Rafa Martín uno de los sábados en El Ancla |
Nos parece increíble que alguien
tan lleno de vida pueda abandonarnos para siempre, pero esa maldita enfermedad, convertida en
epidemia de los últimos años, ha vencido a mi gran amigo Rafael Martín Holgado.
Hoy, alrededor de la 7 de la mañana, mientras que Sevilla recibía un fuerte
aguacero, Rafa exhaló su último aliento
en compañía de sus seres queridos. Llovía
como en los últimos años que no pudo salir su hermandad.
Querido Rafa, ahora vienen a mi recuerdo
muchas tardes del Viernes Santos en las que siempre te llamaba para darte
ánimos cuando sabía que el Cachorro no saldría un año más. También me acuerdo
de aquel año en que decidiste no salir y fuimos acompañando a tu hermandad, de
recogida, por toda la calle Castilla, tu
calle, mientras hablábamos de nuestro
Barrio ¡Cuánto querías a TRiana!
Tampoco puedo olvidar las alegrías que nos dejó nuestro equipo ¿te
acuerdas de las finales que pudimos disfrutar? La última el 2010 en Barcelona
¡Qué buen día pasamos! Y al final de la noche terminamos celebrando el triunfo
del Sevilla en “El Pastís”, la embajada de Triana en Barcelona. Y cuántas
tardes de futbol en Nervión o en la Peña Sevillista Santa Cecilia.
En El Pastís, Barcelona, tras la final de la Copa del Rey que ganó el Sevilla. |
Y ¿qué me dices de tus escapadas
para vivir aquellas tertulias flamencas tras la mañana de los sábados en El
Ancla? Al final Regine, tu querida esposa, siempre terminaba culpándome a mi.
Aunque estoy seguro que nuestra
tertulias continuarán durante las
mañanas mágicas del Corpus Chico o durante la Velá y que siempre estaremos juntos la tarde del Viernes Santos trianero, te
echaré de menos y me acordaré de ti cada vez que pase por la calle Castilla o
vaya a recoger a Elena al Rico Cejudo o me acerque al Charco de la Pava para
ver algún partido del Triana. Son muchos los recuerdos , amigo, y siempre te
llevaré en el corazón.
En este blog has dejado escrito
mucho de lo que sentías por TRiana –así lo escribías siempre, con la “T” y la “R”
en mayúsculas, como para darle mucha más importancia- y debe quedar para
encuadernar y guardar las múltiples entradas de título “Tras las raíces de
Triana”, donde de una manera magistral nos has ido explicando la flora de
nuestro arrabal. Interesantes y con una prosa poética sensacional los artículos
de la serie “Doce Campanadas”, ilustrados con fotografía de tu hijo David o las
entradas de “Veo Veo” donde nos mostrabas rincones y paisajes trianeros.
Mañana jueves, a las 10.45 de la
mañana tendrá lugar un responso en la capilla del tanatorio de la SE-30. Allí
estaremos acompañando a tu hijo, esposa, padres, hermanos y resto de amigos que
tanto te han querido.
Descansa en paz, querido amigo
Rafa.
José Luis Jiménez
Tremendo golpe, José Luis. Rafael era de los que, como viejo trianero, daba la seguridad de que el trianerismo activo no tendría pausas ni olvidos. Era un joven sabio de la botánica y un enorme poeta; nadie escribió de los árboles y las plantas con la sensibilidad de Rafael. Siempre pensé que en él teníamos un extraordinario escritor y le animé porque nunca se dio ninguna importancia. A veces me pregunto para qué ha servido tanto tiempo de lucha contra el cáncer, tantas cuestaciones, tanto dinero, si ahora hay más cáncer que nunca...
ResponderEliminarClaro que siempre estará con nosotros; una persona así nunca se va.
Tendremos que recuperar todos sus escritos para que no se pierdan. Los imprimiremos y encuadernaremos para regalarlo a su hijo que a buen seguro los guardará. Gracias a tu insistencia tenemos un buen recuerdo suyo, en forma de relato, en aquel libro de "Desvelando Triana". La entrada más visitada de este blog es una que Rafa le dedicó a los naranjos trianeros.
