domingo, 25 de noviembre de 2012

EL DEDO DE RODRIGO


 

MANUEL MACHADO


“Vino, sentimiento, guitarra y poesía/
hacen los cantares de la tierra mía,/
cantares.../
Quien dice cantares dice Andalucía” 
(“Cante Hondo”, 1912).

   Aquel muchacho que viviendo en Madrid estudia su carrera en Sevilla quedando bajo la autoridad y custodia de su abuela trianera, fue un poeta ilustre que amó a Andalucía cantándola a su clásica manera, dejándonos coplas inmortales a las que no va a empañar el continuo manoseo de ellas... Cantando la pena/ la pena se olvida... O ésta, una de sus famosas soleares: Tu calle ya no es tu calle,/ que es una calle cualquiera/ camino de cualquier parte. Pero ninguna tan honda como aquellos versos universales... Hasta que el pueblo las cante/ las coplas, coplas no son,/ y cuando las canta el pueblo,/ ya nadie sabe su autor...

   Manuel Machado Ruiz nació con los calores de agosto de 1874 y murió en un frío enero, también madrileño, el de 1947. Como su hermano Antonio, y desde niño, pasaba el puente para ver a su abuela en uno de los “lados de Santa Ana”, la que luego fue calle Vázquez de Leca (número 4). Muchos después evocaría aquellos años trianeros de su tiempo de estudiante: “Son las tres de la tarde. En Triana, a primero de junio. Yo tengo veinte años... Estamos en época de exámenes y vengo de la Universidad. Vuelvo a mi casa, es decir, a casa de mi abuela materna, donde vivo hace un año mientras curso mi carrera de Filosofía y Letras. Por cierto que cuando llegué de Madrid mi buena abuela que tendría por entonces unos sesenta años, me preguntaba entre asombrada y compungida: “¿Pero es que tú vas a ir todos los días a Sevilla, hijo mío...?”. Sin duda que el ambiente de Triana influyó en el espíritu del poeta, y a saber si su primera novia no fue una vecinita de su abuela, a pesar de lo que dice en su copla: Que tú eres de Sevilla/ y yo soy de Triana, nena,/ y por el medio del río/ nuestro cariño canta.

   Manuel Machado, hijo de trianera, nieto de una pastelera llamada Isabel Hernández, nacida en Totana, pueblo de la huerta murciana que tenía la mitad de sus hijos emigrados en Triana (fenómeno social pendiente de estudio), con domicilio frente al templo de la Patrona, andaba ya de vuelta en Madrid cuando, en 1893, fallece su padre, Antonio Machado y Álvarez Demófilo, en la casa de la calle Pureza donde vivía su tío Rafael, el marino.

   No faltó la voz e inspiración de Manuel en el espectáculo amadrinado por La Argentina para la edición del libro “Arte y Artistas Flamencos”, de Fernando el de Triana, celebrado en la gran ciudad del poeta, demostrando así su fe flamenca y su amistad con el polifacético artista flamenco del barrio de su juventud y de su dulce abuela. 

Ángel Vela Nieto.
(Del libro “Triana, la otra orilla del flamenco”). 

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