: suciedad, ausencia de zonas verdes, aceras desgastadas, árboles en mal estado, desmotivación del comercio, falta de zonas de descanso y asueto…pero hay otras carencias que son más difíciles de percibir a simple vista, como aquellas que tienen que ver con la ausencia de una programación cultural acorde con la importancia del barrio y del número de personas que en él habitan.

Triana no puede seguir viviendo de su pasado. El presente y el futuro se presentan difíciles si no se atienden, con altura de miras y con una gestión honrada y eficaz, sus muchas necesidades, que son también las de sus habitantes, las de sus ancianos, las de los niños que van en carrito por unas aceras llenas de agujeros, las de los escolares, las de los comerciantes, las de todos. Para lograr esa mejora que se precisa es imprescindible que termine ese divorcio que hay entre la Triana oficial y la Triana real. En ese sentido, el significado del cargo de Alcalde de Triana tiene que suponer que este barrio tan especial goza del respeto que merece.


Caty León Benítez

3 comentarios:

  1. Emilio Jiménez Díaz5/11/10, 18:19

    Desgraciadamente, Triana no va a tener ese "alcalde" porque todos los partidos políticos van a lo suyo, y a nuestro arrabal, con tanto potencial, y cantado por cientos de plumas de todos los siglos, desde mucho antes de Lope de Vega, lo tratan como si fuese el distrito de Amate.
    Nos metemos con razón con Esther "La Ausente", ¿pero que hacen los demás partidos que también pertenecen a la junta de distrito y a la Comisión de la cada vez más paupérrima Velá?
    Por eso esta página debe ser un indicativo de que en algo (mucho) tienen que cambiar para que sean creíbles ante todos los trianeros.

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  2. Ya Agustín López Macías "Galerín, el inolvidable por genial periodista-reportero de El Liberal, bautizó a Triana como "la cenicienta de Sevilla". Como vemos, una cenicienta eterna.
    Lo primero -y creo que lo único- que saben los delegados si quieren hacer "carrera", es que no deben molestar a sus jefes; así que calladitos y a pasar los días; si la gente se quejan es buena señal. El ejemplo más reciente es el actual portavoz del pesoe en el Ayuntamiento.

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  3. Emilio Jiménez Díaz5/11/10, 20:25

    Les da igual, por ahora. Creo que con comentarios y páginas como la que llevamos adelante, y en las que ya quieren colaborar gente muy interesante de todos los sectores, se lo van a pensar. Los votos son los votos. Te engañan durante cuatro años, pero se juegan sus puestos en dos días.
    Esta página, afortunadamente, ya ha llegado a la tenencia de alcaldía. Tenemos una sorpresa guardada para ellos si no nos reciben. La petición se va a cursar esta misma semana si mañana la aprobáis.

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