ResponderEliminarTengo un original y manuscritos de su libro de poemas de pastas verdes que nos regaló cuando estudiábamos Biología en los años 80. La última vez que nos vimos, en mi casa de Nerva, se lo quise prestar pero no lo aceptó. Él se quedó sin ninguno. El amor es perder de ti para que el otro gane. Y eso es lo que ha hecho Rafa con todos los que le hemos conocido. Dios se lleva a los mejores. Por triste que parezca me he sentido como en casa esta tarde en el tanatorio después de casi 30 años sin ver a sus sus familiares y amigos que hoy he vuelto a saludar. Rafa es un cemento que une a las piedras más desiguales. Cuando Regine me llamó esta mañana supe que el alma gemela nos está esperando a cada uno de nosotros que leemos esto ahora mismo y siguiendo sus palabras en la dedicatoria de su libro de pastas verdes: " Y si pudiera decir algo más, no podría más que callar y seguir riendo". Paz verdadera a todos los que le conocimos pues él ya está en ella.
ResponderEliminarA todos quiero darle mis mas sentidos pesares, sobre todos a Regine su esposa, yo también los tengos porque se me han unido estas ducas con otras negras y recientes.
ResponderEliminarUn dicho: Un minuto vale para encontrar una persona especial, una hora para admirarla, un día para apreciarla y una vida para olvidarla.Una de ellas era Rafaé. Esta noche es una noche para rezar.
La muerte de Rafael me ha dejado destrozado, aún sabiendo por José Luis que había un rápido retroceso en su vieja enfermedad. Rafael, aparte de una persona llena de humanidad, que una franca sonrisa que desarmaba todas las penas posibles, era un gran poeta, un excelente fotógrafo y un botánico de primera clase que supo llevarnos, en una exquisita prosa, por todos los árboles y plantas de nuestro barrio. Su Cristo de El Cachorro, siempre expirante. pero nunca muerto, lo acoja en su lado. Nosotros, sus amigos, jamás podemos olvidarlo de nuestra memoria. Mi más sentido pésame para su esposa, Regine, y para su hijo.
ResponderEliminarEs inexplicable como una persona a la que acabas de conocer te puede hacer sentir como si fuese tu amigo de toda la vida, eso me pasó hace unos años cuando conocí a Rafa, gracias a su amistad con José Luis.
ResponderEliminarA veces es cierto que la cara es el espejo del alma. La sonrisa de Rafa lo define perfectamente. Su sonrisa, su luz y esta frase que agradezco enormemente a su compañero Rafael Mayorga haya compartido con nosotros, “y si pudiera decir algo más, no podría más que callar y seguir riendo".
Volví a ver esa sonrisa, esa luz, este martes en el rostro de su hijo y en la mirada de Regine.
Las personas no se van mientras su luz permanece encendida y la luz de Rafa estará siempre en los corazones y las almas de todos los que tuvimos la suerte de conocerlo.
Que injusta es la vida... Fuistes y serás uno de los mejores profesores que pasó por nuestro instituto: El Maese Rodrigo, en Carmona. Eras todo alegría y carisma, eras amigo y consejero eras RAFAEL MARTÍN. Todos y cada uno de tus alumnos jamás te olvidaremos, gracias por todo.
ResponderEliminar... Pasé hace mucho tiempo por aquel instituto... Tiempos difíciles y fáciles para mí... Pero, hace tan sólo unos instantes, la noticia de la muerte de Rafael me llegó sin esperarlo... Quizás no me recuerdes... Quizás ni siquieras sepas ya mi nombre... Pero los recuerdos, los suspensos y los aprobados me han empujado a escribir... Me han empujado a escribirte... Y la necesidad, como no, de volver a ver ese rostro que siempre aparecía en clase con la mejor y más grande de las sonrisas... Ahora, sonríe, con otras gentes y en otros mundos, pero no dejes que cese tu risa... Y recuerda... Sigue sonriendo porque aquí, tu sonrisa y tu recuerdo, siempre estarán presentes... Buen viaje, Señor Biólogo... María
ResponderEliminarEsta mañana el amor a Rafael rebosaba la capilla del Tanatorio..., pero estos comentarios son la más hermosa exposición de su valía en corazones ajenos.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Qué hermosa y entrañable semblanza la que ha hecho de Rafa Francisco José Urbano! Lo ha retratado a la perfección, con poesía milimétrica nacida de su corazón. No sé quién es este amigo suyo, pero valgan estas líneas para que esté seguro de que es un gran poeta, amante de la vida y del Humanismo como Rafa.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Hoy llueve en TRiana. Mojan las lágrimas sus calles. Vienen rondando por la calle Castilla, donde él nació, desde el Patrocinio. Allí hay una Virgen que nunca ha llorado. Hoy, sin embargo, le han visto algunas lágrimas en su rostro. La "señorita de TRiana", su Virgen... Esa que antes iba sola, cuando todos se iban con el Cristo. Él, como siempre, con los más débiles, se iba con Ella. "Va mu sola", decía. Era hermano antiguo. Ya iba mu cerquita de su paso. Tan cerquita que un día cogió su manigueta. Acarició su manto. Vio las miradas de los trianeros pidiendo por sus hijos, por sus familias...Y eso a él le impactó.
