BELMONTE TOREA
Son innumerables los poemas que, desde su etapa de novillero hasta después de muerto, dedicaron los poetas a Juan Belmonte. La mayoría de las veces, como en el poema de esta ocasión, laudatorios, aunque no faltaron algunos llenos de crítica no exentas de guasa gorda. En estas páginas, tendremos oportunidad de ir leyendo los unos y los otros. El de hoy es un hermoso soneto firmado por José Ramón Vallejo, y corresponde a 1913.
Ahógase la infernal algarabía
en el silencio. Respirar se siente
cuando avanza Belmonte sonriente
hacia la astada res que desafía.
Un gesto retador coin gallardía,
Un gesto retador coin gallardía,
un arranque brutal seguidamente,
y una cornada al corazón valiente
que el capotillo mágico desvía.
El animal, cuyo bramido espanta,
redobla sus ataques con fiereza;
impasible el torero les aguanta
burlándoles con gracia y ligereza,
y el Sol, que paró a ver majeza tanta,
funde al diestro y al toro en una pieza.
Revista: Palmas y Pitos
Fecha: 27 de Octubre de 1913
Selección: Emilio Jiménez Díaz
La verdad es que se echa de menos, en la crítica actual, poemas como éste o como otros que se han publicado en este blog. La crítica, cuando está bien hecha, siempre es interesante.
ResponderEliminarEs curioso que las revistas de aquellos años solían reproducir con mucha frecuencia poemas de diversos autores. Creo que se premiaba de alguna forma la inspiración. En materia crítica, los poemas estaban a la orden del día, bien en lenguaje culto o en lenguaje cameloncio.
ResponderEliminarCreo que los críticos de antes nada tienen que ver con los de ahora (y sálvese el que pueda); ni en preparación ni, mucho menos, en inspiración.
ResponderEliminarTenían una gracia y un arte espoecial, y además daban leña de la fina.
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