sábado, 28 de abril de 2012

TRAS LAS RAÍCES DE TRIANA: CUATRO ROSAS PARA TI

En un pequeño espacio que hay a principios de la calle Manuel Arellano dos o tres vecinos se han empeñado en cuidar el jardín, a menudo los veo regando con la manguera de un lado para otro, limpiando la tierra de hojas secas, podando algunas plantas, hoy me han visto haciendo las fotos y me han dicho que han contado más de ciento veinticinco capullos, pero que la gente los arranca, hasta nos han robado un gran macetón, eso lo han tenido que hacer por lo menos entre dos porque con lo que pesa y para pasarlo por encima de la valla, mira, mira aquí se ve que han cortado uno, mi nieta me dice abuela, tú porque no coges, es que a mí me gusta verlos, mi niña, orgullosos pasan revista a los distintos rosales y a las otras plantas que hay, pero es que los rosales están este año cargaitos, tan bonitos, menos mal que los de aquí dentro no se los pueden llevar. 
 

Rosa de papel, de volantes ondulados, rosa que grita, rosa de corazón oculto, en cada pétalo escribo un verso para que caigan sobre ti, desordenados, celosos, huellas de este amor que no marchita.


Rosa silvestre, la verdadera, cinco pétalos, los originales, en el centro numerosos estambres rodeando al pistilo, la parte femenina, sin artimañas, sin adornos, la tercera rosa es para vivir.


Rosa madura de la pasión, se me clavan las espinas que el tiempo trae, pero ya no hay prisa, respiro cada segundo con la necesidad de un naufrago enamorado.


Rafael Martín Holgado.

Las rosas, siempre las rosas, tengo asociadas estas flores a una sugerente canción de los años ochenta que, en un ritmo muy lento, decía aquello de:

…hay cuatro rosas para ti
toma mi vaso y bebe en él
las cuatro rosas que de doy…
La primera rosa te la ofrezco cerrada y amarilla, como una tarde aburrida de verano, silenciosa y hermosa, esperando que le pases los dedos por encima para que, lentamente, con la timidez de una chiquilla, comience a separar sus pétalos.

3 comentarios:

  1. Rafaé solo se me ocurre decir acordándome de J.Ramón Jiménez "No le toquéis más que así es la rosa".

    ResponderEliminar
  2. Rafael M.R.8/5/12, 21:25

    El libro de "El nombre de la rosa" acaba así: "Stat rosa pristina nomine, nomina nuda habemus" o algo parecido. Pero como nosotros somos de Ciencias y no somos de la secundaria obligatoria sino que dimos latín en 2º de BUP te lo traduzco, Rafa: "La rosa permanece pura en su nombre, nosotros tenemos nombres desnudos".Gracias por los ratitos.

    ResponderEliminar
  3. Rafael M.H.8/5/12, 22:53

    Efectivamente la rosa no necesita adjetivos, sólo un ratito para mirarlas. De nada, tocayo y me alegro mucho de sentirte por aquí de vez en cuando.

    ResponderEliminar

*/