lunes, 25 de abril de 2011

EL DEDO DE RODRIGO: FRANCISCO RUIZ TORRENT



       En plena Semana Santa, a nueve años de su pregón, nos ha dejado Francisco Ruiz Torrent, un trianero de la Cava de los civiles que también pregonó la Velá de Santa Ana. Ha sido una de esas muertes crueles,  sorprendentes, que te anuncian  las enlutadas esquelas de la prensa y que te amargan el café y el aire de la mañana. Fue teniente hermano mayor de la hermandad del Patrocinio, la de su familia que aportó más de un alto responsable a la corporación.
         No olvido sus artículos en páginas de ABC donde vertía una luminosa carga de nostalgia de su niñez y juventud, y es que a Ruiz Torrent las obligaciones laborales lo llevaron por mucho tiempo a Madrid, allí besaba el aire pensando en la brisa de su río lejano, como lo hacían Rafael Montesinos y Manuel Díez Crespo, colaboradores del mismo periódico. Era un clásico del diario de los Luca de Tena y una delicia adentrarse con él en el pasado de Triana y de Sevilla.
         A su regreso lo conocimos personalmente; le adornaba un buen porte físico, elegante en el vestir y en los gestos propios de la aristocracia del pueblo. Como digo, tuvo ocasión de pronunciar el pregón de la fiesta de su barrio y de contar con palabras sentidas cómo recordaba a su Triana y cuánto la había echado de menos. Fue en el patio del colegio San Jacinto lo que podíamos llamar el reencuentro de Ruiz Torrent -avecindado entonces en otro barrio de la ciudad- con sus paisanos. No fue un pregonero al uso, tampoco un trianero corriente, de molde; su voz recia y potente le prestó la emoción con la que había adornado sus ideas.
         Cuando en el programa “De Calle” pensamos en recorrer la suya, hace seis o siete años, lo llamamos para que nos regalara su memoria de una Cava en la que poco había que le pudiera inspirar. Aún así fue un hermoso paseo por el tiempo mientras la casa de La Anselma, con sus cerámicas de Bacarisas a nuestras espaldas, volvía a ser la tienda de ultramarinos de Paco Pariente con su pringue de migajón y olor a café. En nuestro libro de la Velá van apuntes de la calle Betis de su infancia y el rostro del  Aurelio Murillo de cuando acudía al ágora de su rebotica para  arreglar el mundo.
         Francisco Ruiz Torrent era un caballero, uno de esos personajes que dan lustre a nuestra comunidad; un ser humano comprometido con los que sufren dejándonos su abnegada e incansable labor en la presidencia de la Asociación de lucha contra el cáncer. En el 2009, después de siete años, descansó de la responsabilidad, quizás agotado. Desde entonces poco supimos de él... hasta ahora. Sólo un hermano de cinco le sobrevivía. Tenía setenta y cinco años y estaba casado con doña Marta Calderón, madre de sus seis hijas.
         Fresca, honda y quizás mortal, sufría la herida por la pérdida de su primogénita, Marta. Duro golpe, demasiado...
        

Ángel Vela Nieto

2 comentarios:

  1. Descanse en paz. Un abrazo para toda su familia.

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  2. José Manuel Holgado Brenes25/4/11, 23:37

    Querido Ángel, bellísima necrológica sobre una persona que se merecía todas la cosas buenas que pudiéramos decir de ella. Paco R. Torrent fué extraordinario trianero ejerciente y magnífico hermano de su Cachorro del alma. Recordemos todos igualmente que escribió textos excelentes para nuestra asesinada Revista Triana, honrandonos con ello a sus amigos y compañeros. Sé que su familia no tendrá consuelo, pero hacemos ya lo que podemos: rezar por él.

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