RECREACIÓN
APÓCRIFA Y METAFÍSICA DE UN
TORERO INVENTADO
Con ésto de los centenarios de las efemérides toreras,
este año del 2012, se ha desbocado un poco la concepción de darle a cada uno lo
suyo, a Juan Belmonte le han dado hasta en el carnet de matador de toros
celebrando actos por su muerte, incluso en su barrio, que no por sus triunfos y
a Joselito “El Gallo” homenajes y celebraciones porque se cumple el centenario
de tres fechas -acompañadas de grandes triunfos las tres- importantísimas para un torero, para la afición y para sus partidarios que
todavía los tiene y los tendrá. A saber, el 13 de Junio de 1912 debuta en
Sevilla, el 23 del mismo mes en Madrí,
y en la Feria de San Miguel del mismo año de 1912 toma la alternativa, eso sí,
en Sevilla. Como debe de ser.
A este grandísimo torero -igual de luces, traje
campero o de calle- le han puesto una
placa en Sevilla en lo que queda de la puertacuadrilla de la derribada y
antigua plaza de la Monumental (su
plaza) sito en la calle Ramón y Cajal.
Desde este verano, cuando empezaron los actos para JB en Sevilla, ya se
estaban runruneando movimientos de los partidarios de José para distintas celebraciones
pero, antes ya, también, otros estaban llamando a distintas emisoras y
ofreciéndose con biografías y datos desconocidos de su vida, la profesional
igual que la de Juan son archiconocidas.
Es la hora de fumarse un puro, don Juan, y relájese.
Le voy a contar que
la ignorancia supina -también es
madre de la osadía- llegó hasta el punto que oí en algunos programas que usté,
don Juan, fue un invento de
José, porque éste se había quedado solo después de la retirada de Bombita y era
mucha la responsabilidad y mucho el peso de llevar el cetro del toreo sin
competencia alguna.
A ese inmenso
torero llamado José no le hacía falta inventarse a naide y usté se inventó
solo, creo que se inventaba todos los días desde su juventud.
Así vio sus “jechuras” de torero el gran pintor y
cartelista taurino Ruano LLopis, no hay que jurar para ver que son totalmente
distintas a las de José.
Se
cuenta que el día de su gran triunfo en Sevilla al verlo Larita, torero
madrileño que toreaba también esa tarde, en la puerta cuadrillas, le dijo:
“Hombre, Juan, los toreros a esta plaza
no deben venir vestido de esa manera”. Cuando después a usté lo llevaban a
hombros camino de Triana lo vio montado
en la calesa y le dijo a los capitalistas
y a sus partidarios: “¡Pararse a la vera de Larita!”. Lo miró fijamente y le
soltó: “Los toreros a esta plaza vienen vestíos como pueen. Lo que tienen que
hacer los toreros es salir de esta plaza como yo”.
Que digo yo, don Juan, que las “jechuras” serían así
sin el toro pero cuando estaba usté toreando se transformaban de tal manera que
lo que se presenciaba era de una plástica tan sublime que sobrecogía a los
tendidos de emoción. Voy a recordarle tres tiempos de su media verónica visto por fotógrafos y el escultor (Antonio
Rosillo).
Pero no solo era la media verónica que servía de
remate, había más, había, antes de la
media, una serie de verónicas extraordinarias que también deseo mostrarle.
Dando el pecho siempre de frente nunca de perfil que es el toreo perfilero, al hilo del pitón
y toques para vaciar al toro acompañando la embestida, los pies asentados en la
arena, quieto, solo jugando los brazos. Sorprendente, don Juan,
sorprendentemente emocionante y sobre todo en aquella época que el toreo se basaba todo sobre las piernas.
Sin parar y atacando al toro buscándole el rabo y las vueltas por lo alto y por
abajo y de pitón a pitón. Lo importante
era la estocada. Una batalla.
Y ahí vamos, don Juan, con la muleta por delante citando al toro, tranquilo, reposado,
provocando, metiéndose en su terreno, que según usté el toro no tiene ninguno
que todos son de usté, quebrándolo, doblándolo, metiéndole la pierna en el
costillar y tocándoles las orejas por los dos lados con el pico de la muleta y
robarle todo el poderío para que se entregue y se de cuenta de quién manda allí.
Dejarlo “guarnío” en el argot.
Y el molinete final liándose el toro a la cintura como una faja de costalero y a cuadrarse, cerca,
entre los dos pitones para tirarse a matar como lo hacen los toreros machos,
los figurones del toreo, sin dejar de mirar el morrillo. ¡Hasta la bola y sin
puntilla!
Sé que en Madrí
la peña Taurina “Los de José y Juan” han celebrado y han auspiciado varios
actos como la colocación de un mosaico en la plazatoros de Las Ventas por parte
del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad para celebrar el centenario de
los dos (?) doctorados. Pensarán repetir las celebraciones el año que viene.
