lunes, 13 de mayo de 2013

FORTALEZA




FORTALEZA: de momento el único remedio para paliar los estragos que el paro, los desahucios, los miles de sinvergüenzas , las salidas masivas y obligadas a Alemania y la gran cantidad de “paisanos” que se suman al grito de “ande yo caliente y ríase la gene” están causando a esta sociedad moderna del siglo XXI.

FORTALEZA que se sostiene a duras penas cuando nos están robando la dignidad como seres humanos y que  se cae por completo cuando observamos que la justicia tiene dos varas de medir, una para los grandes, famosos y nobles defraudadores con  cuentas en Suiza y con participación activa en sociedades sin ánimo de lucro y otra para los jubilados, trabajadores y pequeños empresarios que no pueden afrontar el pago de su hipoteca.

La FORTALEZA que aparece en la fotografía que ilustra esta entrada se corresponde con el rótulo de esta trianera  calle del Monte Pirolo.  El lugar exacto es la esquina con la calle Troya donde se encontraba el  “Arquillo de Marco Sánchez”  y que fue derribado a mitad de los años 70, seguro que por algún “amante” del urbanismo moderno.

Pues al igual que la gran virtud, esta FORTALEZA que rotula la calle, se sostiene a duras penas entre grandes desconchones de esta edificación que se mantiene en pie milagrosamente, al igual que nosotros,  a la espera de  una mano restauradora.

 Tenemos que seguir luchando, en estos momentos es donde más necesitamos estas grandes virtudes. Cada días son más los que demuestran su alto sentido de la solidaridad, el amor, la caridad, la humildad, la tolerancia y hasta la paciencia. Sin embargo no podemos perder la FORTALEZA para seguir luchando contra tanta injusticia, ella es la gran virtud que día a día nos va a permitir seguir manteniendo la cabeza alta y mantener la  esperanza que, según dicen, es lo último que se pierde.

Arquillo de la Calle Fortaleza. Derribado en los años 70.

José Luis Jiménez

2 comentarios:

  1. Era destruir por el puro y malsano placer de destruir, porque ya ves la circulación de vehículos por esa calle... Yo visité algunas veces un corral que había bajo el arquillo, el número 2, donde vivía Luque, un prometedor jugador del Sevilla que después de llegar a internacional tuvo que retirarse por una lesión de rodilla. Por este arquillo pasaban los Caganchos y Los Pelaos para llegar a la célebre Casa Rufina a desahogar sus cantes. Pero qué importa la historia de Triana...

    ResponderEliminar
  2. Pues a estos amigos de la destrucción siempre terminan poniéndole una calle, avenida o plaza con su nombre, y en este caso hasta el abuelo de la criatura tuvo una calle en Sevilla con su nombre.

    ResponderEliminar

*/