HOY HE VISTO AL PERLO DE TRIANA
Irrepetible ancestro de mis gentes,
sortilegios de bronces y capotes,
aleación de metales al rojo vivo,
fuelle, fogón y golpes.
Siete de espadas y sota de oro
dentro de los cajones.
Gancho, jerraura, arcayata,
carburo, candil de aceite, velones,
jierro durse, casa barata.
Quejío de fandangos arrastraos.
Dolor de los martinetes negros.
Soleá de pena grande.
Seguiriya de aguardiente seco.
Zumo de taranto amargo.
Eco y compás en los centros.
Soníos que suben de la entraña
-guitarra sin cuerdas, solo agujero-
entre enfisemas y marfiles, ya cariados,
tormenta en unos labios semisecos
de polvo oscuro en sus bordes acumulado.
Todos los Cristos
-monte chorreante de sudores verdinegros
y en vez de claveles, carbones encendidos-
redoblan como badajo de campanas,
las tenazas, los yunques y los martillos.
Pelaos,Culatas,Vegas,
Lerias,Caganchos, Filigranas,
Morenos de la Huerta María Niño,
El Perlo y Las Perlas de Triana.
Gitanerías que arrastrando su negrura
aventaron sahumerios sobre el río,
donde el humo, al pasar, nubló a SantAna,
reloj de arena, interminable bebedizo.
Y los toques se desgranan…….
Tocan a muerto, a boda, a bautizo.
Pena jonda, peladillas al aire,
el pelón de los padrinos.
Corre el llanto, el vino y el cante.
Rito, liturgia y rezo.
Telúrico polígono irregular
de arte, conjuro y misterio.
¿Dónde estás Monte Pirolo?.
¿Dónde estás que no te veo?.
¿En cornisas de quimeras?.
¿En las barandas del viento?.
¿En la esquina de una estrella?´
¿En el balcón de un lucero?.
¡No!
¡No!
¿En suspiros de callejas?
¿En azoteas de recuerdos?.
¿En mostrador de tabernas
con anaqueles de espejos?
¡No!
¡No!
¿En anillos de planetas
de los que no tienen suelo
o en la coló de un ocaso
de la noche de los tiempos?...
¡No!
¡No!
….En la utopía de tus sueños
A. Fernández de Cachero M.
Dice Ángel Vela que la palabra más repetida en los poemas de Eugenio es sentimiento, aquí reboza en cada verso. Hermoso.
ResponderEliminarMagníficos versos y tan grandes como el personaje al qeu van dedicados. Enhorabuena. José Luis Tirado.
ResponderEliminarEugenio, como Triana, es todo un prodigio de supervivencia; pese al mal trato causado por algunas malas personas y, como no, al paso del tiempo, Eugenio viene a Triana a rejuvenecerse; necesita respirar el aire de La Cava para sentirse vivo y mientras él pasea por sus calles, Triana reluce y desde el Monte Pirolo podemos escuchar esos “soníos que suben de la entraña”.
ResponderEliminarAntonio, cuando le he leído estos versos a Eugenio se ha emocionado y ya está intentando localizarte por teléfono.
Antonio escribe como miran los poetas, de otra forma. Es la radiografía del alma del Perlo y, todo ello, sin nombrarlo siquiera.
ResponderEliminarHace un rato me ha llamado El Perlo y le he dado su teléfono; no podía estar más emocionado.
Perlo anda ya más cerca de los noventa que de los ochenta y ayer en El Ancla me dio su más reciente obra que leí anoche. No sé cuántos ha escrito ya, lo que significa que no son ni dos ni tres ni cuatro; cada libro suyo es un milagro de un santo gitano de la poesía. Y a tal señor tal honor, el que le ha otorgao Antonio Fernández Cachero.
Si Ángel, jiménezjb, El Perlo me llamó emocionado y le dije que no era para tanto que lo ví en El Ancla y cuando llegué a casa se me ocurrió y ¡pumba! actualicé este poema que hace años se publicó en la revista Triana como homeneje a toda la gitanería trabajadora, artista y cabal de Triana en general y en particular a El Perlo y toda su familia, incluido su primo pintor del que poseo un cuadro raro -tan raro como el gitano- de las volutas que se formaban en el aire al mover sus manos bailando.Son sus manos con uñas como garras. Este primo siempre iba con una tabla debajo del brazo y con las uñas que eran como las de un águila hacía un compás fuerte e impresionante,como si fuera el tambor de la banda de la Cruz Roja, tanto que en la película "Los Tarantos" lo contrataron para ello. Preguntarle a El Perlo por el primo.Un auténtico artista. Y pintor.
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