miércoles, 12 de junio de 2013

LA CAPILLITA DEL CARMEN

Fotografía de la portada del libro Aníbal González de la serie Arte Hispalense.

La  fotografía de la Capillita del Carmen que encabeza esta entrada es anterior a la última remodelación del Puente ocurrida en el año 1976, tal y como lo delatan  la barandilla de piedra, a modo de baluarte, y el acceso a la Capilla que se encuentra  al mismo nivel que la calzada.

El origen de esta venerada capilla hay que buscarlo en un pequeño retablo que existía en la entrada, desde Triana, al desaparecido Puente de Barcas, donde se ubicaba el cuadro  de la Virgen del Carmen. Ante la desaparición del primitivo puente, y mientras que se construía el actual, la pintura se instaló en una capilla provisional en el trasladado puente de barcas, pero por la entrada desde Sevilla. Una vez construido el  Puente de Isabel II, se realizó otro traslado a una nueva ubicación, esta vez  junto a la Torre del Reloj del Altozano. Se trataba de una modestísima capilla con una ventana que permitía ver el retablo de la Virgen.  Sin embargo en el año 1924, debido al ensanche del Altozano, toca mudarse de  nuevo, esta vez a la Iglesia de Santa Ana.

Tras el último derribo y por aclamación popular de los trianeros    se encarga el proyecto arquitectónico de una nueva capilla a Aníbal González quién concluye el proyecto  a finales de 1924. Las obras,  que se extendieron hasta julio de 1928, fueron pagadas mediante una suscripción popular  y la donación de diversos industriales del barrio.

Revestimiento cerámico de la cúpula donado por industriales de Triana.

La construcción, ubicada en un complicado emplazamiento propiedad de la Junta de Obras del Puerto, está conformada por tres edificios con geometrías y funciones distintas: La capilla de planta circular, la torre, de planta octogonal, con una escalera interior de complicadísimo diseño y la unión de ambos edificios con un cuerpo rectangular que hace la función de sacristía.

Cupulín con las Santas Patronas y la Giralda. Donado por Manuel García Montalván

La decoración, tanto interior como exterior está resuelta delicadamente por Aníbal González empleando como elementos fundamentales el  ladrillo, la cerámica y la forja, convirtiendo a este monumento en una exposición permanente de la exquisita artesanía de Triana, pese a que en la actualidad parecen mayoría los que prefieren mirar hacia el mojón de Godzilla y su entorno.

Cruz de forja como remate de la cúpula. 

La próxima vez que lleguen al Altozano párense frente a la Capillita y contemplen detenidamente el retablo cerámico interior, los azulejos de los cúpulas, las pilastras corintias de ladrillos, el cupulín que da cobijo a las Santas trianeras en compañía de la Giralda, los jarrones cerámicos de la torre, el cancelín y la cruz de forja, a Marchena , sereno permanente de Triana posado en la  veleta, y por supuesto a la  Virgen del Carmen, culpable de esta maravilla.

Veleta que remata la torre con el sereno Marchena acompañado de  farol y chuzo.

Y por último, tras la contemplación,  un ruego:  si tienen dos minutos se dirigen a la colindante plaza de abastos y buscan un establecimiento, creo que de capital mallorquín, de nombre “Ostrería Platinum” y le piden al encargado que haga el favor de quitar la pancarta que suele colocar sobre el Puente de Triana ya que supone un insulto y falta de respeto a este entorno monumental y, si disponen de otros dos minutos más, le ponen una queja al Delegado del Distrito que reforzará las acciones que se están llevando a cabo para que, de una vez por todas, desaparezcan estos carteles.

Pancarta que de forma permanente atenta contra la Capilla y el Puente sin que actúen las autoridades eficazmente.


José Luis Jiménez

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