Como se lee el mosaico está dedicado a José y a usté con
el motivo de “su alternativa” -¿a cual
de las dos y a quién de los dos?- no de
“sus alternativas”, no sé si se ha hecho a posta o es una equivocación del
ceramista, porque se da el caso que la alternativa de José si cumple el
centenario pero la tomó en Sevilla el 28/09/1912. ¿A quién se le dedica el
mosaico?. Debemos suponer que está dedicado a José porque es el centenario de
su alternativa y además fue el inspirador de esa plaza, también Monumental.
Pero sus partidarios de Madrí, no han
querido que usté se quedara atrás. Porque a usté lo hizo doctor en el toreo Machaquito al año
siguiente -16/09/1913- en esa misma plaza Monumental. Ésto se llama matar dos
pájaros de un tiro y adelantarse a los demás, pero con mucho arte pa que naide
se enfade.
Yo tampoco quiero que naide, y menos usté, se enfade
por este artículo que más que un artículo es un reportaje, y más que un reportaje
una exposición que debía de haberse celebrado donde yo me sé. Por eso quiero seguir lo que queda de año con
mis modestos homenajes.
Se debe saber adónde
se viene, donde se está, lo que hay y se tiene y lo que ha habido y también se tiene y dejar las
verborreas -los cuartos de hora de gloria- sin conocimiento de causas y
casuísticas, no apuntarse a todos los bombardeos, ni meterse en todos los
charcos sin chalecos salvavidas. Lo de “torero
inventado” es pa mearse. ¿No, don Juan?
Antonio
del Puente
Oct-12
Digno de tu firma, Antonio. Para disfrutarlo y conservarlo. Sólo una cosa: en Triana no celebramos su muerte, sino su trianerismo en el 120º. de su nacimiento. Y sólo se habló de él, como vecino del barrio y torero excepcional, hasta la entrevista gloriosa que firmó Chaves Nogales en 1935. Su muerte, en aquella ocasión, quedaba demasiado lejos de nuestro interés... y de nuestro Belmonte.
ResponderEliminarOjú, Antonio, vaya entrada ilustrada que has dejao y me remito a las seis acepciones, seis que aparecen en el diccionario de la Academia:
ResponderEliminar1) Dar luz al entendimiento y es que lo has parío sin epidural ni matrona, maestro.
2)Aclarar un punto o materia con palabras, imágenes, o de otro modo, ahí quedan unas cuantas fotografías cargaitas de soníos negros, como a ti te gustan,
3)Adornar un impreso con láminas o grabados alusivos al texto, dejarle paso a esa escultura y al chiste final, que no hay fotma más bonita de acabar que con una sonrisa.
4)Hacer ilustre a alguien o algo, aunque tampoco tengo muy claro, como en la cerámica de los madriles, cuál de los dos toreros te tira más.
5)Instruir, civilizar, coño es que aprovechas hasta pa corregir la falta de concordancia.
6)Dicho de Dios: Alumbrar interiormente a las criaturas con luz sobrenatural, po aquí ya no sé que comentar, Antonio, pero no voy a probar a tragarme un cirio encendido, que eso debe dolé.
¡Gracias, Ángel, de todo corazón!. Pero la verdad por delante, todo es de mi firma menos el pie de foto de una verónica que firma el fotógrafo Baldomero y el nombre de Belmonte que casi se sale del retrato y el pie de foto lo he dejado (sic) porque yo no era, ni soy capaz de describirlo tan real como el autor (lB.)por eso la letra es distinta al texto general del artículo, igual que la de la cartela que está debajo del título que tampoco es de mi autoría.
ResponderEliminarJamás ni he hablado ni he escrito que celebrárais ni que celebrara nadie su muerte, hasta ahí podiamos llegar, no se pueden ni se deben sacar las cosas de contexto ni de quicio y menos para que se lea.
Cada vez que le he hecho a Juan mis modestos homenajes siempre he escrito que se daban "actos" con motivo de su muerte pero ninguna celebración por su centenario triunfo. Estos "actos" de los que he protestado y protesto también los he visto acartelados, leidos y oidos en medios de difusión al efecto, donde se daban y por el motivo que se daban.
Es más, mucho antes de todo ello, una persona cercana, ahora, a la casa de los Mensaques en plena calle peatonal de San Jacinto -como una primicia- me dijo que se iban a "celebrar cosas" en Triana por los 50 años de la muerte de JB a lo que le contesté, con las manos en la cabeza, que no sabía nada de nada pero que por ese motivo las celebraciones estaban de más, si acaso solo una misa y un responso en su Cachorro de su alma para los familiares,las autoridades y representaciones de entidades que quisieran asistir. A lo mejor por parte del barrio ya se ha hecho. Tampoco lo sé, no soy de los del Gori-Gori, pero Noviembre está a la vuelta de la esquina y "si el tiempo no lo impide y la autoridad lo permite" una misa de campaña en la Alameilla, al pie de su escultura. A lo mejor el barrio se vuelca. Cada cosa en su tiempo y a su tiempo.