ResponderEliminarHoy su familia y amigos también la miramos y miramos al Cachorro y le preguntamos muchas cosas. ¿Por qué te tienes que llevar a los mejores? ¿Por qué a los que hacen este mundo mejor te los llevas a tu lado? ¿Por qué no nos lo has dejado junto a nosotros, que tanta falta nos hacía? Su alegría, su buen humor siempre, su sonrisa...hacían este mundo más respirable. Porque él daba aire puro a su alrededor, como sus queridos árboles. Era una fuente de vida. Hasta cuando se iba secando su manantial, nunca lo dijo. Su familia, sus amigos, sus alumnos tenían que seguir bebiendo.
Que solos nos has dejado, Rafa. Que soledad hay hoy en TRiana. Desde donde estés, danos fuerza, tú que tanta tenías en tu sonrisa perenne. Así te recordaremos.
Hoy estás guiando mis manos. Tú, que tanto me animabas a escribir en este blog. "Habla de cofradías", me decía. Algún día lo hice. Me miraba en el espejo de tus palabras y quedaba prendado.
Un día lejano, hace más de 30 años, me regalaste un libro. Nos conocíamos desde no hacía mucho. , de Erich From. No teníamos ni 20 años. Me enseñaste a amar. A quererte primero como amigo, después como un hermano. Te quise de manera doble. Yo he sido un privilegiado.
El libro era "El arte de amar", de Erich From.
ResponderEliminarCuando eres adolescente las figuras educativas juegan un papel fundamental en tu día a día, muchas de ellas te marcarán para bien o para mal durante el resto de la vida. Rafa es de los que te dejaban huella para bien, de esos que cuando echas la vista atrás, a esos años pasados en el Maese Rodrigo, provocan irremediablemente sonrisa en los labios y añoranza en el corazón. Ninguna clase era tan esperada como la suya, pocos llenaban un aula como él, pocos eran capaces de compartir sus conocimientos como él. Su sonrisa, su ironía, su complicidad, sus ánimos constantes... que grandes recuerdos nos quedarán a todos los alumnos que pasamos por sus clases y cuánto perderán aquellos que no van a poder disfrutarlo. Hasta siempre querido profesor.
ResponderEliminarLo conocí poco pero tuve la ocasión de compartir un día trianero con una compañía inmejorable, entre ellos, también José Luis Jiménez y Emilio Jiménez Díaz. Sin duda, es una persona que no ha dejado a nadie indiferente. Os dejo aquí el enlace al modesto obituario que he podido redactar gracias a la colaboración de José Luis, que en estos duros momentos, no ha dudado en atenderme para responder a mis preguntas sobre su querido amigo Rafael. Ánimo. Un abrazo
ResponderEliminarhttp://sevillaciudad.abcdesevilla.es/noticias/triana/sociedad-triana/rafael-martin-holgado-el-maestro-de-la-flora-trianera/
Desde que fue profesor mío, en Carmona, le hemos tenido un aprecio enorme a Rafael. Lo recuerdo como uno de esos profesores de los buenos: los que a la hora de aprender enseñan y te aprietan las tuercas, a la hora de hablar lo hace de tú a tú y a la hora de ser persona lo era sin dudarlo. Una sonrisa característica, y una huella que aún, después de 10 años, persiste como si no hubiera pasado el tiempo. Descubro tarde su afición por la botánica, pero seguro que me inculcó algo de ese interés, porque hoy disfruto de este tema también. Un abrazo Rafael, espero que nos crucemos de nuevo.
ResponderEliminarDesde niños, en el colegio Santa Cecilia en Maestro Arrieta, el Sevilla FC, el Cachorro...que pena más grande !
