Pepe, guadia urbano
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José Cerpa Dominguez de uniforme durante su ronda por Triana y cartel de la Pelicula "Manolo, Guardia Urbano", protagonizada por Manolo Morán. |
Fue una de aquellas películas de cine de verano, de aquel frescor barato
y divertido. Fue una de las carteleras que alegraban las esquinas de Triana;
podía ser del cine Avenida, Alfarería, La Estrella, San Telmo, Gran Vía o
cualquiera de los que llegaron después abriendo el abanico de los sueños…
“Manolo, guardia urbano” se anunciaba, y el actor que interpretaba al
protagonista era también Manolo y de apellido Morán, uno de los rostros, junto
a Fernán Gómez, Tony Leblanc, los Ozores, Antonio Riquelme y Pepe Isbert, tan
familiares que parecían salidos de cualquiera de los corrales de vecinos de la
Cava o de la calle Castilla, que ellos también pululaban buscándose la vida por
nuestras aceras y patios como cualquier hijo de vecino de una Triana
animosamente gris con sabor a posguerra y canquiñones y música de coplas y
fandanguillos.
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Manolo Morán en un fotograma de la película |
La película
es del año 1956 y en ella trabajan casi todos los actores citados por lo que el
interés se multiplica, así que se acudía a las sillas de enea como quien iba a
una convocatoria familiar. Manolo no sólo es un guardia alegre y bondadoso, según
la propaganda de los prospectos, sino que es un calco de nuestro Pepe, guardia urbano, auténtico
espécimen del barrio, de nombre José Cerpa Domínguez, celoso guardián en su
tiempo de la encrucijada vial que forman las calles San Jacinto, con sus
paralelas tranviarias, y Pagés del Corro con sus dos Cavas, sitio estratégico
del tráfico, aún sereno y pueblerino, de los vehículos rodantes y donde podían
juntarse un taxi con un triciclo, un carrillo de mano, una bicicleta y un
monstruo amarillo, ruidoso y poderoso, llamado tranvía.
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Nuestro Pepe en el cruce de San Jacinto con La Cava |
Una de las esquinas la
ocupaba la oficina del Banco Andalucía, justo en el lugar donde se encuentra,
en edificio moderno, el bar “La Blanca Paloma”. Y un poquito más hacia el
cuartel de los civiles, en chaflán, alentaba, también en aquellos tiempos, con
sus puertas de par en par, el recordado “Rinconcillo”, paraíso de la manzanilla
“San León”, la sangre encebollada y el bacalao con tomate. Pepe solía colocarse
de espalda a estos clamores de sirenas en adobo para no caer en tentaciones en
horas prohibidas, porque estaba sujeto a la formalidad del aparatoso uniforme
que con evidente orgullo lucía, si bien su rostro cárdeno y su expresión
guasona podían hacer creer lo contrario.
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José Cerpa, de espaldas al Rinconcillo, en La Cava |
Nuestro
hombre no tuvo hijos, como su camarada Manolo que en la película aparece feliz
por su próxima paternidad después de veinte años de espera. Vivió en la callecita
Arnao de Flandes, en el Turruñuelo, y su mujer se había criado en el barrio
León. Pepe, guardia urbano jubilado, tuvo como postrera morada la residencia
existente frente al Cachorro.
Un día
reciente, nuestro amigo, gran cantaor, Joaquín “El Carbonero”, nos habló de su
tío en tiempo de grata tertulia en “El Ancla” y quedó en dejarnos fotos, y ya
con ellas ante los ojos tenemos que restregárnoslo porque lo que vemos son
fotogramas de la película de Manolo Morán. Así que lo mismo que Armiñán se
inspiró en nuestro Campito para crear
a su “Juncal”, Rafael J. Salvia podía muy bien haberse fijado en nuestro Pepe para su Manolo madrileño y
peliculero. Incluso podía haberle dado el papel, porque siempre tiene más valor
el “original”.
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¿Manolo Morán en un fotograma de la película o Pepe el guardia en Madrid? |
Ángel Vela Nieto
Increíbles fotografías que por si solas definen al personaje. Sin lugar a dudas la realidad superó a la ficción.
ResponderEliminarQué maravilla las casas de San Jacinto y La Cava con sus esterones, los zócalos de tirolesa y qué decir de los adoquines del pavimento y los balcones con sus macetas.
Dejamos caer aquella TRiana porque llegaban tiempos modernos, se pensaba que todo lo nuevo era mejor, una lástima.Preciosa mirada al pasado.
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