sábado, 5 de febrero de 2011

EL DEDO DE RODRIGO: TRISTES LATIDOS

         No es un inventario del mes, sólo son algunos de los latidos de ese cuerpo grande y cuarteado, falto de jugos fundamentales, al que desgraciadamente hay que llamar Triana. Algunas cosas ocurren por aquí, surgen casi espontáneamente y, claro, la prensa se hace eco de ello que para eso tiene que rellenar demasiadas páginas cada jornada. Son recortes de hojas donde aparece el nombre para nosotros mágico y que vemos cada vez con mayor rareza.

         En ocasiones la noticia nos llama la atención porque, sin nombrar a Triana, es la protagonista. Viene a cuento porque leímos que Alcalá de Guadaira disfruta, recién inaugurado, de un teatro de mil localidades construido con dinero público, aunque la gestión estará en manos privadas. El querido pueblo panadero es una muestra más de nuestra mala suerte por ser parte de una ciudad incapaz de cubrir las necesidades culturales del lugar que le ha dado buena parte de su gloria. No sé si Matilde Coral o los regidores de “Viento Sur” lo habrán leído; lo que sí sé con seguridad es que esta página habrá pasado desapercibida en la calle San Jacinto. No digo nada de la Casa Grande, donde los munícipes pasarían la hoja casi sin mirarla en la hora del desayuno.

         Las primeras fotos trianeras del año suelen ser de la Cabalgata, ese dorado dispendio del que los nuevos trianeros han de estar orgullosos porque ha llegado a “competir” con la de Sevilla. Aparecen más niños subidos en las carrozas que contemplando el cortejo y, delante, una masa de beduinos sabiéndose soberanos de la fiesta. Los niños ya llevaron a sus casas sus raciones de ilusión la noche anterior... “Estos Reyes no son los mismo de anoche”, asegurará el crío al padre incansable que quiere ver de nuevo la carita de asombro de su hijo... Y el niño insiste: “Si los de anoche son los que me dejaron los regalos, ¿estos qué pintan? ¿Para qué vienen...?  Y encima cuesta un perraje el laberinto mental del pequeño.

         También la prensa nos dio la noticia de dos fallecimientos cercanos. Antonio Burgos recordó con un hermoso ramo de palabras quien fue Juan Quidiello, el de las sillas de la calle Castilla. Ocupaba su almacén un antiguo parador de los muchos que existieron el la calle Real de Castilla, para atender a viajeros y comerciantes que llegaban a la ciudad desde Huelva o Extremadura. Quidiello era la primera palabra que se nos ponía por delante cuando nos sentábamos en la terraza de un cine de verano. La otra ausencia que tenemos que lamentar es de la Diego Cadaval, el  “Moranco”, sin serlo, al que saludábamos cuando paseaba a su perro por la Ronda de Triana. Me consta que era  Diego un trianero cabal y que gozaba del aprecio general. Félix Machuca, en ABC, recuerda el natural ingenio y buen humor de su amigo.

         Son noticias trianeras que han salido en los periódicos, y ya vemos el cariz que tienen. Si alguien conoce alguna alegre o positiva, por favor, que la cuente enseguida...


Ángel Vela Nieto

1 comentario:

  1. Esperemos que se prodiguen noticias más alegres en nuestro barrio. Ya están cerca las elecciones y debemos saber elegir serenamente y con la mente muy fría. ¿Qué nos prometerán'

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