CONTRALUCES
Tengo los ojos llenos
de sombras y contrastes.
De tejas y espadañas,
de adoquines brillantes.
De morados, celestes y ruanes,
de hebillas, de espartos,
de velas, costales y claveles,
de clavos, espinas y de sangre.
De lunas y de estrellas,
de rejas, de patios, de calles,
de lágrimas, de muerte,
de cruces y ciriales.
Un aguafuerte.
Estallan los sentidos
con el olor de las tabernas
y zaguanes del viejo barrio,
con el incienso y la cera,
con el perfume barato de mi gente,
mi gente dominguera,
vestida con colores diferentes.
Y en la calleja,
un Cristo agonizando.
Suena la corneta.
Y en la calleja,
una Virgen que llora.
Meciéndola la llevan.
Y en la esquina, desde una reja,
cerca del rótulo y el desconchado,
rompe la madrugá una saeta.
Y en la esquina, desde una reja,
cerca del rótulo y el desconchado,
rompe la madrugá una saeta.
Antonio Fernández Cachero
"Desde mi torre nazarena"
Estas palabras me parecen propias y me muevo de unas a otras con la soltura de quien conoce por donde va, imagino que estos versos deben flotar en el aire de Triana y empapan nuestras ideas y se escapan por nuestra boca al respirar, pero qué difícil plasmarlos, como tú has hecho.
ResponderEliminarGracias Rafael, efectivamente estaban flotando en el aire de las esquinas de Triana y yo tuve la inmensa suerte de atraparlos. Solo tuve que transcribirlos.
ResponderEliminar