domingo, 9 de octubre de 2011

EL DEDO DE RODRIGO: LUIS CABALLERO



El próximo martes, día 11, será sin ninguna duda un día emocionante, porque la V Jornada Universitaria (“Flamenco y Universidad”) estará dedicada a Luis Caballero Polo. El programa lo compone un documental, una mesa redonda y un recital-recuerdo. Completo y atrayente, como vemos.
         Para el que firma será un gozo y una enorme responsabilidad  participar en este homenaje, pero siento que ocupo un puesto que le correspondería a otros amigos que estuvieron cerca de esta extraordinaria personalidad del cante mucho más tiempo que yo y más estrechamente. Si repasamos los libros del maestro Luis Caballero están llenos de Emilio Jiménez Díaz; sé de la importancia de Emilio en la vida de Luis. Hecho de menos, además, a Manolo Herrera Rodas y a Caty León, ellos también conocieron muy profundamente a quien debería llevar el título de Excelentísimo Señor si se otorgara por los méritos contraídos en la vida. Pero estarán dos de sus grandes amigos: Antonio Reina y Manuel Cerrejón y con ellos y López Mohíño aportaré lo que pueda.
         Ando en estos días acompañado de los libros de Luis, porque he de confesar que de un personajes con tantas virtudes distintas me interesa sobremanera su vertiente literaria, su calidad de escritor y, a través de ella, su apasionante vida. No puede ser de otra manera, porque además no me encuentro facultado para hablar del cantaor que, puede decirse, es su  imagen principal, lo que a él lo ha hecho feliz. Mi idea de refrescar el recuerdo de su magistral autobiografía, y mi intención de repasar -sólo repasar- lo que considero su obra maestra quedó desvanecida en el primer párrafo. Es imposible saltarse una palabra con las que nos cuenta el sacrificio de su juventud. No puede describirse mejor situaciones que por extremas se hacen inenarrables. Así que su “Luis Caballero visto por Luis Caballero” me ha vuelto a tener enganchado y admirado.
         Si he tenido la fortuna de conocer a alguien impresionante ese ser ha sido el caballero del cante nacido en Aznalcóllar. Lo primero que impresionaba era su físico que atraía, iluminado, como el de un mesías. He contemplado con curiosidad las antiguas fotos de Luis Caballero, cómo era de joven, y a pesar de su sonrisa, limpia rúbrica triunfal del martirio que el destino le tenía reservado, he llegado a la conclusión de que ese mismo destino le pagó, al menos, parte de lo que le debía, cuando a Luis se le platearon las sienes. Era la señal; ahí estaba el maestro del cante y de la vida, el filósofo profundo de la ciencia flamenca, el repartidor de palabras felices, el bienhechor de la caridad del cante; ahí estaba el Petronio (patricio romano más que lord inglés) que todos queremos tener como amigo.
         Pues este acercamiento me ha llevado a algo que nos une a los dos: su colaboración en “Triana Universal”, título que puse en marcha para una empresa de periódicos gratuitos el mismo año 2000. Le pedí que nos contara, en exclusiva y a modo de serial, la apasionante historia del cautiverio, su particular guerra civil. El título sería “La Vida”, y ahí quedó lo que podría haber sido la mejor novela o el guión de la película más estremecedora y real sobre aquella bárbara confrontación. No se trataba de copiar lo escrito en su celebrada autobiografía, sino de volver, diez años después, sobre sus recuerdos pensando en que serían otros los receptores y otro el medio. Una maravilla de relato, impresionante como todo Luis Caballero.
         Estaremos allí el martes (Fundación Cruzcampo, a las 19´30 horas), principalmente, para disfrutar de lo hermoso que se diga, que será mucho. 



Ángel Vela Nieto 


2 comentarios:

  1. Pues seguro que será un acto interesante.A ver si consigo alguna invitación y estaré presente.

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  2. La entrada es libre. El problema es sólo para los futboleros, porque creo que la selección de millonarios juega mañana...

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