Este “dedo” sigue las reglas sentimentales de lo que se hace por impulso o, más bien, por rabia. Lo han promovido los comentarios sobre las declaraciones del ceramista Alfonso Orce aclarando en páginas del Diario de Sevilla, porque era absolutamente necesario, lo que por sistema se está tergiversando en favor de toda una campaña que a estas alturas no sabemos contra qué o contra quiénes. No hace falta decir que me refiero a la decoración del siempre abandonado y olvidado (por la otra orilla de donde arranca el oleaje) murallón de la calle Betis, lo que para nosotros representa la portada de Triana, ya que es lo primero que se ve cuando se entra canónicamente, o sea, por el puente. Y como portada no merece ni abandono ni olvidos; ni desconchones, humedades o pintadas, salvo para los que les molesta que luzca la palabra Triana, “el letrerito ese” (cuanto duele ver esto escrito). En este blog ya hemos hablado extensamente sobre asunto tan importante para plataformas creadas ex-profeso y para algunos profesionales, catedráticos, arquitectos y similares que exhiben su indignación ciudadana a páginas completas en los diarios locales, titulados muy sevillanos que jamás, en su inmensa mayoría, levantaron la voz ante tanto desafuero como se ha cometido con el barrio que ahora les preocupa.
Sé que hablar de fobia es delicado, pero ya no sabemos qué pensar. A lo peor se trata del eco de eslóganes desafortunados perpetrados fuera del ámbito del propio arrabal y sólo por intereses comerciales. O por ese orgullo del que hacen alardes los que se sienten trianeros. Pero lo cierto es que esta fuerte identidad fastidia a determinados sectores sevillanos y nosotros hemos sido testigos de alguna amarga muestra. No obstante, siempre hemos creído que esta molestia pululaba sólo en mentes entreabiertas. Obnubilados con sus protestas por lo que estiman muestras patrioteras o separatistas, lo que hacen es un feroz alarde de lo mismo que critican, apartando a Triana de Sevilla a la que aporta el conjunto de sus valores.
¿Existe trianofobia? Pues por el “letrerito ese”, que debe colocarse en la zapata-portada que merece un barrio que está entre los más famosos del mundo, parece que, al menos, hay un sedimento que espera casos como este para manifestarse, gente a la que le molesta Triana, su presunción, su declarada relevancia, su afirmación en su identidad y, eso, su poder (anulado por sistema) en la principal industria que nos alimenta. Y hemos esperado hasta ahora que no contagiara a titulados y relevantes, ni alimentara plataformas que no sean para atacar a ese monstruo que asoma su horror a cien metros del Cachorro y que (¿lo han comprobado ya?) ha borrado con su agresiva presencia todas las panorámicas del barrio. Acérquense al Altozano por la calle Betis, por ejemplo, y comprobarán cómo han desaparecido de la perspectiva El Faro y la Capillita...
Parece que a estos nuevos defensores de Triana les molesta más el letrero ese que la mole horrible que ya está engullendo al barrio como un nuevo Godzilla. Y es que no habrán reparado que está clavado en el mismo corazón de ese lugar que -dicen- tanto les duele...Pues ya está bien de mentiras, como ha escrito un titulado (de plataformas de salvamento) en Abc hace poco, pero al revés, señor catedrático. Y ya está bien de soportar inquinas absurdas y catetas (que eso si que es cateto). Y, señor alcalde, no hay que buscar sitio en Triana para el letrero porque ya lo tiene; está hecho para embellecer nuestra portada. Si no lo hace así la mayoría de los trianeros entenderemos que, una vez más, no tenemos alcalde.
Ángel Vela Nieto