Estado actual ruinoso que presenta el Arquillo de la O. Octubre de 2012 |
Hemos compuesto
alguna que otra guía turística de Triana mostrando los clásicos atractivos de
nuestro barrio a los que modernamente se le han añadido -o están pronto a
añadirse- nuevos imanes vinculados a su rica existencia. Pero ahora queremos
cumplir con el deseo manifestado hace poco tiempo: aquello de que sería
interesante un recorrido por la Triana oscura y lacerada, la antiturística. No
está de más señalar, de vez en cuando, pero sin respiro prolongado, las heridas
por las que sangra -sangre ya casi coagulada por el desespero- un lugar que se
pretende sea objetivo turístico de primer orden, riqueza que le corresponde por
cuanto atesora y representa en una ciudad sin el dorado humo catalanista de las
chimeneas, y que, además, es lo único que lo puede salvar del absoluto escarnio
al que fue sometido por las autoridades incompetentes. Una especie de antiguía
turística es lo que vamos a desplegar en un doble paseo con un supuesto representante
del nuevo cuerpo de guardia de Sevilla, con sede en la Plaza Nueva, como
herederos que son del citado escarnio, y para que compruebe cómo andamos, tome
nota e informe a los altos olvidos.
Imaginémonos que entramos por el puente
con el supuesto e interesado funcionario que, como es natural, no sabe
demasiado de esta orilla. Y lo primero que nos llega a la vista es el célebre
murallón, hasta hace poco absolutamente olvidado, un hermoso y panorámico
soporte de pintadas y extraños dibujos, obra de maléficos gnomos que pululan
por humedades y desconchones. Ahí
tenemos, le digo, nuestra portada garabateada, necia y enemiga. Mal augurio,
¿verdad...? Pues llegamos al umbral del barrio, la plaza del Altozano, y mire
ese reloj público que debe ser el pulso de la comunidad; marca una hora
distinta e inútil en cada esfera; he aquí el ritmo del referido pulso y añádalo
al aspecto del murallón. Duele su mudez de campana o rasgueo de guitarra por
soleá que es lo que se espera, ¿no le parece? Con este pensamiento nos vamos a
plantar ante la figura alegórica del monumento “Al Arte Flamenco”, uno de los
fundamentales argumentos de la cultura musical del sitio que dicen universal.
No, no está acabado ni se acabará nunca, y eso que tenemos a mano al escultor,
Jesús Gavira. Pero no estamos en Jerez...
Le aviso, amigo, que si visitamos la
histórica plaza de abastos observaremos que no pasa por su mejor momento a
pesar de los grandes profesionales que tratan de insuflarle vida suficiente,
pero no... También le advierto que la inmediata y atractiva fachada que pregona
otra de nuestras tradicionales riquezas, la cerámica, famosa en el mundo, nos
llevaría a pequeños, milagrosos y residuales talleres que, cercados por la
falta de atención, ofician sin un futuro cierto; además habríamos de tener
cuidado de no ser aplastados por los coches contra la acera, peligro que hará
que nos olvidemos de los talleres. Sí, nos han dejado esta estrecha calle como
única salida del barrio, así que volvamos por Castilla. En seguida, le extrañará
que patios que deberían aparecer con los brazos abiertos, porque representan
una forma de vida y convivencia que en Triana fue esencia y desarrollo de su
identidad, surgen esquivos e impenetrables. Y con este amargo regusto hemos de
avanzar hasta plantarnos ante el primer monumento de Triana, el más antiguo,
éste: el Arquillo de la O; milagro será que no se le caiga a alguien encima y
le sirva de lápida la leyenda de mármol que casi nadie pudo leer. Triste, pero
no inspira pensamiento más optimista. Y como ya le veo algo compungido,
entremos en el Círculo Don Cecilio, que todavía transpira su originalidad, y
tomemos una copa de manzanilla, marca “Guerrero del Antifaz”, mientras hacemos
acopio de ánimo para seguir mostrándole, querido y sensible funcionario
municipal, inocente mandado, la antitriana antiturística...
.Arquillo de la O. Detalles de enormes fisuras en el frontón y arco. Octubre de 2012 |
Ángel
Vela Nieto
Ya es un milagro llegar a esa altura de la calle Castilla sin que antes no te atropelle un coche en Antillano Campos ni una bicicleta en el Puente.
ResponderEliminarEstoy pensando proponer al distrito que a la entrada de Triana coloquen un cartel de los que se ponen en las obras para anunciar el uso obligatorio de casco de seguridad, chaleco reflectante amarilo, etc... así pasearemos más seguros por nuestro barrio.