Le dije, a esa buena persona que lo es y además amigo, que en vez de por la muerte de Juan Belmonte en Triana se debía de celebrar el triunfo del 21 de julio de 1912 que sí que cumple el centenario este año del 2012 -el de su nacimiento (1892) pasó hace 20 años como la Expo- y todos los años no pueden ser efemérides.¿O sí?. También le dije que había mucho tiempo por delante para rectificar. En Sevilla no era el caso, pero en Triana sí, era y tenía que ser distinto. Ni puñetero caso,las ideas estaban sumidas en la nebulosa de la ignorancia -no hay que sorprenderse- y fijadas e inamovibles. Les dije además que se acompañara de una exposición de cuadros taurinos y terracotas, creo que ésto último otros lo están liderando y se va a celebrar, pero el invierno solo es taurino en el campo. Cada cosa en su tiempo y a su tiempo.
Además de Julio, también dí dos fechas enormemente taurinas en Sevilla septiembre y octubre para, siquiera, una sola celebración por su traida a hombros a Triana. Ni caso. No sé que celosos y malos mengues o comentarios se meterían por medio. Pero en fín quién sabe, sabe. Es la segunda vez que se estropea algo importante concerniente a dos figuras del toreo de Triana.¡Ay,de los aguilillas peleándose por apuntarse el tanto!. Así lucen las cosas después.
Y de la entrevista gloriosa eso, ¡que en Gloria esté!, porque el protagonista, no se olvide, el verdadero protagonista fue, era y es Juan Belmonte, sin él, lo que contó y como lo contó, Chaves Nogales sería uno más en la lista de los olvidados.
Lo del trianerismo -tú lo sabes, Ángel, igual que yo- hay en el barrio quién se lo ha negado, a Juan y a otr@s famos@s, diciendo que nunca, después de su fama, se vinieron a vivir aquí a su arrabal. Por eso la fotografía, en mi anterior homenaje en este blog, asomado a la ventana mirando a Triana. ["Desde aquí la veo todo el tiempo y mejor que desde dentro"]. Sus sentimientos con respecto a Triana no tenía porqué pasearlos por las calles, ni vocearlos ni demostrárselos a naide, eran suyos. Como su vida.
Nada más lejos de mi interés que empañar tu precioso trabajo que enriquece este medio creado a mayor gloria de nuestro barrio. Tú ahora respondes en tu muy detallada intervención (segundo párrafo): "Jamás ni he hablado ni he escrito que celebrárais ni que celebrara nadie su muerte, etcétera". Evidentemente, nadie iba a "celebrar" la muerte de Belmonte. Pero decir que "se han celebrado ACTOS POR su muerte, que no por sus triunfos, incluso en su barrio", puede llevar a un equívoco, a una incorrecta interpretación.
ResponderEliminarEn Triana sólo se la celebrado un acto en recuerdo de Juan Belmonte, y se habló, largo y tendido, de sus éxitos en la vida y en el mundo del toro, dedicándosele un capítulo especial al 21 de julio de 1912, su primer gran triunfo en la Maestranza. Me ha afectado, porque sé el esfuerzo que costó escribir el texto de la charla, y conozco muy bien su contenido (tú, también -aunque no pudieras estar presente- y por eso me extraño más este párrafo).
Por eso, Antonio, creí conveniente -para que se lea- que había que matizar esto.
Te repito mi enhorabuena, pues imagino el esfuerzo que está detrás de un trabajo como el tuyo.
... y el "trianerismo" al que me refería y se refiere el texto de la charla, está en conexión directa con lo escrito por boca de Juan (verdad o inventada) en el mencionado libro de Chaves Nogales, tan manoseado, por otra parte.
ResponderEliminarY, desde luego, me reafirmo en lo que alguna escribí: que tras su boda, Juan Belmonte sólo tuvo a Triana en sus recuerdos, no iba a olvidar lo que fue su vida en el barrio. Pero, como es sabido, sólo pasaba el puente los Viernes Santo. ¿Qué hizo por Triana desde que se trasladó a Madrid? Si hizo algo me gustaría anotarlo, porque -él mismo lo aclaró- se fue de Sevilla por no poder soportar el sobeo de la gente. Era así de raro.
Pero el caso de Juan es el de casi todas las estrellas que ha dado este barrio, a excepción de Antoñita Colomé. Y no es que no se vinieran a vivir aquí, es que no hicieron absolutamente nada por su barrio cuando más los necesitaba. No hemos tenido la suerte de un Antonio Banderas, por ejemplo.
