martes, 21 de junio de 2011

VEO VEO: ¡HAY CARACOLES!


En muchos bares de TRiana se ven dibujados en las pizarras fáciles logotipos, una espiral más o menos apretada, una cara simpática y los cuernos, que no falten, un reclamo naíf que anuncia la llegada del verano, la época de los veladores, cerveza, caracoles y un vaso de caldito en una esquina a la espera de la primera brisa que refresque la noche. Hay mucha gente que los adora, algunos que sienten el mismo asco que si comieran hormigas fritas, gusanos o carne de perro y otros que sólo se comen el primer segmento y dejan la parte final, de color más oscuro, probablemente no sepan que se trata de un órgano que hace las funciones del hígado y del páncreas, puesto que el ano se dispone por fuera de la concha, si no se les llenaría el interior rápidamente de excrementos y reventarían.

El caracol es un animal que ha sobrevivido por la vía fácil, una estructura dura que le permite esconderse sin tener que huir de sus depredadores, de forma inocente se repliega en la concha para pasado el peligro asomar un pie musculoso que se continua con la cabeza, en donde se despliegan dos tentáculos en cuyos extremos se encuentran los ojos. Mientras están en la plaza muchas madres y abuelas colocan un caracol en la palma de la mano de los más pequeños, a quienes les cuesta un mundo dejar parados sus curiosos dedos, a la espera de que aparezca, como por arte de magia un cuerpo de tacto resbaloso que se desplaza con lentitud, meciéndose en el tiempo, sin importarle hacia donde va.


El caracol es el ejemplo típico de animal hermafrodita, pero aunque posea los dos sexos, para reproducirse se necesita siempre una pareja, los dos caracoles se juntan y retuercen sus pies entre sí en una furiosa, lenta y mocosa orgía, en plena intimidad, preferentemente de noche, se clavan uno al otro un arpón hecho del mismo material que la concha, que de alguna manera los estimula, entonces uno de ellos con la ayuda del pene introduce los espermatozoides en el otro, para después, tras este primer intercambio, prestarse a recibir los espermatozoides de su compañero, así que, al cabo de varias horas, ambos quedan fecundados.


Y en el plato, cientos de cuernos se alzan en una caliente sopa de especias, cuyos aromas de campo revolotean dentro de la boca, mientras el picor que se va depositando en los labios se ve calmado con generosos sorbos de fría cerveza, una noche más cumplimos el placer de alimentarnos, igual que hicieron los hombres de las cavernas, como deducimos por la gran cantidad de conchas halladas en los yacimientos, o los romanos, a quienes gustaban criarlos en unas caracoleras donde los engordaban con vino y salvado.
Como decía Naranjito, que son tus ojos dos soles, caracoleee, caracoleee
¡Ay, caracoles!       
   
Rafael Martín Holgado.

17 comentarios:

  1. Alfredo199221/6/11, 15:38

    Son las mejores fechas para pasear por Triana y acercarse al rio.

    Felicidades por el blog

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  2. Rafael M.H.21/6/11, 22:04

    Muchas gracias, Alfredo

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  3. ¿A ver que levante el palillo de diente quien no sea "caracolero" en este tiempo...? Hasta en Mairena y Marchena hay fervorosos "caracoleros".
    Y una cuestión, Rafael: No conviene saber tanto de la vida y placeres de los animalitos que nos comemos; crea cargo de conciencia.

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  4. Rafael M.H.21/6/11, 23:40

    Bueno, bueno... tampoco es pa ponerse así, Ángel, sólo quería, en la línea de lo que se come se cría, exponer que a lo mejor las tapitas de caracoles funcionan también como estimuladores sexuales.

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  5. Lo peor de todo es que dicen que el consumo de estos animalitos provoca gota. Tendremos que investigar si acompañados de cerveza también.

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  6. Lo que se nos debe pegar de los caracoles es la paciencia; nunca tienen prisa en llegar arriba de la rama porque saben que todos tendrán el mismo premio...

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  7. Juan Vázquez Urbano23/6/11, 0:10

    ¿No hay cosas más importantes en Triana que los caracoles? Posiblemente, un gasterópodo gane la partida a tantas como tiene pendientes este arrabal que creía, inocentemente, como en el fandango de Toronjo, que íbais a defender. Pues bien, nos quedaremos con esta majadería de los caracoles y que la inútil labor de los políticos se vaya de rositas. ¡Viva Triana muerta!

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  8. Por lo que parece el amigo Juan Vázquez Urbano sólo ha leído de este blog lo de los caracoles. Hombre, no viene mal una sonrisa de vez en cuando; no todo es política en la vida. Pero hay más cositas, muchas dedicadas a los temas que tanto a él como a nosotros nos preocupan...Y que no olvide que Triana es eterna, así que de muerta, nada; eso es lo que quisiera más de uno... Debe leerlas y, luego, opinar. Le esperamos.

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  9. Rafael M.H.24/6/11, 15:51

    Quería comenzar felicitándote, Juan Vázquez Urbano, aunque tampoco sirva esta frase para defender TRriana. Está claro que con este artículo no se pretende mostrar ninguno de los problemas que padece TRiana, pero tampoco creo que sea necesario que lo califiques como majadería, pues ni es necio, ni imprudente, ni molesto, cualidades que sí se pueden aplicar a tu comentario. Claro que hay cosas más importantes que los caracoles en Triana, bueno, a la verdad, cuando quede esta noche con mis amigos, tampoco tantas.

