miércoles, 16 de enero de 2013

EL DEDO DE RODRIGO


El dedo en la misma llaga 

Fachada del Corral de La Encarnación durante su época de abandono.
    En Diario de Sevilla se han ocupado de lo mal aprovechado que está el corral de la Encarnación, con más de medio patio vacío, mientras siete familias sin techo se ven obligadas a cobijarse en un edificio de la calle Evangelista, al ladito mismo. Lo del corral de la Encarnación sigue sangrando desde que la antigua propiedad quiso hacer el negocio de moda expulsando a los viejos vecinos y vendiendo el solar para más pisos de acogida a forasteros con cartera. La táctica de arruinar la casa para que las goteras y las ratas los empuje hacia la calle y que Dios los ampare, no le salió bien al pragmático propietario y, en una tarde de Velá, se plantaron todos en medio de la Cava de los gitanos con sus sillas y sus botijos para que los políticos se fijaran bien en su penosa e injusta situación; la de un lugar con historia de siglos y unos trianeros de raíz agarrados a lo más hondo de su savia.

    Todo ello hizo que la Junta prometiera protección con un título de esos que no sirven para casi nada y se alargara la solución durante muchos, demasiados años. Y un día el gobierno de Monteseirín, alias “el Moderno”, se encarga de abrir las puertas, las nuevas puertas del nuevo corral de la Encarnación... Y hubo quien pasó al patio a pesar del horror en que habían convertido la fachada. Mientras, se inauguraba “il nuovo” corral del Cura, en la otra antigua Cava, una copia parecida en su arquitectura al que tantas veces recorrimos de niño buscando a los hijos de Zeppelín, mis camaradas infantiles, y que ya asaltado por el verdor salvaje visitamos, saltando tapias y con cámara de fotos, junto a Paco Solís, para testimoniar la imagen de sus tétricos patios.

    Hemos denunciado en más de una ocasión el estado de ambos corrales. El primero por su horrible reconstrucción -ni echo a propósito-, que si lo viera Alfonso, el ex-futbolista gobernador de la antigua taberna de la casa-tapón, pensaría que no estaba en Triana y menos en su hogar de toda la vida. Increíble lo que han hecho, agravado por las carencias y defectos interiores y de servicios que aún no se han resuelto. Y el segundo, el renombrado que se levantó sobre los terrenos de la antigua Huerta del Cura, porque ahora es más “fantasma” que cuando estuvo invadido por higueras bravías, desvencijadas sus puertas y ventanas como las de un inservible decorado cinematográfico de cartón-piedra. Y así permaneció durante tres décadas, tres... pugnando con el solar del cuartel, a tiro de piedra, en ver cual daba más pavor. Y lo curioso es que, al menos una vez al año, el alcalde de turno y un completo séquito de concejales pasaban por delante de ambos desastres. Pero era de noche, les precedía la música de la Banda Municipal y les seguía media Triana con ganas sólo de disfrutar, como mandaba la Patrona, de una feliz Velá. Imposible escuchar el ulular y el arrastre de cadenas.

    La prensa se ha ocupado de publicar, seguramente instigada por la oposición que en ese estatus suele padecer amnesia de culpas similares, lo poco que le está sirviendo a la comunidad el gasto -sabe Dios cuánto-, de la obra de recuperación del corral de la Encarnación. La Junta y el Ayuntamiento se reparten las obligaciones como propietarios del inmueble, así que mala cosa (pesoe y pepé y la casa sin barrer). Y ahora a esperar a que el Diario u otro periódico local, cuando los empuje los que ahora se dedican a criticar por obligación, envíe a un reportero al corral del Cura, cerrado a cal y canto por enigmático interés de sus afortunados y extraños vecinos que no consienten que nadie meta la nariz en “su” casa, secreta de puerta para afuera y paradisiaca de puertas para adentro. Y que se sepa cuál es su estado.

    En el blog del delegado, se debería aclarar cuáles son las circunstancias que hacen que estas dos emblemáticas casas trianeras sean un dilema como tantos otros a los que, sin conocerse las causas, se han etiquetado como eternos. 

Corral del Cura durante su larga etapa de abandono

Ángel Vela Nieto

3 comentarios:

  1. Ya hemos hablado de la reforma del Corral de la Encarnación y el maltrato que ha sufrido; no se puede tener peor criterio y gusto para transformar un edificio de varios cientos de años. ¿Le habrán pagado al arquitecto?
    El nuevo Corral de la Encarnación lo gestionaba Otainsa, ese ente que se encargaba de velar por los intereses de los inquilinos en situación de abuso y familias desahuciadas. Con la entrada del PP y el cierre de esta empresa, la gestión de estos corrales recae en la Gerencia de Urbanismo y el resultado final ha quedado perfectamente explicado en tu entrada: más de medio corral vacío y la casa-tapón cerrada sin saber qué hacer con ella. En cualquier asunto que tratemos, son factores comunes el mal gusto y la mala gestión.
    A ver quién es capaz de explicarme, por ejemplo, que en la actualidad se está desarrollando en Sevilla un MUNDIAL DE BALONMANO - del 11 al 27 de Enero- y pese a que el Ayuntamiento de Sevilla se ha gastado cerca de 400.000 euros no se entere ni Dios. Algo parecido ocurrió con la exposición DesVelando Triana que se anunció con una pequeña pancarta- tipo futbolera- en la barandilla del puente, nos enteramos los vecinos y los 4 amigos nuestros.

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  2. ¿Pero en Sevilla gusta ese deporte?
    Pensarán rentabilizar esa buena cantidad de euros con lo que se dejen los aficionados forasteros en Sevilla durante esos días. Ya veremos el ambiente por las calles. Pero, ¡ay!, cuántas cosas podríamos hacer en Triana con ese dinero...
    Volviendo al corral de la Encarnación, tengo entendido que el corral es responsabilidad de la Junta, mientras que la casa-tapón la gestiona el Ayuntamiento. Si se ponen de acuerdo en solventar este desaguisado sería casi un milagro. Y si tuviéramos alguna respuesta de los políticos responsables sería el colmo de los prodigios.

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  3. Rafael M.H.17/1/13, 23:18

    La fachada del corral de la Encarnación no hay quien la entienda, no es que sea más o menos estética, es que no se sabe para qué sirven tantas puertas. No sé si habéis visto algún cartel del mundial de balonmano, el mensaje es horrible, pero como bien dices, Ángel, 400.000 euros es un taco de dinero, me da la impresión que los políticos no son capaces de apartar cierta cantidad de dinero para esos pequeños arreglillos que tanta falta hacen, aquí se gasta a lo grande, si les pides 400 euros para organizar una velada flamenca seguro que te contestan que no hay, mientras mayor sea la bolsa, más fácil es que se escapen unos cuantos céntimos.

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