domingo, 31 de octubre de 2010

PASEANDO POR TRIANA: PEATONALIZACIÓN DE LA CALLE SAN JACINTO




En mi paseo matutino el pasado día 30 descubrí el nuevo tramo peatonal de la calle San Jacinto. Las obras, inconclusas aún, no me parecen aceptables, sin entrar en el aspecto de lo acertado o no de la peatonalización de este tramo de calle. El final de la obra demuestra que la improvisación de nuestro ayuntamiento sigue siendo el factor común en las obras que realiza. El desmontaje del cartel de obra, que puede contemplar con asombro, demuestra la falta de previsión y dirección; ni una simple escalera o andamio para proceder de una manera eficaz y legal al desmontaje -que dicho sea de paso, tiene más valor que cualquiera de los bancos que han instalado- poniendo en serio peligro a las personas que transitaban por la calle. A cualquier promotor se le obliga a invertir en medidas de seguridad y salud, y si no las cumple termina rindiendo cuentas en los tribunales; a cualquiera menos a nuestros administradores.



 


 
Los bancos que, según han pregonado desde la tenencia de alcaldía, son un homenaje a los ceramistas de Triana, me parecen una auténtica chapuza. Mal colocados, enmarcados en un perfil de acero pintado que en breve estará oxidado, cerámica muy vulgar que no representa para nada a la genuína trianera, y asiento que a mediodía aún no estaba instalado. Los bancos son propios de un área de descanso de autopista.

Otro aspecto a destacar es la referencia que hacen del Puente de Triana en uno de los murales cerámicos de los mencionados bancos. Al puente, y a escasos metros del mismo en Triana, lo llaman Puente de Isabel II, y terminan la inscripción colocando en letras mayúsculas SEVILLA 2010, y a continuación, en letras minúsculas y de carácter más pequeño que las anteriores, Barrio de Triana. Como para estar orgullosos de los dichosos bancos.




Bajo mi punto de vista estos bancos homenajean a los ceramistas de Triana lo mismo que un globo a los trabajadores de la Hispano Aviación. Las farolas, pintadas en azul, me parecen fuera del entorno, aunque pronto pasarán desapercibidas. Con respecto al carril bici, que supongo lo tendrán que señalizar convenientemente, me parece, por su dimensión, una autopista bici, incluso con sus áreas de descanso.

Continué mi paseo por la calle Rodrigo de Triana en la que la falta de acera, el tráfico de vehículos y la gran cantidad de bolardos, hacen peligroso el tránsito peatonal por dicha calle, a la que le falta el carril bici. Abandoné Rodrigo de Triana para adentrarme en Pelay Correa y continuaba pensando en el carril bici; en esta zona deberían ponerlo doble, como en el Puente. Al llegar a la calle Torrijos siempre termino recordando mis primeros pasos en el corral de Los Sargueros..., cuántos recuerdos de la infancia. Esta vez había un coche parado y era imposible de pasar; no sé qué pasará cuando pongan el carril bici en esta calle a la que por cierto escuché que piensan cambiarla de nombre; a mí en lugar de Torrijos me gusta "Ribera del Marisco", y además está más de moda. A duras penas, y sin pasar por encima del coche, conseguí llegar a la calle Pureza. Al contemplar el asfaltado pensé que el nuevo proyecto para Triana será la "bicicletización" total de la misma. ¡Qué elegancia!

De nuevo llegué a San Jacinto y pude observar como por fin habían quitado el carte de obra y el camión de Lipasam estaba limpiando la calle. La llegada del Alcalde parecía inminente, pero era la hora de la cerveza y marché para "El Ancla". Además, tantas emociones en el mismo día no deben ser saludables.



José Luis Jiménez Buzón

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