martes, 15 de mayo de 2012

DIOS EN TRIANA



Las fundaciones de las Hermandades Sacramentales, principales encargadas de organizar en el seno de las comunidades parroquiales la sacramentación de enfermos, que se establecen en todas las collaciones hispalenses a partir de los inicios del siglo XVI, hay que encuadrarlas dentro del protagonismo social y cultural que adquieren las ciudades a partir de la Baja Edad Media, como manifestación de su piedad colectiva que sirve de soporte a la individual.
Éstas pronto llegan a convertirse en las más importantes a lo largo de la Edad Moderna. Como nos dice el hispalense Abad Gordillo en torno a 1630, “las cofradías que están fundadas en veneración del Santo Sacramento son más estimadas y más honradas, más antiguas y más ricas, devotas y espirituales que otras ningunas”.

En el nacimiento y promoción de este movimiento cofrade sacramental tuvo un papel estelar la ilustre dama Teresa Enríquez, hija del Almirante de Castilla Alonso Enríquez, prima del Rey Católico Fernando V y esposa del Comendador Mayor de León Gutierre de Cárdenas. Renunció a su vocación religiosa por obediencia a sus padres, pero, viuda en 1503, se retira a su villa de Torrijos (Toledo) y se consagra a obras pías, sobre todo a promover el culto eucarístico.

El objetivo desencadenante de estas instituciones, netamente parroquiales, fue el de contribuir con la fábrica parroquial en el acompañar con decoro a la Reserva Eucarística siempre que tuviera que salir fuera de la iglesia, proporcionando medios y personal.

La Procesión de Impedidos es la que se organiza por las hermandades sacramentales de la  parroquia, con el fin de llevar el Santísimo Sacramento a los enfermos e impedidos. Su Divina Majestad es portado por el sacerdote en un copón, cobijado bajo palio y la capa.  En el inicio del cortejo va un servidor portando una campanilla, anunciando el mismo. Detrás, después de un tramo de cirios rojos, por pertenecer a Hermandad Sacramental, van los estandartes de las diversas Hermandades de la collación o barrio que pertenecen a la Parroquia.








Después acólitos turiferarios y monaguillos preceden a dos  faroles y al  palio de mano donde se cobija el sacerdote en el centro portando  el copón con el Santisimo Sacramento . Tras ello le acompaña por lo general una banda de música.
Esta procesión va por la collacion de la parroquia y visita las casas de aquellas personas que enfermas o postradas en la cama por invalidez o avanzada ancianidad, desean  tomar la comunión; la procesión se para a las puertas de dicho domicilio y llegan hasta la misma puerta los faroles de mano y el palio, mientras la banda toca breves acordes del himno nacional cuando el sacerdote con la ostia consagrada entra en la vivienda  donde le  administrará la comunión al enfermo. A la salida le estará aguardando el palio en la puerta y se volverán a tocar brevemente los acordes de la marcha real y se reanudará la procesión.

Este domingo hemos tenido en Triana una muestra de esta tradición.  Ha sido la procesión de impedidos organizada por la Parroquia de la O, desde la calle Castilla.  Es una tradición, que como tantas otras, le da sello propio a nuestro barrio y que creo, no deberíamos perder.

Fuentes. Boletin de las Cofradias de Sevilla. nº 484. Año 2009.
              Blog. "la Sevilla que no vemos". de Julio Dominguez Arjona.

El Callao de Triana.

1 comentario:

  1. Efectivamente la organiza la hermandad de la O, es la hermandad de mi familia y procuro presenciar todos los años esta procesión de impedidos y acompañarla un buen trecho, me trae muchísimos recuerdos de mi niñez, de macetas regadas, de humildes altares, de pobres colchas y encajes colgados y de grandes, respetuosos y arrodillados silencios cuando el Señor bajo palio hacía su visita al corral para dar los Santos Óleos(Santolio) a algún enfermo. Este año por diversos motivos no he podido estar presente. Me impondré una penitencia.

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