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Puerto Camaronero de García Ramos |
La “Calle del Río”, “Vera
del Río”, “Orilla del Río”, o “Acera del Río”, son los nombres con los que se ha nombrado a la actual
“Betis”, sin dejar de mencionar el más
antiguo conocido que, según M. Macías, fue el de “Calle del Rey”. La importancia y relevancia del enclave lo
demuestra la gran cantidad de inmuebles de interés que se han establecido en el
mismo, destacando el Castillo de la Inquisición, La Universidad y Hospital de Mareantes, El Convento del Espíritu Santo,
La Casa de Socorro, y diversas casas
señoriales. La pérdida del comercio con las Indias en favor de Cádiz supuso el
inicio de la decadencia de esta calle que se vio sometida al azote del río y al
de la propia crisis económica. Con
objeto de salvar el caserío más expuesto a las grandes avenidas del
Guadalquivir se construyó el gran murallón que nuestro actual alcalde estaba
dispuesto a alicatar y que los “salvadores
de Triana” - amigos de la cal de Morón- no permitieron; pese al empeño del
delegado que lo presentó como un “proyecto
impactante”.
Pero nuestro paseo fluvial, testigo y protagonista de
tantísimas Velás de Sant’ Ana, ha seguido soportando crisis, riadas y alcaldes
forasteros, sin perder nunca ese carácter especial que le han marcado sus
corrales, tabernas y personajes que la han habitado. Y si el paseo por esta
orilla es todo un placer que permite conocer gran parte de la historia de
Triana, no lo es menos la perspectiva que, desde aquí, nos ofrece la otra orilla donde la Maestranza
adquiere su mejor perfil artístico y la Giralda hermosea como la más bella
sevillana.
Pero tanta esencia de este enclave no ha despertado la
imaginación e interés de los últimos alcaldes sevillanos. Zoido y su predecesor
han sido los grandes impulsores de los bares y restaurantes, algunos envueltos
en grandes adefesios que asoman al río en clara competencia con la Torre del
Oro. Pese a que la zona se catalogó como acústicamente saturada - desde Plaza
de Cuba hasta Plaza de Armas, incluyendo una parte de la peatonal San Jacinto- a nuestro alcalde no se le ocurre
otra cosa que proponer un plan para abrir terrazas en el mismo río. No le basta
con convertir al Mercado del Altozano en el “Museo de la Tapa” o a la calle San Jacinto en el “Paseo de los Veladores”,
no, ahora pretende bautizar con manzanilla a los mismísimos barbos, en una zona
a la que llamarán “Muelle Camaronero” y que suponemos se referirán, por error,
al Puerto de Camaroneros.
Desde la zona conocida como las Bandurrias, cercana al
Convento de Los Remedios, y en la dirección del Puente de Triana, nos
encontramos con los puertos de Triana. El primero el de Las Muelas; por estar
repleto de muelas de molinos que permitían la reparación de los barcos a modo
de dique de astillero. A continuación se encontraba el Puerto de las Mulas por
ser la zona donde existían concentraciones de estos animales que servían como
medio de descarga y transporte de la flota fluvial. Y por último el Puerto de
Camaroneros, lugar de amarre de los pescadores del típico crustáceo, donde, hasta
la construcción del Puente de San Telmo, existió un embarcadero que permitía a
las falúas realizar el servicio de transporte desde Triana a la escalerilla de la Torre del Oro y cuyas
clientas principales eran las cigarreras que trabajaban en la Fábrica de
Tabacos.
Ante la falta de
cigarreras, de falueros, de pescadores, de carpinteros y demás oficios de ribera, unido a la falta de imaginación y excesivos perisodáctilos nacidos de caballo y burra,
terminarán nombrando a la calle Betis como “Calle de los Bares” o “Puerto de
los Mulos”.
José Luis Jiménez
Así es, José Luis, la única forma de impulsar la actividad económica en Sevilla, parece que es mediante bares y mercadillos, por un lado, y congresos y visitas, por otro. El pasado 8 de junio se celebró el primer encuentro de fotógrafos a orillas del Guadalquivir, que tuvo su pasarela en el puente (de evento único terminará convirtiéndose en el pase de modelo de cada mes). Imaginación e ideas las justitas. Y para colmo todavía no se ha enterdo el alcalde que no conviene dragar el río.
ResponderEliminarLo del dragado del río es un tema muy complejo y que merece un análisis detallado. Lo que parece claro es que los expertos en medio ambiente no lo aconsejan;si a esto le sumamos que los arroceros también parecen perjudicados, que otros puertos andaluces parecen molestos y que la inversión, aunque creo que gran parte es de fondos europeos, es excesiva, todo parece indicar, efectivamente, que no conviene dragar el río. Aunque desde el punto de vista económico parece interesante para nuestra ciudad ya que supone un impulso económico para el puerto y favorece la entrada de grandes yates turísticos.
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