Gracias a Pepa Montes por esta fotografía. Ya era 10 de Noviembre de 2012. |
“Villanueva y Triana se llevan
como hermanas”, este es el lema que reza en la Embajada de Triana en
Villanueva. Claro que nos referimos a la Tertulia “El Cuchareo”, donde Paco
Parejo ejerce de magnífico anfitrión cada vez que acudimos a su casa.
Son muchas las veces que tenemos la ocasión de visitar
Villanueva del Ariscal; cuando no es a la referida Tertulia, es a charlar con
Márquez el Zapatero o simplemente a saborear un buen mosto del Aljarafe. La
última visita fue el pasado viernes 9 de noviembre, con motivo de un recital flamenco -en la Peña
Flamenca La Solera- de Manuel Machuca y Ricardo Miño. El acto, organizado por
la Federación de Peñas Flamencas de Sevilla,
fue un homenaje al cantaor Enrique Orozco y contó con una magnífica,
entrañable y gratuita conferencia de Manuel Cerrejón sobre el citado cantaor
olvereño y se celebró en la Casa de la Cultura de Villanueva. Al término del
acto, el presidente de la Peña, Manuel Macias –no se puede tener un nombre más
trianero- tuvo el detalle de invitarnos a una copa en el bar Alondra, sede de
la Peña Flamenca. Exquisitas las tapas e inmejorable el mosto; todo olía a arte
y flamencura como se podía esperar de estos invitados: Matilde Coral, Cristina
Hoyos y su esposo Juan Antonio Jiménez, Pepa Montes, Carmen Serrapí –hija del
Niño Ricardo-,Joaquín “El Carbonero”,
“El Bari de Triana”, Márquez “El Zapatero” y los mencionados Ricardo
Miño, Manuel Machuca, Manuel Cerrejón y Manuel Macias, entre otros aficionados.
Fueron muchos los momentos
destacados de la noche: largas series
de soleares del Zurraque donde El Bari, Márquez El Zapatero y Joaquín el
Carbonero revivieron al Sordillo, Oliver y
El Arenero. Posteriormente Márquez, acompañado por Ricardo Miño, se
acordó, por Soleá, de Tomás Pavón y Manuel Machuca interpretó magistralmente
una serie de fandangos. Sin embargo, el momento mágico de la noche ocurrió
cuando Ricardo Miño le dedicó una Rondeña a Matilde Coral con motivo de la
inclusión de la Escuela de Baile Sevillana en el catálogo de bienes de interés
cultural. La maestra trianera se levantó de la silla y alzó majestuosamente las
manos, fueron dos o tres minutos donde se paró el tiempo y los presentes
pudimos disfrutar de un momento que nunca olvidaremos. Tuvo que ser en
Villanueva, provincia de Triana.
La vuelta a Triana ocurrió entre
nieblas y con recuerdos de “El Mimbre”
y Rafael “El Negro” llegamos a Chapina, cuna de Matilde Coral, seguimos por una solitaria calle Castilla y
los ecos de la rondeña permanecían intactos. Por el Altozano y San Jacinto un
leve murmullo nos recordaba que todavía había vida. Qué suerte dormir en Triana
cuando se viene de Villananueva.
José Luis Jiménez
Y todavía andan diciendo por ahí que TRiana está muerta, lo que pasa es que está escondida y hay que saber buscarla, suerte que los turistas se conforman con un poquito de puente, tres cervezas y los quejíos de la Anselma, por cierto, en esa calle solitaria de Castilla, ya estaba el aroma del azahar la noche de Villanueva.
ResponderEliminarEfectivamente, Rafa, pudimos comprobar el olor a azahar en la calle Castilla. Paramos junto al naranjo y, mirando al sur, contemplamos el fenómeno.
ResponderEliminarPerfume contra el mal olor de los que la dan por muerta...
ResponderEliminarEn lugar de "Triana independendiente" hay que lucir una camiseta que proclame su más auténtica verdad, ésta: "Triana inmortal".
Triana, cuna y templo del arte a la vez, alma sevillana en que beben de las fuentes: la gracia, solidaridad y amor por las raíces, todo un ejemplo, señores.
ResponderEliminarHa debido ser todo un gozo "Una noche en en Villanueva del Ariscal" y cómo os envidio por la suerte de habrla vivido con esa plenitud.
Veo en imagen a Dª Matilde Coral, mi admirada y más genial bailaora, a la que le dedico un sentido homenaje en mi blog, en la "etiqueta" "Temas Sevillanos", con motivo de la universal Velá de Santa Ana...
¡Ah! Triana, siempre será ETERNA.
¡Precioso! Gracias por estos tesoros.
Saludos.