El año de Gracia de Triana
Quise
pasar por el Paseo de la O, sentir el río como compañero hasta después del
puente. Era plena la luz de la tarde. Entré por Chapina a través de esa
calle escondida, cuasi misteriosa, que sigue el lateral del edificio del hotel
levantado sobre el recuerdo de una casa de vecinos donde, en uno de sus locales
comerciales, se ofertaban papas en años de hambre. Penetré en el corto trayecto
que, formando ángulo, desemboca en el Paseo de la O. Creo recordar que tiene
solo una puerta de entrada, o sea, única casa que visitará el cartero con
sobres bancarios donde figure como dirección “calle Gracia de Triana”.
Pero con qué poca gracia se rotuló esta callejuela, casi inexistente, en
memoria de quien mejor y más dulcemente cantó a Triana. Qué poco sabían de
ella, de este barrio y de su música... Fui a paso lento recordando que
precisamente este año; es más, este mes de enero, se cumplen, justos, 25
años de su muerte en la madrileña casa donde quiso despertar muchos días de
su existencia, no demasiado luenga, pues falleció a los 70 años de su
nacimiento ocurrido también en este mes umbral...
Mi idea
era, como digo, pasear por la orilla del río, pero quedé enganchado en este rincón escondido de la plaza de Chapina,
clásico lugar del que poco queda convertido, como gran parte del barrio, en calzada
de asfalto dispuesto al servicio de los automóviles. Todo lo que Triana
le debe a Gracia se me echó encima de pronto sintiéndome entre los culpables
que no hemos sabido honrar la memoria de María Gracia Jiménez Zayas,
nacida en 1919 en un patio vecinal, número 4 de la calle mártir Virgen del
Patrocinio.
En
tiempos de Paco Arcas como delegado del distrito municipal se la quiso
convencer de que viniera a su barrio para que, en noche de Velá, se la nombrara
“Triana de Honor”. Se hicieron varios intentos y siempre interpuso una
excusa amable que rubricó con una foto dedicada a sus “hermanos de Triana”,
toda su presencia fue aquel retrato de artista. Eran muchos los fantasmas
-espectros de fantoches- que aún pululaban por Sevilla y que ella nunca fue
capaz de espantar. Estaba retirada de todo, casi también de la vida, en la
calle Luna de Madrid.
El 13 de
este mes se cumplió un redondo cuarto de siglo de su triste y silenciosa
desaparición y, enseguida, hemos querido alzar su nombre y grabarlo en nuestra
frente a modo de pancarta con una reivindicación, la de un homenaje a la altura
de lo que representó como trianera y artista, al nivel justo de sus hermosas
canciones con las que tributó a su barrio una de las muestras más hermosas de
fidelidad y cariño. Y no pararemos de proclamar su nombre para que este año sea
el año de Gracia de Triana como lo sería si se llamara Juanita. Y es
difícil llegar a la altura de quien cantó flamenco e interpretó coplas con la
misma maestría y dulzura como la estrella que fue; flamenca y cancionista en
una sola voz para alzar a Triana a lo más alto... “En hombre, yo; en mujer, Gracia
de Triana”, proclamó el maestro de maestros, Pepe Marchena.
Ya en primavera hay que organizar algún sonado acto en su honor, pero la Velá
de este año tiene que ser la Velá de quien tan bellamente cantó su
himno, tristemente olvidado... “Hay en Sevilla una fiesta/ de Santiago y
Sant´Ana,/ que se celebra con garbo/ en el barrio de Triana...”. En los días
señalaítos las notas de esta preciosa canción deberá ser la banda sonora de
la alegría de Triana en los festejos dedicados a la Patrona... y a ella.
Prepárense
los estamentos oficiales, los hombres de la copla y del flamenco y que se
disponga Triana a recibir en lo hondo de su corazón a su preclara hija, aquella
que, dentro y fuera de la gran patria, proclamaba a los cuatro vientos del
mundo... “De ese barrio de Triana, orgullo tengo de ser...”. Y nosotros,
trianeros, sevillanos, andaluces, amantes de la música que más nos enternece y
emociona, estamos orgullosos de tí, Gracia de la saeta, del fandango, de la
soleá, de la tonadilla -como diría Lauren Postigo-, aunque sólo pudimos
regalarte una modesta placa en el patio donde algunas noches soñaste con ser
artista, una placa que no llegaste a ver... Poco pudimos hacer en tu memoria,
pero es la hora de traerte con toda tu esencia. Es tu año, Gracia, un tiempo
feliz en el que esperamos saldar una cuenta que nos entristece profundamente.
Ángel Vela Nieto
El Guadalquivir tiene dos orillas hermanas: una Es Sevilla, la otra, Triana...
ResponderEliminar¡Qué sentido, merecido y bonito homenaje has hecho a nuestra querida y recordada, Gracia, ojú hasta el nombre la define en el ARTE, que derrochó y pasmó al mundo entero. Embajadora de gala que tuvo el barrio más singular, señero y representativo de Sevilla, tal cuál así yo lo siento. Es referente de grandes artistas, literatos, ceramistas, marineros, humoristas, con comercios y la "plasabasto" de entrañables recuerdos para mí...
Un recuerdo con admiración y cariño a la gran trianera, felizmente entre nosotros: Dª Matilde Coral. Hacedle llegar mi devoción por ella, por favor.
Gracias, Ángel, con la magia de tu pluma me has conmovido, una vez más.
Un abrazo.
Gracias Angel, por esta nueva aportación que sabes no cae en saco roto. Doble alegría saber que los que diseñaron el mapping de la plaza de San Francisco y que han disfrutado miles de personas las pasadas navidades ha rendido un sentido homenaje a Gracia de Triana y sus famosos villancicos de Triana. Un abrazo. Manolo Alés.
ResponderEliminarSabemos de tu fervor trianero, amiga Mari Carmen y nos gusta que estemos en contacto. Esperamos que en cualquier acto de los que se celebren en nuestro barrio nos podamos saludar...
ResponderEliminarNo tuve ocasión de contemplar el mapping y desconocía que allí sonara la voz de Gracia de Triana que debe ser un referente musical en Sevilla y, muy, especialmente, en nuestro barrio. Sé que contigo no quedará en palabras e intenciones y se hará justicia.
ResponderEliminarPersonaje fundamental en la historia flamenca de Triana, sin olvidar su contribución al cine, y que está olvidada. Espero que si llega a celebrarse algo no sea el 25 aniversario de su muerte y sí el año donde se recupere a una leyenda del arte trianero.
ResponderEliminarLos 25 años de su desaparición nos va a servir -tiene que servir- de excusa para que, al menos este año, se hable de Gracia de Triana. De momento, y a pesar de mi insistencia en twitter, no he visto ni una sola nota de coplistas y flamencos, aparte Martín Martín... Sin embargo, Manolo Alés, en nombre de nuestra Tenencia, está dispuesto a apoyar todo que pensemos en su memoria.
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