Lo recordábamos
Antonio Badía y yo el otro día. Se nos pasó un décimo aniversario que teníamos
que haber celebrado, nosotros y ese lujo de músico andaluz que firma sus
composiciones como Gualberto García. El asunto merecía que hubiéramos alzado
una copa juntos. Pero nunca es tarde. Fue en Segovia una noche de mayo. Habían
invitado a Gualberto para que participara en un concierto de Música de Cámara
Española a través de la Sociedad Filarmónica de la citada ciudad y
correspondiente al VII Ciclo Fundación Nicomedes García Gómez.
No hacía mucho tiempo que el músico del
Turruñuelo había estrenado su obra “Constelación Flamenca” en noche de Bienal,
obra que, como siempre que contaron con su genial inspiración, fue de las más
aplaudidas. Así que de aquel trabajo extrajo lo que denominó “Tríptico
Andaluz”, y con él se habría de presentar en la comprometida cita que se le
dedicaba a Joaquín Rodrigo, fallecido en 1999. Gualberto quiso que le acompañara
porque se interpretarían letras mías, ya que él, en su momento, se empeñó en
que me encargara de los textos de su “Constelación” (nunca olvidaré las
felicitaciones de Nacha Guevara la noche del estreno en la Sala Joaquín
Turina).
Así que se lo comentamos a nuestro amigo,
el pintor Antonio Badía, enamorado de Madrid, y se apuntó al viaje. El primer
destino era la Villa y Corte donde esperaban a Gualberto la soprano María José
Sánchez (qué maravilla su voz) y el pianista canario Jorge Robaina. Sin demora
nos trasladamos a la casa de la cantante donde, en los ensayos, comprobamos la
grandiosa maestría de Gualberto ante dos selectos y curtidos artistas que lo
trataron como eso, un gran maestro. Badía y yo no salíamos del asombro. Después
de una noche por el Madrid más flamenco, viajamos a Segovia y, tras los
primeros contactos con los organizadores, al fin pudimos leer el programa...
¡Dios mío! Gualberto era el compositor más joven de los anunciados y el único
vivo de una pléyade de nombres impresionantes, entre los que deslumbraban el
mencionado maestro Rodrigo, con Toldrá, Mompou, Guridi, Falla y Turina. María
José Sánchez interpretaría una obra escogida de cada uno, y hay que suponer,
también, la altura de los letrista. Para temblar...
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De izquierda a derecha: Jorge Robaina, Gualberto, María José Sánchez, Antonio Badía y Ángel Vela. Segovia.Sala Zuloaga |
La Sala Zuloaga sería el escenario de
aquel milagro, porque el “Tríptico Andaluz” que venía de Triana, fresco y en
estreno absoluto, estuvo entre lo que el público agradeció más con sus
aplausos, teniendo Gualberto que levantarse de su asiento para corresponder a
la ovación del selecto auditorio que disfrutó de la sorpresa añadida de su
presencia. Componía la obra estos títulos: “Introducción”, “Soleá” y
“Seguiriya”... Una estela de misterio/ rasga el cielo milenario/ con filos de
cante viejo./ Los ecos abren sus alas/ en gargantas invisibles/ que hieren como
una espada... El cante es una saeta/ al corazón de Triana,/ el puente un arco
de coplas/ que lanza su flecha al agua...”. Imagínense una música
maravillosamente flamenca y una voz celestial. Nunca Sentimos a nuestro barrio
con mayor pasión que aquella noche triunfal, y con qué orgullo. Cómo sonó
Triana en la garganta de la exquisita intérprete con la que compartimos la cena
de despedida. Ella y el pianista no cesaron de felicitarnos y, desde luego,
sabían que su amigo, el músico de Triana, nada tenía que envidiar a los míticos
compositores que, aquella noche única, figuraron a la altura de un tal
Gualberto García llegado de otra “constelación”.
Comenté con Badía que pocos en Triana y en
Sevilla se enteraron de este éxito de nuestro barrio tan lejos del puente. Por
eso, aunque no hallamos celebrado los diez años de aquella íntima epopeya, he
querido recordarlo a modo de agasajo compartiéndolo con todos nuestros amigos
de “Triana en la red”.
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Cena de despedida en el Mesón segoviano Casa Duque. |
Ángel
Vela Nieto
Con esta reunión me quito el sombrero, ese al que tú y tu hermano le hicistéis una soleá y el Lope de Vega perfecto.
ResponderEliminar..."Qué me gusta ese sombrero/ por la gloria de mi mare,/ pero como tú lo llevas/ así no lo lleva naide". Lo del Lope de Vega te refieres al homenaje que se celebrará, Dios mediante, el próximo 20 de noviembre: el gran Perlo de Triana será el protagonista. Ya ves, Antonio Ferca, cómo he aprovechado la oportunidad.
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