ResponderEliminar"¡Oh Capitán, mi Capitán!" Jamás pensé que me iba a despedir en silencio en este frío mes de Febrero. Aunque despedida nunca hubo, eso nunca, Don Rafael Martín, siempre un hasta luego. Y digo Don como el que lleva un hombre de los grandes. Aunque creo que eso tampoco iba contigo. Porque nos enseñaste que el respeto a un profesor no tenía nada que ver con el tuteo mutuo, y que era mucho mejor un trato cercano y personal, que incluso acababa en amistad. Un profesor con mayúsculas, de gran vocación por las aulas y devoción por su familia. Me acuerdo de cómo nos hablabas de tu querida esposa y de tu hijo, David. No puedo evitar esbozar una sonrisa al recordar cuando llegabas con tu tabardo de ante todo manchado de babas en el hombro, y lo llevabas presumiendo como si galones de un general se trataran.
ResponderEliminarTriana llora, pero Carmona también. Son muchos los recuerdos que me vienen a la memoria, muchas las enseñanzas en materia de biología los tres cursos en el Maese Rodrigo, a pesar de que nos conocimos en la primera clase como tutor hace casi 25 años, cuando la herramienta de aprendizaje era sólo una tiza y las flechas con las que el desarrollo del temario se deslizaban con facilidad por la pizarra al igual que las explicaciones fluían con tu voz. El mejor profesor de mi vida, a pesar de haber tenido muchos, y algunos muy buenos, incluso en la facultad. Un profesor de los que se entregan como docente y como persona, siempre con la sonrisa puesta, siempre con alegría en el alma y nunca dejando a ningún alumno por imposible. Un profesor de los que no se olvidan nunca, y del que estoy orgullosa haber conocido, tratado, y con el que aprendí, en plena adolescencia, mucho de la vida. Una vez te dije, “vida, gracias por vivir” y te lo vuelvo a decir, porque sigo estando agradecida de haberte encontrado y haber caminado un ratito contigo.
Me transmitiste el amor por la botánica, me ha encantado saber de la existencia de este blog de TRiana, lo que desconocía es esta faceta tuya de poeta. Y es que, como diría el poeta, “tu compañía es un abecedario. Me acabaré sin oírte”.
Rosa Pérez Gago
Compañero de colegio y de aventuras. Mi pésame a la familia y mis oraciones por su alma
ResponderEliminarSe ha ido una persona entrañable. Más allá de un magnífico profesor, nos ha dejado un enorme motivador. Fui, en sus clases, testigo directo de lecciones ejemplares que hicieron recuperar la ilusión por estudiar a muchos. Descansa en paz allá donde estés Rafael y recuerda que la gente sólo muere cuando la olvidan...Nunca lo haremos amigo.
ResponderEliminarQue pena sentí cuando me contaron la triste noticia. Fuistes de los profesores que marcaron mi vida, siempre te recuerdo con una sonrisa en la cara, con tus bromas, con los piques entre un sevillista y una betica. Hiciste que nos gustara las clases, que una salida al exterior fuera especial, que la relación entre profesor y alumno fuera especial, en definitiva nos demostrastes que además de profesor era amigos de nosotros. Allá donde estés que sepas que fuistes una persona increíble y que nunca te olvidaremos. Un abrazo muy fuerte a la familia y amigos. Mary Carmen Rodriguez
ResponderEliminarConocí superficialmente a Rafa en mi juventud. Cuando coincidimos de nuevo por culpa de su maldita enfermedad pensé en la frase de Cicerón ("la amistad comienza donde termina o cuando concluye el interés"). En estos pocos años que he disfrutado de su bondad, alegría, agudeza, empatía, humor, paciencia, tolerancia, didactismo, amenidad... descubrí que nunca existió interés.
ResponderEliminarGracias Rafa por regalarme tu amistad.
Roberto
Me uno a la familia en estos momentos dificiles. No se como expresar la relacion que mantuvo con sus alumnos,sencillamente especial. Me he quedado de piedra cuando he recibido la noticia. Solo puedo decirte q no solo TRiana llora,tambien lo hace Carmona,como bien se ha dicho, pero tus alumnos de La Campana,tambien lloramos tu perdida. Aunque se que alla donde estes, estaras inculcando tus pasiones y cuidando de lo tuyos. Volveremos a vernos, querido profesor.
ResponderEliminarCarmona sigue llorando.
