En la mañana del jueves asistí al acto del descubrimiento de una placa en la casa natal del pintor y profesor trianero Antonio Milla. Allí ha quedado, supongo que por mucho tiempo, colocada sobre una fachada de la calle Feria. Si, el maestro de la calle Castilla fue allí alumbrado. Nada recuerda del barrio de la Feria, porque con dos años y medio ya respiraba en la mencionada vía trianera, pero eso no ha sido óbice para que la “Asociación Nueva Alameda” y el distrito Centro hayan promovido el homenaje. Dos años y medio han sido suficiente para considerarlo suyo y demostrarle el afecto que merece como maestro, como artista y como persona; más de medio siglo viviendo en Triana, donde se hizo hombre y artista, no es suficiente para que el distrito de Triana se dé cuenta de que tiene un personaje de esa calidad con 86 años de edad. Abrió el acto el profesor Gómez Méndez y lo cerró el delegado municipal con palabras sinceras de cariño.
En el folleto que se ha publicado hay una entrevista al homenajeado que empieza así: “En el número 148 de la macarena calle Feria...”. ¿No tiene esto que ver con lo que hablamos en el artículo anterior? Pues sí, para las jóvenes autoras del texto no hay duda; siempre lo han escuchado o leído así. Pero es que antes, como el acto se retrasó, aproveché para ojear la prensa del día. Y vi en El Correo, en la sección de Paco Arcas, este título: “Macarena y Triana”, y pone nuestro vecino dos ejemplos que para él justifican el maridaje del título: el de Paco Parejo, al que tuve, no hace demasiado, en un programa de televisión sobre el barrio de San Julián por ser nativo de allí (aunque él diga que vino a Triana desde la Macarena), y el encuentro con un carnavalero trianero que le dio a Arcas una papeleta donde se lee: “Café Teatro Alameda. Café ambigú en calle Feria, 47”. Ante la sorpresa de Arcas, el personaje le aclara satisfecho: “Si es que la Macarena con Triana se enrolla tela...”.
Para relajarme paseé por el mercadillo del Jueves que, como es sabido, se trata del más antiguo de España para orgullo del barrio de la Macarena... Qué Sevilla ésta. Pues nada, me tomé una copita de “Canasta” sonriendo irónicamente mientras hablaba conmigo... Qué Sevilla y qué Triana. Es increíble que exista una calle (desemboca en López de Gómara) en homenaje a Van Gogh, mientras Antonio Milla, José Antonio García Ruiz y el que fuera también maestro de pintores, don José Martínez de Cid, están penados por ser trianeros. Nos quejamos por gusto...
Ángel Vela Nieto
Gracias a la amistad que de siempre tuvieron mis padres con Antonio Milla y su mujer, Cecilia, me vino la afición a la pintura. Yo estaba en esa difícil edad de los 16 en la que aún no sabía que camino escoger. El venía a casa a ver mis primeros cuadros y yo iba a la suya, a un coqueto piso de la barriada de Santa Cecilia donde me enseñaba sus dibujos de paisajes y donde me regalaba algún que otro bote de pintura, algún pincel o alguna espátula. De ahí, de su ánimo y de su generosidad, emprendí un camino que me sirvió para ganarme la vida.
ResponderEliminar¡Felicidades a Antonio por ese placa que ya debería haber estado puesta desde hace muchos años en su barrio de crianza!
Desconocía esta vinculación tuya con este ser singular que es Antonio Milla. Yo lo he tratado después de jubilado, y la amistad ha alcanzado un límite enriquecedor para mi, hasta el punto de que he participado en los textos de un par de exposiciones suyas; hemos compartido comidas y reuniones, nos llamamos y nos vemos en El Ancla frecuentemente.
ResponderEliminarNo sé si sabes que lo hicieron Académico de Bellas Artes, a la que también pertenece nuestro otro vecino José Antonio García Ruiz. Ya ves...
La fotografía que he puesto en tu página es la del homenaje que le brindó el Ateneo de Sevilla. Alájar (Huelva) también le tiene dedicada una calle: Pintor Antonio Milla. En Triana nos falta vergüenza, y mucho desconocimiento, para honrar, como se debe, a tantos hijos ilustres.
ResponderEliminarPero, Emilio, ¿tanto cuesta el interés? ¿Preguntar? Por eso no tenemos más vía que, a través de la Asociación, ir haciendo justicia con los hijos de Triana desconocidos (casi todos) por la Tenencia de Alcaldía responsable. Problema: que son tantos los olvidos, las injusticias, que el paso no puede ser tan acelerado como fuera necesario.
