domingo, 1 de enero de 2012

EL DEDO DE RODRIGO: 2012



         Por lo que dicen que nos espera, este año que asoma va a ser especial. Ya quedó escrito en la sabia e inquietante cultura maya, pero lo que más ha de preocuparnos es lo que los periódicos y esa tele-castigo que alimentamos en el mejor sitio de nuestra casa, tienen pendiente de vocear por orden del señor presidente y su equipo, a los que no les va a temblar el pulso -ya lo han pregonado- en firmar lo que les ponga por delante el nuevo ogro de este cuento de miedo al que llaman “los mercados”, y cuyos representantes son una señora nada agradable de ver y menos de escuchar y un señor al que alguien, que sabe bautizar, lo llama “el pequeño Napoleón”... ¡Qué horror!
         En Triana, un selecto grupo de lo que va quedando interesado en los valores -suponemos que eternos- de un barrio que hasta no ha mucho fue el asombro de medio mundo, se reunió en despedida de año en el prestado teatro de los Salesianos para hablar del barrio en un ambiente tan cálido que pudo con la capa de escarcha de los asientos (¡qué frío...!). Ofició de introductor y mantenedor el siempre activo y comprometido Ángel Bautista, y nos acompañó en la altura (física) de la palabra el editor, trianero adoptado, Paco Sosa, que  anda siempre haciendo difíciles equilibrios sobre el lomo de sus libros y con el que convertimos en realidad una, llamémosla “trilogía”, que contiene el devenir de Triana en una época crucial.
         Un selecto grupo, como digo, que participó activamente en un acto en el que se repasó desde la hondura de la mitología de Astarté y el itálico patrinazjo de Trajano, hasta los últimos y fantasmales habitantes de la “Casa de los Mensaque” por designación municipal, o lo que es igual, por papeleta de tómbola de esas que casi nunca tocan. Hablamos de las múltiples Trianas que existieron, siempre en la cumbre de la notabilidad (Triana jamás fue una vulgaridad). Recordamos el barrio marinero y americanista, el de la riqueza industrial y artesanal, con la cerámica como símbolo; la Triana flamenca y taurina en la cúspide de la historia de la que llaman nuestra música y nuestra Fiesta Nacional; hablamos de la contribución trianera a los géneros del cine y la copla, del barrio de los escritores, poetas y pintores, y el de los grandes artesanos cofradieros...
         Mas no lo hicimos en forma de paseo triunfal. Si dejamos bien sentada la riqueza del alejado arrabal fue para que se midiera el grado de importancia de su abandono secular; del valor del esfuerzo por mantenerse en pie por sí mismo; de cómo es necesario que, de una vez por todas, se trate a Triana como tantas veces hemos repetido que merece por el bien de una ciudad a la que se le desmoronaron sus chimeneas. La comprometida presencia del delegado, Curro Pérez, acompañado de sus hombres fuertes, Manolo Alés y Mario Muñoz-Seca, revalorizó cuanto se expuso porque vienen al barrio con afanes de perpetuarse en la memoria de los vecinos del lugar que se les ha confiado; claro que esta es una idea común de todos los recién llegados, luego ocurre lo que ellos quieran que ocurra. Y animamos a los asistentes a que dijeran en voz alta algunos nombres de delegados que dejaron huella en Triana, desde el primero que fue del partido andalucista al último que perteneció al pesoe (pasaron dos andalucistas, tres del pesoe y tres del pepé, con algunos relevos en tiempo parcial), nueve o diez, entre ellos tres mujeres; o sea, todos los grandes partidos y todos los géneros humanos. ¿Cuántos? ¿Venga...? ¿Uno, dos...? Del ochenta por ciento no se acordaba nadie y estuvieron años pasando el puente.
        “He tomado nota”, nos dijo al despedirse el nuevo delegado. Pues por algo se empieza, ¿no?


Ángel Vela Nieto

3 comentarios:

  1. jimenezjb2/1/12, 22:21

    Interesante la reunión en el Teatro Salesiano, con motivo de la presentación de la trilogía. Hacen falta muchos encuentros como ese, con o sin la participación de los políticos. Con respecto al delegado y restos de representantes me parece que son muchas notas y pocos resultados y desde luego el futuro no es esperanzador; sólo hay que ver las primeras decisiones de los nuevos ministros. Tendremos que marcar prioridades y esperar que de tanto tomar notas nuestro delegado ilumine a Triana con un poco de luz.

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  2. Amigo Ángel, no sabes cuanto te ha honrado ese comportamiento tuyo durante el coloquio posterior a la presentación de tus libros. Entiendo que muchas de las preguntas que te hicieron quien tenía que haber respondido era el delegado. Tú, elegante como siempre.

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  3. La presencia del delegado no estaba prevista; de hecho no guardamos ningún tipo de protocolo y sólo fue mencionado y saludado, para agradecerle su presencia, en la despedida. Era una reunión con Triana por medio y con la idea de recordar sus méritos y sus necesidades. Pues sí, José Luis, tenemos que propiciar estas ocasiones, pero haciéndolas públicas a través de los medios de comunicación, como hicimos tiempo atrás.
    Tampoco llevamos nada preparado, Santiago. Ángel Bautista sacaría los temas que desarrollaríamos en coloquio.
    Y ya sabéis que fue Paco Sosa con sus libros quien dio el primer impulso.

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