Antonio, esta entrada, totalmente metafísica y en absoluto apócrifa, se merece un OLE pese a que algunos prefieran un silencio maestrante.
ResponderEliminarRafaé, yo admiro y envidio a todos los toreros a los que he visto en persona y a los que solo he visto en retratos y fotografías, aunque sea solo por haberse decidido a ejercer esa profesión. Se lo importante que es ponerse delante de un animal bravo, que va a matar y a matarse, aunque sea una becerra.¡Ay!, ese gran torero que fue y se fue, Antonio Bienvenida, por culpa de una "mona mamona" (argot). Soy Belmontista, porque revolucionó el cotarro dentro de las plazastoros y a partir de él el arte de torear se concibió de forma diferente.
ResponderEliminarNo dejo de comprender que José además de ser el mejor con diferencia hasta que llegó Juan revolucionó el cotarro, también, fuera de las plazastoros. O sea cambió la estructura de lo que llevaba años establecido -el poder de las empresas- con sus ideas, de ahí las plazas monumentales. Dos grandes figuras y para eso hay que ser muy inteligente.
Lo del cirio debé dolé al tragárselo encendido pero más si se hace a la vuelta por el pont con el cirio doblao y encendido.
Jiménez, ¿dejamos la entrada en surrealista lo mismo que era el torero?.
Ängel, no creo que a estas alturas tengamos que dar por mi parte, un cursillo intensivo de escritura para que se me entienda, y por la tuya uno de lectura para entender. No hay lugar en mis escritos a malentendidos, salvo que se quiera malentender, hasta en este último artículo del "Torero Inventado", y en otros artículos y comentarios míos, siempre me he referido "AL MOTIVO DE LA CELEBRACIÖN DE LOS ACTOS".
ResponderEliminarAl MOTIVO, Ángel, al MOTIVO, que ni he visto, ni he oido que fuera por venir hace 100 años a hombros de sus partidarios hasta Triana por su gran triunfo y si he visto y he oido que todos los actos -endulzados con lo de la alternativa- se daban por venir a hombros hace 50 años hasta Triana en un ataúd. (¡coño! me prometí no nombrarlo y se me ha escapado...[+]). Creo que hay una gran diferencia entre un MOTIVO y otro MOTIVO y por eso dije por activa y por pasiva que en Triana tenía y debía de ser diferente a Sevilla.¡Distintos, igual que su toreo!. Y no solo un acto como se ha dado, Juan se merecía una semana dedicada a él y "solo a él" por su barrio,ni lugares ni documentos iban a faltar. Se ha hecho en Triana, por no decir una ignorante "espantá", una faena de aliño y cutre.
Pero ni caso. ¡Ah!. Ya dentro del mismo acto se podrá hablar, aprovechando, de lo guapo, de lo fenómeno que fue o era el ínclito o decir la misa en griego, pero el motivo por lo que se "SE CELEBRA EL ACTO" está ahí, en los carteles,en los dípticos y trípticos, en los periódicos, en las revistas y programas televisivos especializados,sobre todo locales.
Hay que medir las épocas, en la época de tantos fenómenos del arte en Triana no había ni televisiónes autonómicas para enterarnos, ni subvenciones junteras. Aunque las comparaciones siempre son como son, en otros lugares a sus artistas, muchos ni grandes ni artistas, le dan ojaneta, lo pasean, lo llaman, programan para hacerse la foto y le ponen su nombre a una plaza, a un boulevard o a una calle o le regalan una parcela privilegiada y le dan parné -no de sus bolsillos- para ayudarlo en su profesión y para que se construya la casa. ¿O estaba ya construida?. Sigo preguntando: ¿Sabemos si invierten el jurdó -el suyo y el que rebañan- en su barrio, capital, región o país?. ¿Se lo llevan al extranjero?. Deberíamos preguntárselo y preguntárnoslo.
Lo mismo Juan que otros famosos artistas cuando lo llamaban desde el barrio para alguna necesidad, me cuesta muchísimo trabajo creer que dijeran que no, porque, eso sí lo sé, periodicamente iban a verlo personas necesitadas (entre ellos algún que otro torero)y siempre estuvo al quite, pero Juan no era de los del "porque yo, yo y yo", eso era, pensaría, para los que no tienen agüela.
Ángel, si Juan murió en el 62, ¿no sé porqué sabías -tú serías un chaval cuando murió- que Juan solo cruzaba el puente para venir al barrio los Viernes Santo?.
Los artistas famosos,los grandes, que nacieron en Triana y los que no, no paraban de venir a Triana, testigo mi bato(belmontista acérrimo, pero no puede hablar para defender a Juan) y mi bata, y de ahí la fama. ¿O es que la fama a Triana se la estamos dando desde la década de los cincuenta los que estamos ahora?