ResponderEliminarTe conoci en el peor momento de mi vida, me ayudastes a seguir adelante y ahora eres tu el que te ha llevado el cancer, se el dolor que tiene que tener tu familia y solo le digo lo que tu me decias hay que seguir adelante y vivir con el dolor, cuantas mas familias tiene que destrozar esta enfermedad para que los gobiernos investigen para encontrar algo que lo cure, es verdad siempre se van los mejores y tu eras especial
ResponderEliminarTe conoci en el peor momento de mi vida, me ayudastes a seguir adelante y ahora eres tu el que te ha llevado el cancer, se el dolor que tiene que tener tu familia y solo le digo lo que tu me decias hay que seguir adelante y vivir con el dolor, cuantas mas familias tiene que destrozar esta enfermedad para que los gobiernos investigen para encontrar algo que lo cure, es verdad siempre se van los mejores y tu eras especial
ResponderEliminarNos conocimos hace 32-33 años en la facultad cuando iniciabamos nuestros estudios de biología; jugamos en el mejor equipo de futbol sala de la facultad de la primera mitad de los 80 (acuerdate, Rafa, del Pepe Lora, del Sherry, de Juan Carlos ....) y conforme avanzamos en la carrera terminamos haciendo trabajos en pareja, que aún conservo, y que al verlos siempre me traen a mi memoria tu imagen... ¡¡¡que recuerdos !!!; como tambien recuerdo nuestro primer trabajo remunerado en la Finca "Las Madres" . Despues nuestras vidas tiraron por caminos diferentes y nos dejamos de ver pero no de sentirnos cercanos. El XXV aniversario de nuestra licenciatura fue nuestro ultimo encuentro y me contaste con toda naturalidad y aplomo tu enfermedad. Quiero decirte tantas cosas ... pero no se escribir como tú, ni tampoco se trasmitir lo que siento con la facilidad y precisión de poeta como puedo leer en tu obra. Doy Gracias a Dios por haber tenido la suerte de conocerte, aún cuando todos mis buenos recuerdos esten circunscritos a los años de nuestra juventud. En fin Rafa, que disfrutes de tu nueva morada y que alli, en el cielo, nos podamos ver de nuevo. Un abrazo
ResponderEliminarAnónimo
ResponderEliminarUna gran perdida
Hay tantas cosas incomprensibles en esta vida… Siempre tuve la absoluta certeza, Rafael, de que has sido uno de los mejores profesores que he tenido en mi vida sino el mejor. En estos días ha sido inevitable rememorar y volver a sentir esa enorme fuerza pedagógica, motivadora, ese aliento y pasión que nos transmitías en tus clases, tanto que a veces podía sentir que se difuminaban los casi 25 años que nos separan de aquellos momentos. Nos hemos encontrado esporádicamente por después y no podía imaginar la terrible lucha en la que te hallabas sumido contra esa maldita enfermedad. Agradezco a la vida, al menos, el haberte conocido, el haber aprendido de ti, el haber disfrutado de tus maravillosas clases y, en definitiva, el que me enseñaras a pensar por mí mismo… Mi reconocimiento y más profunda admiración y estima por ello. Buen Viaje y Descansa en Paz, querido Rafael.
ResponderEliminarChema Naranjo
Fuistes gran profesor ,pero mejor persona.Todos los que tuvimos la suerte de conocerte siempre te llevaremos en nuestros corazones y te recordaremos con tu sonrrisa.
ResponderEliminarAgradeceros de todo corazón de parte mía y de mi hijo vuestras sinceras y bonitas palabras.
ResponderEliminarEspero que Rafa, si existe este lugar llamado paraiso, disfrute tanto como lo hizo aqui en la tierra.
besos Régine
Hace poco que he descubierto Trian@en la red y los preciosos artículos de Rafa. Los he buscado todos a través del archivo del blog. Era un poquito como pasearme de nuevo por Triana. Me hizo recordar el barrio de hace mas de 20 años cuando pasé 9 meses en Sevilla para aprender español (que voy olvidando - disculpan los errores). El mejor tiempo fue el que pasé en compañía de Régine y a veces también con Rafa (las excursiones a la Sierra de Aracena ...). Qué tristeza de enterarme de la muerte de Rafa. Lo siento muchísimo y quiero darle mi más sincero pésame a Régine y su hijo.
ResponderEliminarBárbara
Ya hace mas de un año y no dejo de entrar aqui .
ResponderEliminarGracias a el soy ahora mismoo lo q soy
Por mucho q pse el tiempo el seguira en carmona con nosotros
Sigo acordandome, y muchas veces, de esta grandisima persona que tuve la suerte de tener como profesor, y mas que profesor, como maestro. Maestro de vida, algo más allá que la biología que nos enesñó. Un abrazo Rafa, te sigo recordando cuando miro a los árboles y cuando miro a Triana.
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