viernes, 22 de abril de 2011

ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES DE LAS HERMANDADES DE TRIANA



LA  ESTRELLA


                        CRISIS Y REORGANIZACIÓN AL FINAL DEL SIGLO XIX

La invasión francesa, y la posterior exclaustración del monasterio de la Victoria, originó que la cofradía fuera a menos y que sus imágenes quedaran depositadas sin apenas culto en el templo de San Jacinto.
Tras una tentativa frustrada en 1890 el padre Eusebio Ortega y un grupo de jóvenes reorganizan la corporación y se aprueban sus nuevas Constituciones. En 1896 saca por primera vez el paso del Señor con sayones sobre un canasto neogótico. A partir de 1902 lo hace en Domingo de Ramos, incorporando al año siguiente una centuria romana.


                       UN LANCE CON LAS AUTORIDADES EN EL SIGLO XVIII

Se narra que en la Semana Santa de 1782, cuando la cofradía marchaba por la calle Castilla, el aguacil mayor eclesiástico, junto con el notario, otros ministros y soldados, detuvieron a cuatro nazarenos de esta corporación por llevar los rostros cubiertos, contraviniendo así la prohibición de procesionar con el antifaz bajado. Fueron conducidos a la cárcel arzobispal, pero a la altura del Arenal fueron alcanzados por un grupo de amotinados trianeros que, exaltados por la arbitraria detención, lograron rescatarlos y regresaron a la procesión como si nada hubiera ocurrido. El aguacil, como el notario, fueron amonestados y suspendidos de sus cargos por algún tiempo.



                        RESTAURACIÓN DEL SEÑOR DE LAS PENAS

La última restauración del Señor de las Penas, llevada a cabo en el año 1996 por los hermanos Cruz Solis, fue de las más importantes que se han realizados últimamente. En ella se conoció de primerísima mano la autoría de la talla, gracias al documento descubierto en su interior, tras muchos años de especulaciones y atribuciones. El legajo que tenía en su interior reflejaba que era obra de José de Arce, del año 1655. En el proceso de restauración se dio un caso curioso. Cuando se fue a descubrir un agujero que tapaba una pasta, salió aire del interior de la sagrada imagen, perfumado con aroma de cedro e incienso acumulado tras largos años de culto. La agradable fragancia permaneció durante varios días en la sala de trabajo de los artista mencionados.


De la obra "Anécdotas y curiosidades inéditas de la Semana Santa de Sevilla", de José Fernandez Martin.
Selección: Ángel Bautista Guerrero

1 comentario:

  1. José Manuel Holgado Brenes22/4/11, 23:21

    Dilecto Ángel, ¡ánimo, mucho ánimo, adelante con las historias sobre Triana. Lo del aroma desprendido por el Stmo. Sedente de la Estrella, lo conté yo antes, casi recién restaurada la imágen por los Cruz Solís, en nuestra asesinada Revista Triana, quizás en 1997, hace como catorce años, no se debe poner "inéditas" sin seguridad.

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