José Manuel Holgado, tan curioso de lo cotidiano y tan ladrón de imagénes, se coló un buen día, ya perdido en el tiempo, en una humilde accesoria del Altozano, junto a Pueyo, por donde antes brujuleaba "La Cabaña", sorprendiendo el afán diario de este modesto zapatero remendón que mira con más desgana que curiosidad al objetivo.
Dos relojes cuelgan de unas alcayatas dejando pasar las horas más que contando la vida. Junto a ellos, unas leznas de afilado hierro también cuelgan esperando la serena hora del trabajo. Sobre el suelo estrellado de hormigón hidráulico se amontonan, casi parejos, zapatos y botos de Valverde soñando la ITV de una revisión a fondo. Sobre la encalada pared, limpios y dispuestos para el laborar diario, para el paseo o para la boda de un familiar, los pares arreglados esperan a sus dueños: suela y tacón nuevo, perfecto cosido del empeine...
En la soledad del cuarto, aguja gruesa en mano y estambre curtido de cera, el zapatero se afana en su labor artesana esperando la hora del mediodía para la liturgia del medio cuartiyo aljarafeño, mosto de las vides cercanas de Umbrete, Villanueva o Benacazón...
Fue ésta una estampa de ayer que nos dejó fijada Holgado para siempre. Hoy, por aquello de la crisis, de nuevo volverán estos zapateros a la mísera accesoria reviviendo los días de la posguerra. Y de nuevo Holgado, cámara en ristre, tendrá que ir al Altozano para volver a fijar ese momento. Sólo que ahora, quién lo diría, estamos en el siglo XXI.
Fotografía: José Manuel Holgado Brenes
Texto: Emilio Jiménez Díaz
La fotografía es "apoteósica" se mire por donde se mire.
ResponderEliminarLa crisis hace renacer oficios casi semi-olvidados, idem zapateros, idem vendedores de castañas por ejemplo.
Mi felicitación para J.M Holgado Brenes,
Las fotografías de José Manuel son testificadoras de la Triana más escondida. Da gusto interpretarlas literariamente.
ResponderEliminarSeguiremos en la brecha.
ResponderEliminarJosé Manuel Holgado es un retratador de la vida; sabe captarla. Siempre ha estado ojo avizor y con la cámara presta logrando imágenes de gran valor, a veces inauditas.
ResponderEliminarY Emilio sabe "retratar al retratador" en una conjunción plástica y literaria perfecta.
Era tío de mi padre. En esa casa vivió con ellos mientras estudiaba el bachillerato, justo después de la guerra civil.
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