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  10. Juan Vázquez Urbano24/6/11, 17:35

    Posiblemente mi comentario sea necio, más que necio inadecuado. Pero si tenéis un espacio dedicado a Triana, con los cambios políticos que se han dado en los últimos días, con las posibles incógnitas, con la Velá a la vuelta de la esquina. Preocuparse de los caracoles, que es cuestión anecdótica, es como si estallase la tercera guerra mundial y hablásemos de Ronaldo, digo yo; a menos que usted también tilde este comentario de necio.

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  11. Rafael M.H.24/6/11, 19:24

    Pienso que estamos de acuerdo y el ejemplo que has puesto es francamente bueno, en absoluto pretendía que la baba caracolera ocultase la triste realidad política de TRiana (cuya mal mayor parece semejante al que ocurre en el resto de Occiente), ya Ángel Vela y Ángel Bautista han comentado algo sobre los políticos que han trabajado y los que trabajarán en TRiana, en esos asuntos, lo siento, no me desenvuelvo particularmente bien. Lo que sí puedo animarle es a que publique en este blog lo que considere oportuno (sólo tiene que utilizar nuestro correo). Un saludo.

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  12. El señor Juan Vázquez sigue sin leer el blog; sólo le interesan los caracoles por lo que vemos y así desahogarse no sabemos de qué. Necio, no, pero mal informado, si, y mucho.

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  13. ... si busca por abajo encontrará una entrada sobre la Velá, otra sobre el desastre de San Jacinto, otra más dedicada a los "indignados" en el Altozano; todo dentro de este mes. En mayo, si tiene curiosidad y desea conocer el blog de verdad, hay varias entradas en la que Triana y los políticos son protagonistas. Le recomendamos, además, que lea los comentarios. De todas maneras, también a la actualidad hay que hacerle sitio, y actualidad ha sido el Rocío y actualidad son los caracoles...
    Y una última cosa, a los que se fueron -por fin- de la Tenencia ya le hemos dicho lo que pensábamos; a los entrantes también... de momento.

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  14. Mira si son güenos que al día de hoy se aprovechan hasta las babas para rejuvenecer y quitar las arrugas. A mi bata que está como una ciruelapasa le compré una caja de doce botes, de babas -lo anuncian en las teletiendas- para todo el cuerpo antes de irme y cuando he vuelto estaba como la piel del tambor de granaderos. Vamos que se creían que era mi hermana chica. Mi tío Santiago. Ángel más trianero no podía ser, pero todavía a estas alturas tengo un lío grande, no sé si es San Santiago o San Tiago, como el que metió el 2º gol de la España sub 21, desde luego San Tiago con ese nombre seguro que no era trianero. Güeno, pues mi tío Santiago tenía un kiosko en la Alameda, años veinte y treinta, que la tapa estrella era caracoles y cabrillas, los dejaba en ayunas dos o tres días y después le daba de comer un picaillo de lechuga, perejil y ajos mu picaitos se les llenaba la tripa, los metía en un baño con agua y los ajogaba y les salía el bicho y entonces los guisaba cada especie con su guiso. Se jartó de ganar jurdó.

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  15. ... pues a ver si lo lee nuestro amigo y se aficiona. Porque no creo que esté prohibido hablar de política y despotricar de los políticos (salvese quien pueda) comiendo caracoles...
    ¡Qué suerte tener un tío así, Antonio... Y, oye, ¿te queda algún bote de babas?

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  16. Te contesto Ángel. A mi Bata le quedan dos botes, pero hay dos problemas. Problema 1) Me pidió que le comprara una baraja de cartas de Heraclio Furner que ya está comprada y otra baraja pero de las que vienen en un pliego horadado de cartas pequeñas. Como las que utilizaba el que rifaba las sandías en los cines de verano a peseta la carta y dos cartas
    1´50 o sea que ni Carrefú ni ná, fue el inventor del 2X1. Pero si tú sabes dónde las venden dímelo que no las encuentro por ninguna parte. Mi Bata quiere rifar los dos botes entre sus amigas a tres euros la carta y dos cartas
    5 euros.
    Problema 2) Este te lo cuento en secreto, por lo bajini,porque no quiero que se entere nadie. Resulta que me han dicho las enfermeras del turno de noche que como está tan estirá -no le ha quedado ni una arruga- con las babas de caracol cuando cierra los ojos se le ponen las domingas como las del cuadro de Julio Romero de Torres "Naranjas y Limones" igual que una quinceañera, pero cuando se levanta por las mañanas y los abre vuelven a su estado natural, o sea, como dos pimientos fritos. Te lo advierto no vaya a ser que te pongas babas de caracol, te estire y como tú no tienes domingas por las noches parezca que has cenado una tortilla de vinagra. Por cierto que la vinagra debe de ser una verdura o yerba comestible de la sierra con más propiedades que el áloe vera, En Constantina le han puesto hasta una calle.

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  17. Tomo nota. Las contraindicaciones dichosas...
    ¡Y va la bira...!

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