ResponderEliminarY fíjate cómo apunta el Ayuntamiento: Se le dedicó no hace mucho una calle al periodista y escritor Nicolás Salas (no digo que no haya alcanzado la medida del mérito necesario, depende de dónde pongan el listón). Y fíjate, también, que esa calle está a la altura de donde creció y se hizo artista Antonio Milla. Conclusión: Salas es una voz palpitante, continua, potente, que Sevilla escucha y, por lo tanto, conviene tenerla al lado; Milla es "sólo" un pintor, un académico trianero que no sale en los periódicos salvo cuando le preguntan sobre su obra. No es un peligro, por tanto. ¿Van por ahí los tiros? Pues así se está escribiendo la historia de Triana.
Creo que en nuestros "mandones" municipales hay una incultura tremenda y un desconocimiento brutal. Moriñas no era del barrio, pero esta mujer, Esther Gil, es trianera. ¿Conoce a los hijos ilustres de este arrabal del que dice orgullosa ser su "alcaldesa" -revistilla de Triana, dixit-?
ResponderEliminarTanta incultura que, como sabes, rotularon, ya hace varios años, una bocacalle de Castilla para que se honrara la memoria de un trianero nacido en Cádiz; me refiero a "Don Cecilio de Triana", periodista y autor único. Pues se colocó el nombre ¡sin el "Don"! Le dijimos al delegado, que no se trata de un terrateniente al que hay que quitarle el título -no faltaría más-, y que había que reparar lo que parece que es: señal inequívoca de ignorancia supina. "¡Ufff! Pues eso es un lío, porque hay que...". Ni conocía al singular personaje ni iba a hacer nada para que se rotulara adecuadamente, añadiéndosele el "Don", ¿pa qué...? (Fue en una de aquellas reuniones inútiles de esa falacia llamada "Hecho en Triana", con Ángel Bautista y Arcas, entre otros de testigos.
ResponderEliminarPues ahí está como un acto de incultura -no del Ayuntamiento, sino de Triana, que es donde "luce"- y que hemos de raparar cuanto antes.
¡Cuánta gente falta en la Triana combativa que crearon los hombres del Círculo Cultural de Triana en Casa Cuesta!
ResponderEliminarNo se les iba una. ¡Qué gran raza de hombres!
Hemos creado este blog y me da vergüenza cuando hemos recibido tan sólo 29 visitas en un día, sin descontar las 10 veces que me meto a diario para ver cómo va: es decir, 19. ¿Así queremos defender a Triana y enseñársela a los demás?
Lo de "Don Cecilio" no tiene nombre. ¿Saben los trianeros quién era? Bien que lo hubieran aprendido leyendo mi libro "Sevilla y sus tranvías". ¿Quién hubiese sabido, a excepción de nosotros, quién fue el gran Manolo Pacheco si yo no pongo su palabra en mi blog?
Aquí sólo interesa la "porra" de cómo va a quedar el Barcelona-Madrid. Un país de incultos es un país de pena. Y aunque ya por mi edad no tengo tiempo para abandonarlo, me da pena vivir en él. ¡Cosas!
Muy acertado este artículo, Ángel. En Triana olvidan a los artistas mientras que en otros lugares no dejan pasar la oportunidad. Qué gran injusticia. Cada día estoy descubriendo nuevas cosas de ese genio trianero llamado Helios Gómez.Totalmente desconocido en Triana y que en la actualidad podemos ver una exposición suya en el Museo de la Autonomía. Y todo esto ocurre en el barrio de los artistas
ResponderEliminarQueridos Angel y Emilio:el olvido de Antonio Milla es el olvido de la Triana oficial,porque recordarás Angel que yo promoví un homenaje a su persona en la peña trianera y un poco después lo propuse para hijo predilecto del Turruñuelo y se le concedió.
ResponderEliminarSobre lo de Don Cecilio,tu sabes que le iba a poner una placa,primero la revista Triana y después el Centro Andaluz de Tebeo,cosa que no se ha llevado a cabo. Yo estoy dispuesto a ofrecerle un desagravio.
Pues claro que nosotros no hemos olvidado a Antonio Milla, entre otras cosas porque tenemos la fortuna de estar con él frecuentemente.
ResponderEliminarSobre lo de Don Cecilio, sabes que hace dos o tres años redacté el texto de su "identificación" que iría debajo del rótulo (colocado ya el "Don", por nuestra cuenta y riesgo) para que la gente sepa del personaje. Problemas en el Círculo Don Cecilio han hecho imposible remediar el desaguisado. Esta debe estar entre las urgencias a las que meter mano en la Asociación; ya te lo comenté no hace mucho, y creo haberlo hecho también con Alfonso Orce. He denunciado el caso públicamente en más de una ocasión, porque me parece un atentado a nuestra inteligencia, la de todos los trianeros. Así que lo importante es hacerlo, y tú y yo ya hemos hablamos de cómo llevarlo a cabo. Así que manos a la obra. El desagravio no es más que rotular la calle correctamente. Y son tres letras.