sábado, 6 de octubre de 2012

EL DEDO DE RODRIGO: TRIANA ANTITURÍSTICA (PRIMER TRAMO).

Estado actual ruinoso que presenta el Arquillo de la O. Octubre de 2012
    Hemos compuesto alguna que otra guía turística de Triana mostrando los clásicos atractivos de nuestro barrio a los que modernamente se le han añadido -o están pronto a añadirse- nuevos imanes vinculados a su rica existencia. Pero ahora queremos cumplir con el deseo manifestado hace poco tiempo: aquello de que sería interesante un recorrido por la Triana oscura y lacerada, la antiturística. No está de más señalar, de vez en cuando, pero sin respiro prolongado, las heridas por las que sangra -sangre ya casi coagulada por el desespero- un lugar que se pretende sea objetivo turístico de primer orden, riqueza que le corresponde por cuanto atesora y representa en una ciudad sin el dorado humo catalanista de las chimeneas, y que, además, es lo único que lo puede salvar del absoluto escarnio al que fue sometido por las autoridades incompetentes. Una especie de antiguía turística es lo que vamos a desplegar en un doble paseo con un supuesto representante del nuevo cuerpo de guardia de Sevilla, con sede en la Plaza Nueva, como herederos que son del citado escarnio, y para que compruebe cómo andamos, tome nota e informe a los altos olvidos.

    Imaginémonos que entramos por el puente con el supuesto e interesado funcionario que, como es natural, no sabe demasiado de esta orilla. Y lo primero que nos llega a la vista es el célebre murallón, hasta hace poco absolutamente olvidado, un hermoso y panorámico soporte de pintadas y extraños dibujos, obra de maléficos gnomos que pululan por humedades y  desconchones. Ahí tenemos, le digo, nuestra portada garabateada, necia y enemiga. Mal augurio, ¿verdad...? Pues llegamos al umbral del barrio, la plaza del Altozano, y mire ese reloj público que debe ser el pulso de la comunidad; marca una hora distinta e inútil en cada esfera; he aquí el ritmo del referido pulso y añádalo al aspecto del murallón. Duele su mudez de campana o rasgueo de guitarra por soleá que es lo que se espera, ¿no le parece? Con este pensamiento nos vamos a plantar ante la figura alegórica del monumento “Al Arte Flamenco”, uno de los fundamentales argumentos de la cultura musical del sitio que dicen universal. No, no está acabado ni se acabará nunca, y eso que tenemos a mano al escultor, Jesús Gavira. Pero no estamos en Jerez...

    Le aviso, amigo, que si visitamos la histórica plaza de abastos observaremos que no pasa por su mejor momento a pesar de los grandes profesionales que tratan de insuflarle vida suficiente, pero no... También le advierto que la inmediata y atractiva fachada que pregona otra de nuestras tradicionales riquezas, la cerámica, famosa en el mundo, nos llevaría a pequeños, milagrosos y residuales talleres que, cercados por la falta de atención, ofician sin un futuro cierto; además habríamos de tener cuidado de no ser aplastados por los coches contra la acera, peligro que hará que nos olvidemos de los talleres. Sí, nos han dejado esta estrecha calle como única salida del barrio, así que volvamos por Castilla. En seguida, le extrañará que patios que deberían aparecer con los brazos abiertos, porque representan una forma de vida y convivencia que en Triana fue esencia y desarrollo de su identidad, surgen esquivos e impenetrables. Y con este amargo regusto hemos de avanzar hasta plantarnos ante el primer monumento de Triana, el más antiguo, éste: el Arquillo de la O; milagro será que no se le caiga a alguien encima y le sirva de lápida la leyenda de mármol que casi nadie pudo leer. Triste, pero no inspira pensamiento más optimista. Y como ya le veo algo compungido, entremos en el Círculo Don Cecilio, que todavía transpira su originalidad, y tomemos una copa de manzanilla, marca “Guerrero del Antifaz”, mientras hacemos acopio de ánimo para seguir mostrándole, querido y sensible funcionario municipal, inocente mandado, la antitriana antiturística...

.Arquillo de la O. Detalles de enormes fisuras en el frontón y arco. Octubre de 2012

Ángel Vela Nieto

1 comentario:

  1. Ya es un milagro llegar a esa altura de la calle Castilla sin que antes no te atropelle un coche en Antillano Campos ni una bicicleta en el Puente.
    Estoy pensando proponer al distrito que a la entrada de Triana coloquen un cartel de los que se ponen en las obras para anunciar el uso obligatorio de casco de seguridad, chaleco reflectante amarilo, etc... así pasearemos más seguros por nuestro barrio.

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